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- 06/01/2024 00:00
- 05/01/2024 22:48
Abordar el tema de la movilidad es uno de los componentes más desafiantes al escribir sobre las dinámicas urbanas en Panamá. A diferencia de otros aspectos del desarrollo urbano, como la actividad inmobiliaria, el crecimiento de la huella urbana, la demografía o los aspectos socioeconómicos de la población, donde se cuenta con diversas fuentes de datos, la movilidad enfrenta una limitada disponibilidad de datos accesibles.
Las series estadísticas más completas están disponibles en la página web del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec). Esta entidad publica datos anuales sobre accidentes de tránsito a nivel de provincia, distrito y corregimiento, la longitud de la red vial por tipo de superficie a nivel nacional, el número de automóviles en circulación por tipo de placa y provincia, y la cantidad de pasajeros transportados mensual y anualmente por los servicios de Metro y Metrobús.
Metrobús publica la localización de sus paradas y rutas de buses, ofreciendo un portal en su sitio web para consultar esta información de manera dinámica. Sin embargo, no proporciona datos sobre cómo los usuarios utilizan estos servicios. Por su parte, Metro de Panamá solo publica datos agregados sobre el uso mensual de las líneas de metro. Con los censos de población y vivienda se logra obtener el dato de cuántos hogares poseen autos desde al menos 1990.
Para una perspectiva más detallada sobre la dinámica del transporte urbano, al menos en la ciudad de Panamá, la única fuente disponible de datos son los estudios realizados por Metro de Panamá. El estudio principal sobre movilidad urbana de la capital es el Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable para el Área Metropolitana de Panamá, elaborado en 2015. Este estudio ofrece un diagnóstico institucional y caracteriza el transporte público, el transporte particular, la movilidad no motorizada y la infraestructura vial, además de plantear escenarios para el desarrollo de un sistema de transporte público metropolitano.
Otro hito en el análisis de la movilidad urbana en Panamá es el Plan Maestro de la Red del Metro de Panamá y los estudios de planificación urbanística asociados a la construcción de las líneas 1, 2 y 3 del Metro. Elaborado en 2015, este plan tenía como objetivos caracterizar física, socioeconómica, urbana y de transporte cada uno de los corredores estudiados, validar el trazado preliminar y la ubicación de las estaciones, con énfasis en las líneas 2A, 4 y 5, y desarrollar estimaciones de la demanda futura de transporte hasta el año 2040.
Ambos estudios, el Pimus y el Plan Maestro de la Red del Metro de Panamá, junto con estudios complementarios para la planificación de las líneas 1, 2 y 3 del Metro, son referencias clave para describir el estado actual de la movilidad urbana en la ciudad de Panamá. Estos estudios cubren un periodo que va desde 2015 hasta 2020, año en que se finalizó el último estudio para la planificación del Metrocable en San Miguelito. No se han encontrado referencias más actualizadas para ofrecer un panorama completo sobre la movilidad en Panamá.
Es probable que las entidades encargadas de la infraestructura, el sistema y el servicio de transporte público y privado en Panamá dispongan de sistemas de información para la gestión de la movilidad urbana. Sin embargo, la dificultad mencionada al inicio de este artículo se refiere a la disponibilidad de esos datos para actores externos como la ciudadanía, la sociedad civil, la academia o el sector privado.
La creación de una plataforma de información que integre los datos de los distintos componentes del sistema de transporte y movilidad urbana es una demanda de la sociedad civil. Se refleja en políticas de transparencia y datos abiertos promovidas tanto a nivel nacional como en la región latinoamericana. Un sistema de información integrado facilitaría la construcción de una visión global sobre la movilidad, sus avances y necesidades.
Este sistema debería incorporar datos de al menos tres componentes: la infraestructura de transporte, los servicios de movilidad existentes y sus proveedores, y las dinámicas de utilización por parte de los usuarios. La conformación de este sistema requiere coordinación interinstitucional entre los diversos actores involucrados y la obligación de que las instituciones generen los datos fundamentales, que, como se verá a continuación, en muchos casos no se recopilan.
En términos de lo que se refiere a la infraestructura de transporte, un sistema de información sobre la movilidad debería incorporar datos de la red vial –su estado, jerarquía y nomenclatura–; de las aceras, su estado y disponibilidad; de los espacios disponibles para estacionamiento; del equipamiento para transporte público –que incluye estaciones de metro, zonas pagas, piqueras y paradas sobre la señalización vertical y horizontal–; de los sensores y semáforos.
En lo que respecta a los servicios de movilidad, esto incluye los prestadores de servicio, se requiere de contar con información que permita determinar el número de prestadores, las rutas que cubren, la flota existente, la frecuencia del servicio, las tarifas que cobran. En un sistema de transporte público que se caracteriza por su informalidad, estos datos se requieren con notable urgencia.
Por último están los datos sobre las dinámicas de uso del transporte público y la movilidad privada, por parte de los usuarios del sistema. Estos datos incluyen indicadores como los motivos de viaje, frecuencia y modalidades utilizadas, puntos de origen y destino, tiempo utilizado en la movilización diaria, gasto de los individuos en transporte, entre otros. A este grupo de indicadores antes mencionado hay que incorporarle aquellos datos que se requieren para medir condiciones del sistema de transporte, como su nivel de congestión, las emisiones de gases de efecto invernadero, la ocurrencia de accidentes de tráfico y el nivel de multimodalidad.
En el contexto actual, donde la movilidad urbana en Panamá se enfrenta a desafíos crecientes, la disponibilidad de datos detallados y actualizados es un derecho para los usuarios del transporte. Estos datos no solo mejoran la experiencia del usuario –al proporcionar información en tiempo real sobre rutas, horarios y alternativas de transporte–, sino que también fomentan una mayor responsabilidad y rendición de cuentas de las autoridades y proveedores de servicios de transporte.
Desde la perspectiva de la planificación urbana, los datos sobre movilidad son indispensables para diseñar urbes más eficientes y sostenibles. Con una visión clara, basada en datos reales, se pueden tomar decisiones que no solo mejoren la eficiencia del transporte urbano y sus inversiones, sino que también contribuyan a la reducción de la huella de carbono, la seguridad vial y la equidad en el acceso al transporte.