“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
Cáncer: presente y futuro en la investigación contra la enfermedad
- 01/02/2022 00:00
- 01/02/2022 00:00
Poner fin a los diferentes tipos de cáncer es uno de los grandes retos que la comunidad médica internacional aún no ha logrado, desde que este apareció en Egipto en el año 1,600 a.C.
El 4 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, con el lema 'Cerrar la brecha de atención', iniciativa que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a fin de hacer un llamado al mundo, de manera colectiva e individual, a comprometerse a fortalecer las acciones destinadas a mejorar el acceso a una atención de calidad, incluido el tamizaje, la detección temprana, el tratamiento, y los cuidados paliativos a quienes padecen esta enfermedad que ocasiona 10 millones de defunciones al año.
La OMS y la OPS también hacen un llamado a la población a mantener buenos hábitos alimenticios, y acudir al médico a realizarse chequeos preventivos. “Se trata de una enfermedad que si es diagnosticada de forma temprana, aumenta las posibilidades de ganarle la batalla. No será fácil, pero lo importante es no dejarse vencer”.
De acuerdo con Fundacáncer Panamá, en el país, el cáncer es una de las principales causas de muerte. “Las estadísticas revelan que el cáncer es el responsable del 17% de las muertes, ubicándose en el primer lugar. En el istmo se registra un promedio diario de 14 casos y 7 muertes relacionadas con algún tipo de cáncer”, detalló la fundación en su informe 'Hablemos de cáncer' publicado en 2020.
En el Instituto Oncológico Nacional Juan Demóstenes Arosemena, único centro médico público que ofrece servicios y cuidados especializados para pacientes con cáncer en el país, se atienden entre 14 mil y 16 mil pacientes por año, y se realizan 3,021 cirugías.
Carlos Vargas, oncólogo y radioterapeuta de Mayo Clinic en Arizona, Estados Unidos, dijo a un grupo de periodistas que con la pandemia hubo problemas con los servicios de salud; estuvieron en un proceso de “estrés”, sobre todo porque la atención y el diagnóstico para esta enfermedad han sido difíciles.
“Muchos pacientes no se están tomando el antígeno prostático específico o PSA, tampoco las mamografías, colonoscopías, e incluso si los pacientes acuden a realizarlos, las citas siguen saturadas, y todo esto ha creado problemas en el acceso a la salud preventiva de los pacientes y a los tratamientos”, comunicó el galeno.
“El cáncer es una enfermedad genética y existen genes que fundamentalmente promueven el desarrollo de este. Para que los genes produzcan un cáncer deben existir variaciones patológicas o mutaciones en ellos. Ya sea porque las mutaciones en los genes se heredan o se adquieren por factores externos como el tabaquismo, siempre habrá uno o varios de estos involucrados en el desarrollo de los tumores malignos. Esto ha hecho que la evaluación de la genética del tumor sea una herramienta indispensable al momento del diagnóstico”, amplió el doctor Germán Espino, hematólogo del Hospital Paitilla, en un comunicado para este medio.
Añadió que la mayoría de los tumores, aproximadamente un 80%, se deben a mutaciones introducidas en los genes por factores extrínsecos, como la radiación solar, el tabaquismo, la dieta e infecciones virales, entre otros. Otro 10% son hereditarios y pueden ocurrir independientes de otras condiciones extrínsecas.
“El cáncer de mama es uno de los tumores más estudiados desde el punto de vista genético, sobre todo en cuanto a genes de predisposición del cáncer se refiere. No todos los genes de predisposición tienen la misma probabilidad de desarrollar el cáncer de mama y para ello se han creado modelos que incorporan estos genes con el objetivo de pronosticar el desarrollo de cáncer de mama”.
El cáncer de mama y ovario hereditario ocurre en una tasa de entre 1 en 500 a 1 en 1,000 en la población. El cáncer de mama hereditario tiene varios genes de predisposición como BRCA1/2, PTEN y TP53.
Las mutaciones germinales (heredadas) en el BRCA1/2 se encuentran presentes en el 25% de los casos de cáncer de mama familiar.
