En un viaje desde el centro de mi corazón

En una mágica noche de navidad la tenue brisa del Cerro Cabra me recuerda lo espontaneo de tu mirada. Esa figura de princesa es el viaje de mi corazón a cada búsqueda de trabajo, aunque esta sea un retroceso a mi humilde profesión de maestro. Hoy en día las deudas son una llamada que suplica tu perdón. Una llamada que solo se saciara al escuchar tu dulce voz.

No ha sido fácil en esta vida de escritor ver el desprecio de algunos letrados, solo por encajar en su mundo retorcido de reglas y estereotipos. El viaje al centro de tu corazón ha pasado por la fortuna de buenos discípulos y también la pena de ciertos súbditos no tan agradecidos. Con una actitud pasado de rosca, al que mal o bien servicio presto a sus descendientes, hoy mi vivencia pasa entre recordar a esa musa encantada. Esa que me cautiva con sus ojos de esmeralda inserta en lo más profundo de mi epidermis. Donde estes ingeniera de corazones suplico tu escucha atenta.

Te siento más cerca que nunca, pero con un amor fraternal y puro. No un amor de novios. Es este mismo amor que me lleva a sentir felicidad cada noche solo por verte sonreír en mi ordenador junto a tu proyecto de vida. Te lo mereces. Mi experiencia como profesor fue dura, llena de ‘bulliyng’ y personas ingratas que pisotearon cada buena acción llevada con mis alumnos. He pensado muchas cosas, pero tu amor me sostiene. Igualmente me sostiene mi amor al creador del universo y a su palabra.

Este viaje de letras ha sido solo con tu recuerdo. Es una película que transcurre en medio de la llanura con los sentimientos de mi mochila cargada de ideas. Igualmente, quiero pedirte en este viaje perdón por no ser del todo sincero sobre mi pasado y lo caótico de mi vida. Quiero hablar contigo de tantas cosas, pero lo que más me hurgue platicar contigo es sobre mi situación laboral. Ojalá amada mía puedas leer esta carta que escribo desde lo más profundo de mi corazón. Quisiera que me acompañes en mis logros y derrotas. Más que todo que seas mi hermana. Así como me lo dijiste un día.

Te lo expresa un hombre necesitado por trabajo. Tu sola lo entenderás cuando me escuches. Estas últimas semanas han sido difíciles entre pensar aprender una habilidad técnica como fontanero o salonero y causar un estrés muy grande al no poder ejercer la profesión aprendida por una situación emocional. Te quiero mucho. Estés donde estés.