‘Pepe’ Casís, veinticinco años en el escenario

Actualizado
  • 20/05/2024 07:59
Creado
  • 19/05/2024 00:00
Un papel que representaría el sobrenombre que lo ha acompañado a lo largo de su carrera artística, le abrió las puertas a un mundo del que no ha querido salir. Pepe Casís ha sido testigo de la gran evolución del teatro musical local

José, ‘Pepe’ Casís mira hacia atrás y le parece mentira que ya hayan transcurrido 25 años desde la primera vez en que participó profesionalmente en una obra de teatro, momento que cambió su vida para siempre.

Cantaba en el coro de su parroquia y contaba con conocimientos muy básicos del teatro clásico que imparten en las escuelas secundarias, pero no más de allí. Una de sus amigas lo entusiasmó con la idea de audicionar para un musical que dirigiría el maestro Bruce Quinn: Grease. A Pepe se le abrió un mundo nuevo que desconocía: audiciones, canto, baile... No fue seleccionado, pero un gusanito había quedado dando vueltas en su ser. Al año siguiente, la convocatoria fue para formar parte del elenco de West Side Story (“Amor sin barreras”), también dirigida por Quinn.

En la obra, Casís personificó a ‘Pepe’, miembro de los ‘Sharks’, la pandilla de jóvenes puertorriqueños que rivaliza con los ‘Jets’. Este personaje, de carácter impulsivo y siempre cercano al líder de la pandilla le dio a Casís el apodo con el que es conocido hasta el día de hoy. En ese momento arrancaría un tren que en 25 años no se ha detenido y que año tras año va mostrando más fuerza. Ese papel le abriría las puertas a una actividad que pasó de ser un hobby a convertirse en una industria cultural de las más movidas y que ha permitido que un cada vez más nutrido grupo de profesionales puedan vivir de estas actividades.

“Cuando yo arranqué en el 99 se hacía si acaso una obra musical al año hoy día tenemos desde 11 a 13 musicales al año. Creo que poco a poco hemos visto cómo los artistas, los talentos se han profesionalizado; yo entré en una camada de muchachos de mi edad, con más o menos 19, 18 años, que no teníamos mayor formación, pero teníamos muchas ganas, mucho interés. Hoy te puedo decir que las nuevas generaciones van muy preparados a las audiciones; acabo de terminar una audición hace poco y no te puedo explicar la cantidad de muchachos entre 15 y 20 años que tiene una preparación increíble en canto, en baile, en actuación... de verdad que es muy diferente lo que se da hoy en día, a lo que era hace 25 años”, reflexiona.

Los cambios se han dado también tras el telón, en aspectos técnicos y en el público, pues hace 25 años era muy difícil llenar una sala por venta en taquilla. Hoy día se dan incluso llenos completos en una primera temporada. “Siempre tienes que acudir al patrocinio, los costos de producción son muy altos, pero muchas cosas han cambiado. Tanto así que ofrece la oportunidad de que estos profesionales puedan vivir exclusivamente del arte, como es mi caso”, asegura.

“Eso era algo que hace 25 años muy pocos se atrevían a hacer y si lo hacían era porque tenían algún tipo de seguridad económica. Pero desde 2007 yo vivo del arte y por amor al arte”, sostiene.

Y, ¿cómo se vive del arte?

Algunos piensan que muy mal mientras otros, que sin mucho esfuerzo. “El teatro siempre fue considerado elitista, se piensa que son artistas o participan solamente las personas que tienen dinero. Yo no soy adinerado, Vivir del arte es una decisión que involucra sacrificio porque no solo te puedes dedicar a una sola actividad. En otros países con que seas actor, puedes posiblemente vivir perfectamente, pero en Panamá es muy difícil”, comenta.

El hecho es que nuestro mercado no es grande, mucho menos comparado con el de países como México, Colombia o Argentina. Entonces, a los panameños les toca ser un poco más recursivos.

“Yo empecé como actor y cantante, pero ya este punto soy actor, cantante, director y compositor musical; también soy maestro, profesor, diseñador de sonido para teatro... en una obra puedo hacer tres roles y eso me permite obtener los ingresos para subsistir. Yo tengo tres hijos, una familia que mantener, pero con mi esposa logramos entender de que más que una profesión es un estilo de vida y que, pues te lo digo de corazón, con fe y mucha dedicación y mucho sacrificio porque no es fácil -los artistas no cobramos quincena y acceder a préstamos, a este tipo de cosas, es un poco complicado- se puede hacer si tú lo quieres hacer y lo quieres vivir. Me considero un apasionado el arte y yo creo que eso es lo que me ha permitido estar donde estoy ahorita mismo”, dice con convicción.

