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- 27/01/2021 00:00
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En el fondo de los ecosistemas acuáticos se encuentra el bentos marino, que comprende una importante comunidad formada por aquellos organismos que se encuentran en las profundidades de los mares u océanos, ya sea sobre su superficie (epifauna) o bien enterrados (infauna).
Está conformado por un grupo muy diverso tanto de plantas como de animales marinos, como las algas y hierbas marinas, así como las esponjas, los corales, los gusanos marinos, los crustáceos, los moluscos, los equinodermos y los peces, entre otros.
Dada su variedad, al bentos lo constituyen algunas de las especies marinas que poseen un gran interés desde el punto de vista biológico, biomédico o bien comercial.
En Panamá, los camarones penaeidos son recolectados principalmente con redes de arrastre e incluyen a los langostinos o al camarón blanco con tres especies (Litopenaeus occidentalis, L. stylirostris y L. vannamei), café (L. californiensis), rojo (L. brevirostris), tití (Xiphopenaeus riveti), carabalí o tigre (Trachipenaus byrdi), fidel (Solenocerca agazzizi), y cabezón (Heterocarpus vicarius) (ARAP, 2019). El bentos marino se puede clasificar según su tamaño como microfauna si es menor a 63 micras y como macrofauna si es mayor a 1.00 mm. La macrofauna incluye una gran diversidad de grupos como los camarones penaeidos, los cangrejos y langostas los cuales son grupos taxonómicos de gran importancia comercial.
El estudio del bentos marino requiere de algún aparato que se ajuste al medio o substrato que se desee estudiar. Normalmente incluye el uso de diversos tipos de dragas mecánicas para fondos duros o bien de nucleadores, cuadrantes o tamices para fondos arenosos o fangosos e inclusive redes de arrastre para organismos del fondo.
Según el tipo de estudio se podrán tomar muestras con la ayuda de buceo autónomo, con palas, cucharones de metal o plástico o bien con transectos marcados en el substrato.
En nuestro país, el estudio del bentos marino con dragas se remonta a los realizados por el Instituto Batelle para la indagación de un posible canal a nivel por Panamá.
Dichos estudios se encuentran publicados en en el libro The Panamic Biota: some observations prior to a sea-level canal de 1972. Para el bentos marinos se informa un gran total de 1,878 especies con la ayuda de 33 especialistas de seis países y 12 instituciones, liderados por la Universidad de Miami.
Para el estudio de las alternativas al Canal de Panamá realizado por el Consorcio Universidad de Panamá y Ancón, tuve a bien participar en la investigación del componente del bentos marino. Dicho estudio incluyó un total de 14 estaciones, 6 en el Caribe y se encuentra debidamente publicado en el Número Especial I de la Revista Tecnociencia de 1994. Para el bentos marino encontramos unas 171 especies en unos 15 grupos taxonómicos, incluyendo dos especies nuevas de un isópodo y un briozoario para el Caribe.
En la Universidad de Panamá (UP) se han realizado diversas tesis relacionadas con el estudio del bentos marino, destacando la efectuada en el corredor fluvial y golfo de San Miguel, provincia de Darién. En este tipo de estudio pionero determinamos la composición de la infauna bentónica encontrada en el área con la ayuda de una draga Eckman. Como ocurre en casi todos estos hallazgos, las variables ambientales no muestran diferencias entre estaciones, lo cual se encuentra reportado en la revista Tecnociencia, de 1994.
La mayoría de los estudios del bentos marino en Panamá corresponden a los realizados en el litoral arenoso o playas, o bien litoral fangoso. Tenemos por ejemplo los efectuados en playa El Salado, de Aguadulce, en donde abundan moluscos, poliquetos y cephalocordados lo cual se encuentra también sustentado en la revista Tecnociencia, de 2001. Vale destacar que en esta área se encuentra el poliqueto tubícola Americonuphis ressei, el cual se utiliza como alimento de reproductores de camarones penaeidos por su alto nivel de prostaglandinas.
Con respecto a la calidad de los sedimentos, incluye algunos parámetros de composición química como nitrógeno total, carbono orgánico total, hidrocarburos de alto peso molecular y metales pesados como cobre, hierro, manganeso, mercurio, plomo y cinc, entre otros. Éstos parámetros pueden determinar la incidencia de alteraciones antropogénicas sobre los sedimentos relacionados a contaminación, deforestación, desarrollo urbanístico, industrialización o la agricultura, entre otros.
En general, los parámetros informados de calidad de los sedimentos para Panamá se ubican dentro de los rangos normales hasta la fecha.
En los estudios del bentos marino se realizan de manera regular un análisis granulométrico para determinar el tamaño promedio del grano de arena siguiendo la metodología de Holme & McIntyre. Esta última está basada en la escala de Wentworth utilizando una batería estándar de tamices (U.S. Standard Sieves No. 10, 18, 35, 60, 120, y 230, correspondientes a 2.00, 1.00, 0.500, 0.250, 0.125 y 0.0625 mm de abertura de malla con tapa y colector). Estos tamices separan las fracciones comprendidas entre arena muy gruesa 1.00-2.00 mm hasta limo y arcillas < 0.625 mm o 63 micras y determinan la fracción con el 50% o más del porcentaje acumulativo.
Los estudios granulométricos en Panamá se han realizado en fechas recientes para relacionarlo con la distribución de isópodos marinos, tortugas marinas y aves playeras, principalmente (Garcés et al., 2020). Vale destacar que la dinámica de los sedimentos en una playa es muy variable y dependerá de muchos factores, como son las olas, mareas, corrientes, así como de la geomorfología y perfil de la costa del sitio de interés. En general, los granos más gruesos se depositan en la zona supralitoral, siendo los granos medianos ubicados en la zona mesolitoral y de los granos muy finos o de limos y arcillas al inicio de la zona sublitoral.
Sobre los fondos marinos se encuentran algunos de los ecosistemas más importantes y reconocidos que serían los arrecifes coralinos o corales, así como el de las praderas de hierbas marinas, pastos marinos o fanerógamas marinas. Los arrecifes coralinos comprenden un complejo y variado ecosistema formado por una estructura con una diversidad compleja de organismos tales como algas coralinas, esponjas, zoantidos, corales duros o escleractíneos y corales blandos u octocorales, entre otros. En este ecosistema se obtiene una cantidad de agentes biocidas de importancia comercial, tales como el compuesto llamado coibamida A, que es un potente agente anticancerígeno encontrado en cianobacterias o algas verde azules de Coiba en 2008 (STRI, 2021).
Las algas marinas poseen una variedad de compuestos de importancia comercial que contiene ficocoloides, un ejemplo es la carragenina o carragenan, que es un compuesto extraído de las algas rojas que habitan en los fondos marinos costeros.
La carragenina es un compuesto que sirve de emulsionante, estabilizante o espesante de diversos alimentos o productos de usos cotidiano en nuestra vidas. La carragenina se puede encontrar en diversos productos lácteos como leche en polvo, leche entera y en fórmulas para bebés, carnes, comidas preparadas, salsas, yogur y helados, así como en lápiz labial, pastelería y confitería.
Debemos considerar preservar nuestros preciados ecosistemas y comunidades marinas, en especial las de los fondos marinos, las cuales nos proporcionan alimentos y medicinas.