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- 09/10/2016 02:00
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La calle Demetrio Brid, en el Casco Antiguo mantiene, la tranquilidad que años atrás tenía el barrio de San Felipe. Un poco apartada de las plazas principales y bordeando el mar, guarda un espacio que resulta acogedor, a pesar de encontrarse en un centro urbano.
En la esquina con la Calle octava, nos recibe el chef español Juan José Sánchez, Juanjo. Desde hace un par de semanas atiende en el restaurante Cascomar, que alberga siete mesas en su salón principal y ocho en la terraza cruzando la calle. El mobiliario es sencillo y cómodo. Se mantiene un ambiente de antaño, portales que permiten la entrada de la luz, una pared de piedra, paredes limpias...
Juanjo vino desde Madrid. Unos amigos, socios de Cascomar, le hicieron la propuesta de encargarse de la cocina de este lugar. La idea, dice, es ofrecer tapas españolas, un concepto ya conocido, pero de una manera distinta, según Sánchez, ‘más creativa'.
‘La gente demanda tapas porque no quiere llenarse. Se cena menos que lo que se come', asegura. Entonces se le ofrece a los comensales la posibilidad de comer variado, pero en una cantidad menor y claro, acompañarse con unas cañas, unas copas de vino o algunos cocteles.
Cascomar abre sus puertas a las 6 de la tarde, aunque a eso de las 4, ya la terraza va tomando forma para que aquellos que quieren empezar con unas bebidas y aperitivos encuentren todo a punto.
Los domingos empiezan desde el mediodía porque es día de paella. Se disfruta de la tarde y también se cierra temprano.
‘Con tres o cuatro tapas y una paella para dos —donde comen hasta tres— se pasa bien la tarde, en familia', dice Sánchez.
‘En Cascomar encontrará las clásicas tapas españolas. Sabores conocidos, con un atractivo emplatado y algunos giros inesperados.
La carta, aunque tiene una sola cara, no podemos decir que está despoblada. Como lo indica el chef, las tapas son la oferta más contundente y ofrece algunos clásicos como las croquetas de jamón ibérico, que en pocos días se han convertido en las favoritas de los comensales, así como el pulpo a la gallega, pimientos de piquillo rellenos de brandada de corvina, huevos rotos con jamón ibérico y chips de berenjena.
Además, se puede disfrutar de unas almejas a la marinera, el ceviche de corvina, las gambas al ajillo, las patatas bravas y la clásica tortilla española. También unos calamares a la andaluza, chorizos a la sidra, el gazpacho andaluz y tablas de quesos y de embutidos.
Para quienes buscan algo ligero, tres ensaladas: de jamón y rulo de cabra, de queso azul y frutos secos, y la ensalada Cascomar, com aguacate, cebolla, tomates cherry y rúcula.
No podían faltar los arroces: la paella señoret, la paella mixta, de verduras, arroz negro y un arroz meloso de langosta.
Pero si el apetito es más grande, hay a disposición platos fuertes como el solomillo acompañado de verduritas, el entrecot con papas fritas y una brocheta de solomillo y pechuga de pollo grillada.
Quienes se decantan por los mariscos podrán disfrutar del atún en compota de tomate al romero, la pesca del día en jugo de gambas y acelgas, el salmón a la plancha con mantequilla negra, alcaparras y trigueros; unos langostinos perfumados con ajo y perejil, pulpo grillado sobre lecho de garbanzos fritos y la langosta a la parrilla.
De postre, torrijas con caramelo acompañadas con helado de vainilla, brownie con reducción de frutos rojos y helado de yogurt y otro clásico, el arroz con leche.
Le animamos a preguntar por algún especial que estará disponible, aunque fuera del menú.
Más adelante, el público decidirá qué platos se mantienen y qué cambios se van dando periódicamente en la carta. Esto dependerá también de la oferta en el mercado.
‘Me encanta ir al mercado de abastos o del marisco, siempre es bueno echar un vistazo al producto que hay disponible y que está fresco, pero del supermercado, he de decir que los precios están bastante altos en comparación con Madrid', se atreve a confirmar. ‘Es cuestión de ajustarse y la verdad, no nos podemos quejar. Nos ha ido muy bien', afirma el chef.
Sánchez estima que en un par de meses estará ofreciendo almuerzos, pero no en el formato de menú ejecutivo (una sola opción al día), más bien unos tres entrantes y tres o cuatro segundos de los que se pueda escoger.
La oferta de vinos es variada, así como de cervezas, rones, vodkas y ginebras.
La completan la sangría, el tinto de verano, el agua de Valencia y sabores de la coctelería clásica como el Negroni, la margarita, el Cuba libre y tantos más.