Hace cinco años se sancionó la Ley General de Cultura, que permitió el establecimiento del Ministerio de Cultura, evolución que Casís considera positiva. “El Ministerio de Cultura viene a ser en cierta manera, el apoyo del artista, el promotor de la cultura para que más personas tengan acceso a ver el arte a ver el teatro y también a entrenarse. Acabamos de estrenar esta Ciudad de las Artes y yo quisiera tener hoy 20 años para poder estar allá adentro”, asegura.

Para Casis, un recinto que alberga la Orquesta Sinfónica, el Ballet Nacional, la escuela de Artes plásticas, no puede más que abrir el campo para que el público se involucre mucho más con las artes, que participen de las actividades artísticas. “Pienso que esa es una de las funciones más grandes que va a tener el Ministerio, inclusive con el nuevo gobierno: no perder la promoción, no perder el acceso de todas las personas de todo el país al arte, la cultura, el teatro y, sobre todo, a la formación”.

Esto, a su vez, permitiría que muchos jóvenes más consideraran dedicar su vida a una actividad artística, en lugar de eliminarla de sus posibilidades por considerar que no ofrece una estabilidad económica.

“Yo le hablo a mis alumnos y se los digo: ‘esto no es un hobby. Esto es una profesión yo vivo de esto, así que yo soy la prueba. Te tienes que entrenar, educar, profesionalizar. Tienes que saber qué te permite llegar donde estás’. Esto permite que ellos entiendan que pueden ser artistas, que tiene la puerta abierta para ser artistas y que lo que se propongan lo pueden hacer. Y que, como cualquier carrera profesional, se requiere de estudio, de trabajo y que tiene sus altas sus bajas”, analiza.

A pesar de esas altas y bajas, Pepe Casís cuenta en su hoja de vida con una participación en alrededor de 150 espectáculos. “He participado en obras desde las más chiquitas hasta las más grandes. Desde un Fantasma de la ópera, o un Jesus Christ Superstar, hasta El Mago de Oz, obra infantil, La novicia rebelde...”, rememora. “En obras tanto clásicas como las más modernas. Recientemente hemos presentado In the Heights una obra recientemente estrenada en Nueva York y que la pudimos hacer en el 2016, eso fue una revolución”. Reconoce.

Una revolución que se ha alimentado de generaciones de estudiantes cuyas escuelas han apostado por un club de teatro. “Actualmente soy profesor de teatro o de dirección musical en cinco escuelas y en cada una aprendo mucho”, comenta.

Y es que el interés por las escuelas por establecer sus compañías o grupos de teatro y que montan al menos una vez al año una gran producción que no tiene nada que envidiarles a las productoras profesionales, es cada vez mayor. De estas experiencias se nutre el semillero que aporta nuevas caras a las producciones locales.

De estos 25 años llevo unos 16 años trabajando en colegios. Te puedo decir que hemos cambiado muchas vidas, desde jóvenes que cambian la medicina por las ciencias del espectáculo o inclusive de personas que esta experiencia les cambia su manera de gestionar la vida. De estos programas de teatro musical en los colegios estos chicos salen con ganas de hacer más, con esa cosquillita de haberse sentido bien en el escenario. Hay que apoyar, hay que participar hay muchos testimonios de muchos jóvenes que hoy en día están graduados de teatro o de ciencias afines, hoy hay muchas especializaciones. Ahora lo que necesitan los jóvenes es oportunidades; que participen y tengan esa esa continuidad de lo que aprendieron.

¿Qué prepara actualmente Casís?

Acabamos de terminar las audiciones de Anastasia un musical que vamos a tener en agosto en el Teatro Nacional; el 7 de mayo estrenamos 1903, en su tercera temporada, una obra que cambió el modo de ver teatro en Panamá, el teatro ha llegado a un segmento de población diferente... gente que ni siquiera había entrado al teatro Nacional y se han maravillado. Esta obra es un antes y un después en el teatro musical, y teatro local, completamente hecho en Panamá, yo soy arreglista de los coros, voces, armonías, toda construida en Panamá, con una historia panameña, terminamos el 19 de mayo y luego vienen obras de broadway como Querido Evan Hansen, una obra sobre salud mental importante, viene Aida, no la de Giuseppe Verdi, sino de Disney, con música de Elton John que mucha gente la habrá visto hace unos 11 años se hizo, para un nuevo bloque de gente que está viendo teatros musicales en Panamá. “Hay mucha actividad, así que, a consumiendo arte, que es lo que necesita nuestro país.”, concluye.

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