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Escasez hídrica y acceso al agua potable en la periferia de ciudad de Panamá
- 20/01/2024 11:19
- 19/01/2024 22:29
El acceso al agua es un derecho humano esencial, pero lamentablemente, millones de personas en todo el mundo siguen luchando contra la escasez de agua.
De acuerdo con el artículo, ‘Futura escasez mundial de agua urbana y posibles soluciones’, publicado en la Revista Nature en agosto de 2021, en 2016, 933 millones de personas, -equivalentes al 32.5% de la población urbana global-, se vieron afectadas por la falta de acceso a este recurso vital. De ese número, 359 millones enfrentaron escasez de agua de forma continua, mientras que 573 millones experimentaron esta crisis estacionalmente.
A medida que proyectamos nuestro futuro hacia 2050, las cifras son aún más alarmantes. Se espera que, entre 1.693 y 2.373 mil millones de personas, que representan entre el 35% y el 51% de la población urbana global, se vean afectadas por la escasez de agua. India se llevará la peor parte, con un aumento de 153 a 422 millones de personas en áreas urbanas con escasez de agua.
Este problema no es exclusivo de una región o país en particular; afecta a ciudades grandes y pequeñas en todo el mundo. De las 526 grandes ciudades con una población superior al millón de habitantes, 193, es decir, el 36.7%, se encuentran en regiones con escasez de agua, ya sea perenne o estacional. Entre estas, 10 a 20 son consideradas megaciudades, lo que significa que tendrán que lidiar con la escasez de agua en el futuro cercano. Entre las megaciudades en riesgo se encuentran Los Ángeles, Moscú, Lahore, Delhi, Bangalore, Beijing, Ciudad de México, Estambul y Karachi, cada una con sus propios desafíos únicos.
Pero, ¿cuáles son los factores que contribuyen a esta creciente crisis de escasez de agua en las áreas urbanas del globo? Dos factores están impulsando esta tendencia. En primer lugar, el aumento constante de la población, la urbanización acelerada y el desarrollo económico incrementarán la demanda de agua, lo que llevará a un aumento adicional de aproximadamente 0.990 mil millones de personas que enfrentarán escasez de agua. Esto representa un impactante 87.5% del aumento total previsto.
En segundo lugar, el cambio climático se perfila como un factor determinante. Se proyecta que el cambio climático alterará significativamente la disponibilidad de agua en todo el mundo. Este fenómeno aumentará el número de personas que se encontrarán en áreas urbanas con escasez de agua en al menos 52 millones. Aunque este número puede parecer relativamente pequeño en comparación con la población total afectada, no podemos subestimar su impacto.
El cambio climático representa aproximadamente el 4.6% del aumento total previsto, y sus efectos pueden ser devastadores para las comunidades ya vulnerables.
En Panamá, la crisis del suministro de agua se manifiesta de manera concreta en el acceso diario al agua potable en los barrios periféricos de la ciudad. De acuerdo con datos del censo de población y vivienda 2023, hay 7,733 viviendas en la ciudad de Panamá que carecen completamente de acceso a agua potable. Esta cifra representa el 1.4% de las 520,882 viviendas en la ciudad de Panamá.
La situación del suministro de agua en la Ciudad de Panamá se torna particularmente crítica durante la estación seca. Durante este período, se reporta que 19,381 viviendas reciben agua potable únicamente durante seis horas al día. Además, otras 17,763 viviendas enfrentan una restricción aún mayor, accediendo al agua potable solo entre uno y tres días a la semana. Esta marcada limitación en el suministro de agua no solo deteriora significativamente la calidad de vida diaria de los residentes, sino que también representa un grave desafío para mantener adecuados niveles de salud e higiene.
Sorprendentemente, el suministro de agua potable afecta con mayor gravedad a comunidades cercanas a las potabilizadoras existentes en la ciudad. Por ejemplo, cerca de la planta potabilizadora de Chilibre, de las 25,226 viviendas existentes, 7,977 enfrentan restricciones en el acceso al agua potable durante la estación seca. En las zonas aledañas a la potabilizadora de Cabra, 9,375 de las 41,486 viviendas experimentan una situación parecida. Asimismo, en las áreas próximas a la potabilizadora de Pacora, 2,254 de las 11,561 viviendas en este sector padecen limitaciones similares en el suministro de agua. Estos datos resaltan la disparidad en el acceso al agua potable en distintas regiones de la Ciudad de Panamá.
Para mitigar este problema, las comunidades quedan dependientes de los camiones cisterna que contrata el IDAAN para suministrarles agua potable, o a la compra de agua embotellada. De acuerdo con los datos del censo de población y vivienda 2023, un total de 2,650 viviendas se abastecen de agua potable mediante cisternas, mientras que otras 4,299 dependen del suministro de agua en botellas en la ciudad de Panamá.
Los problemas de abastecimiento se ven agravados por el mal funcionamiento de potabilizadoras como la de Cabra. Por ejemplo, en abril de 2023, la producción de agua de la planta se redujo a un 60% debido a los bajos niveles de agua en el Río Cabra, afectando a más de 15 comunidades que dependen de su suministro. En septiembre de 2022, esta misma planta se vio afectada por daños debido a las lluvias, lo que resultó en la suspensión del suministro de agua potable en varios sectores de Pacora.
En noviembre de 2023, los residentes de Condado Real y San Martín en el corregimiento de Pacora, molestos por la falta de agua potable, se enfrentaron con miembros de control de multitudes de la Policía Nacional, cerrando las vías de acceso como medida de presión. En septiembre de 2022, la falta de suministro de agua potable en sectores de Pacora, debido a daños en la planta potabilizadora de Cabra, llevó a los moradores a cerrar calles y demandar soluciones. Estas manifestaciones subrayan la frustración y el impacto significativo de la falta de agua en la vida cotidiana de las comunidades en áreas periféricas.
Para garantizar el acceso humano al agua, es crítico implementar una estrategia integral y urgente. Esta debe incluir inversiones significativas en infraestructura para incrementar la producción y eficiencia de las redes de acueductos. Asimismo, es vital adoptar normativas y programas de estímulo que promuevan la transformación hacia un consumo responsable, equipando hogares con dispositivos que minimicen el uso del agua.
Además, se requiere una planificación territorial que ponga coto a la expansión urbana descontrolada, un factor clave que complica la provisión eficiente de agua potable. La falta de acción rápida en estas áreas podría agravar severamente la crisis hídrica, subrayando la necesidad de medidas inmediatas y decisivas en vista de los retos a los que nos enfrentamos con el cambio climático.