“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
- 02/11/2024 00:00
- 01/11/2024 20:16
Valery Sánchez y Juliana Paiva (22 y 23 años, respectivamente) son dos jóvenes panameñas que se encuentran realizando estudios superiores en la República Popular China, mediante una beca otorgada por el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu).
Al igual que estas jóvenes, 63 ciudadanos de Panamá han obtenido una beca para continuar con su preparación académica en el gigante asiático desde el 2020 hasta la actualidad, según cifras compartidas por la embajada de Panamá en China. Un dato que incluye licenciaturas y maestrías.
Para Sánchez, quien es oriunda de la provincia de Panamá Oeste, la decisión de estudiar en China pasa por el deseo de conseguir una preparación diferente a la que podía obtener en territorio nacional. “Yo estaba estudiando Ingeniería Industrial en la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), pero en 2021, tomé la decisión de aplicar a una beca en el extranjero”, relató a este medio.
“Quería algo más y lo que me llamó la atención de esta beca fue la posibilidad de aprender el idioma, así como la oportunidad de poder conocer más sobre una cultura milenaria, como lo es la china”, agregó.
La joven arraijaneña, quien se encuentra cursando estudios en la Universidad de Economía y Negocios Internacionales de China (Beijing), confesó que su deseo era estudiar la licenciatura en Administración Logística y que, dado que China es el “centro logístico del mundo” era una oportunidad que no podía dejar pasar.
El caso de Paiva fue particular, ya que desde pequeña sentía una fascinación por los idiomas. “Yo siempre quise estudiar algo relacionado con los idiomas extranjeros, sobre todo los lenguajes asiáticos, ya que yo era muy fanática del japonés”, explicó la universitaria, proveniente de la Ciudad de Panamá.
La joven de ascendencia peruana, actualmente se encuentra estudiando licenciatura en Traducción e Interpretación de Inglés a Chino, en la Universidad de Lenguaje y Cultura de Beijing.
“Llevo casi dos años en este país y ha sido una experiencia de gran crecimiento profesional y personal”, indicó, a la par de comentar que su proceso de aplicación para la beca que está tomando comenzó en enero de 2020. “Un amigo me recomendó optar a esta beca. Recuerdo las notas del colegio y algún certificado de idioma extranjero, yo hablo inglés y tenía el Test of English as a Foreign Language (TOEFL), así que lo envié”.
“No sabía mucho sobre este país antes de venir acá, recuerdo que mi familia se sorprendió cuando les dije que iba a venirme tan lejos, pero ellos ya sabían que tenía el deseo de estudiar fuera del país y me apoyaron completamente”, rememoró.
Al ser consultadas sobre las diferencias académicas entre una universidad de Panamá y una de China, ambas jóvenes concluyeron que no había una gran diferencia en cuanto a exigencia académica se refiere. “Yo no siento que haya tanta diferencia en el aspecto académico, ya que la UTP me preparó muy bien, así como mi colegio”, analizó Sánchez.
Consideran que en la dinámica universitaria si hay variaciones “acá los profesores son más estrictos y directos con los estudiantes, si llegas tarde a clases o haces algo mal, te lo van a hacer saber”, destacó.
Este punto de vista es compartido por Paiva, quien señaló que, aparte de lo académico hay diferencias culturales que se deben analizar. “Para mí, lo más difícil fue el idioma. Antes de llegar a este país tenía un año previo de aprendizaje de mandarín, pero igual fue difícil. Al llegar, muchas personas no me entendían cuando hablaba o yo no las entendía, así que puedes llegar a sentirte un poco sola, pero una vez lo dominas, se vuelve más fácil”, mencionó la universitaria.
La barrera idiomática también fue algo importante para Sánchez. “Cuando llegué a China solo sabía decir ‘hola’ y mi carrera es completamente en mandarín, por lo que fue un gran reto”, reconoció.
Agregó que, aunque es complejo, no es imposible de aprender. “Yo pasé de 0 a un nivel HSK 4, en 10 meses. Esto es el equivalente a un B2 en inglés, es decir, un nivel intermedio-alto”, alegó, añadiendo que, con este nivel, puede entender sus clases, que están completamente en mandarín.
La joven panameña aclara que el aprendizaje de la lengua china se hace más fácil si se tiene un dominio previo del inglés y el español, ya que la pronunciación del mandarín es una “combinación” de ambos lenguajes. Aun así, aclara que conoce muchos casos de personas que solo sabían español y que, en la actualidad están estudiando con un nivel HSK 5, que es mucho más avanzado.
Sánchez también resaltó que otro de los obstáculos es la gastronomía. “La gastronomía que en Panamá asociamos con China, en realidad proviene del sur de ese país y, en Beijing se suele comer alimentos de otras regiones, por lo que es muy diferente”, valoró.
Para Paiva, la gran variación es que la comida que suele consumirse en Beijing es “muy picante”, lo que hace que si no estás acostumbrado a ese tipo de alimentos te cueste adaptarte.
En cuanto al clima, Sánchez cree que el de China es muy diferente al que se tiene en Panamá. “China tiene cuatro estaciones, acá nieva y si estas en Beijing no vas a ver tantas playas como tenemos en Panamá, el cual es un país en el que hay mar a menos de 30 o 40 minutos de cualquier sitio, por lo que toca acostumbrase a usar más ropa”, anexó.
Pese a esto desafíos, las universitarias exhortan a cualquier persona interesada en estudiar fuera del país a considerar seriamente la opción del gigante asiático. “Uno de los miedos más grandes que tenemos los panameños es el de migrar, no estamos acostumbrados a hacerlo y no voy a negar que es difícil dejar a tu familia y el país que amas. Sin embargo, yo lo he conseguido y me ha servido para darme cuenta de que hay mucho más allá de las fronteras panameñas”, dijo Sánchez.
“Venir acá ha sido una experiencia hermosa. Aquí vienen muchas personas a estudiar y cuando regresan a sus países son individuos completamente diferentes, no solo han adquirido conocimiento, sino que se han desarrollado personalmente. Hay momentos de dificultad, pero también de mucha alegría, así que no te vas a arrepentir de hacerlo”, concluyó Paiva.