“Existen varios genes asociados con el desarrollo de cáncer de mama hereditario. Aproximadamente 6% de los cánceres de mama y el 20% de los ováricos son causados por variantes patogénicas (mutaciones) en estos genes”.
Además, “mientras que el riesgo en aquellas mujeres de hasta 70 años es de 55% a 70% para BRCA 1 y de 45% a 70% para BRCA2, el riesgo de por vida en la población en general es de aproximadamente un 12%”, señaló Espino.
Octubre es el mes establecido en Panamá para promover en las damas, la autoexploración de mama y, en los caballeros el examen de próstata, sin embargo los controles anuales de salud son indispensables para la prevención de enfermedades, indicó Noemí Pérez, jefa del Departamento de Enfermería de la policlínica Dr. Blas Daniel Gómez Chetro, del distrito de Arraiján, Panamá Oeste.
Según Pérez, entre los factores de riesgo de contraer cáncer de mama se encuentran la obesidad, tener un familiar con cáncer de mama, menstruar antes de los nueve años, ser mayor de 35 años, poseer antecedentes de enfermedad mamaria, haber tenido un primer parto luego de los 30 años y no dar lactancia, y menopausia tardía (55 años o más).
En el caso de los hombres, el factor genético, factores culturales que incluyen la dieta y alimentación, la edad (hombres mayores de 50 años) y según estudios el cáncer de próstata es más agresivo y se presenta con mayor frecuencia en varones de la etnia negra.
De acuerdo con Espino, “todos los tumores malignos ya sean hematológicos (de la sangre) como las leucemias, o sólidos como mama, próstata, colon, están asociados con uno o varios genes. Muchos de estos ya están identificados como factores de riesgo o causales para el desarrollo del cáncer. Por ejemplo, la leucemia mieloide crónica, un tipo de cáncer de la sangre, fue el primero en el que se identificó una anormalidad genética (cromosoma de Filadelfia), causada por un gen denominado Bcr/Abl”.
Esto nos lleva a la pregunta, sobre la alternativa de realizarse pruebas para detectar si poseemos cierto tipo de genes que nos puedan hacer más propensos al cáncer. Espino considera que la prevención primaria por medio de la identificación de genes del cáncer es hoy un tópico caliente. Sin embargo, no existe aún un consenso definido y generalizado. “La aplicación de pruebas genéticas para la identificación de individuos en riesgo es variable de tumor a tumor”, dijo.
La prevención primaria, como por ejemplo, no fumar, no tomar alcohol, controlar el peso, practicar ejercicio físico regularmente, mantener una dieta balanceada y realizarnos periódicamente los exámenes de detección como mamografía, tacto rectal, o exámenes de sangre, sigue siendo la herramienta más útil.
Un punto también importante en el cual el cáncer y genética se relacionan es en el tratamiento. Muchos de los genes identificados en el desarrollo de un cáncer, han servido para desarrollar terapias específicas para ellos. Así, muchos pacientes dependiendo de su perfil genético, se ven beneficiados hoy con estas nuevas drogas.
En resumen, el conocimiento de la genética ha contribuido al entendimiento del cáncer; ha ayudado a estratificar a los pacientes en grupos de riesgo; ha contribuido al desarrollo de nuevas terapias y está evolucionando a una medicina personalizada.
A nivel mundial, se estima que hubo 20 millones de nuevos casos de cáncer y 10 millones de muertes por cáncer en los últimos años.
Se estima que 4 millones de personas fueron diagnosticadas en 2020 y 1,4 millón murió por cáncer. Aproximadamente, el 57% de los nuevos casos de cáncer y el 47% de las muertes ocurren en personas de 69 años o más jóvenes, cuando se encuentran en lo mejor de sus vidas.
La carga del cáncer aumentará aproximadamente en un 60% durante las próximas dos décadas, lo que afectará aún más a los sistemas de salud.
Si no se toman medidas para prevenir y controlar el cáncer, se prevé que el número de personas que serán diagnosticadas aumentará en un 55%, lo que significa aproximadamente 6,23 millones de personas para 2040 en la región de las Américas.