Smart Cities

El próximo 26 de septiembre, la plataforma 'Panamá en Positivo' y La Estrella de Panamá presentarán el Foro Smart Cities. Tendremos expositores de alto calibre, tanto nacionales como internacionales. Para que tengas una idea del tema, en este momento la smart city (ciudad inteligente) número uno del mundo es Londres. Estas localidades se convierten en ciudades inteligentes cuando la inversión social, el capital humano, las comunicaciones y las infraestructuras conviven de forma armónica con el desarrollo económico sostenible, apoyándose en el uso y la modernización de nuevas tecnologías, dando como resultado una mejor calidad de vida y buen uso de los recursos naturales, a través de la acción participativa y el compromiso de todos los ciudadanos.

Lastimosamente, en los primeros diez puestos del ranking mundial no se encuentra ninguna ciudad de Latinoamérica. ¿Qué tenemos que hacer? No existen unos requisitos específicos que concedan el “título” de ciudad inteligente a una ciudad determinada. Sin embargo, por lo que he podido estudiar, estas serían algunas de ellas: integración de la tecnología  de sus infraestructuras, suministro energético y servicios de transporte; gestión eficiente  de la economía y de los recursos materiales; planificación urbana  coherente; accesibilidad urbana y movilidad para todos por igual; uso de las tecnologías de la información y la comunicación; innovación tecnológica y arquitectónica que aumenten la  calidad de vida; compromiso y respeto con el medio ambiente; colaboración activa entre la administración pública y los ciudadanos; apertura y transparencia de los datos.

Algunos ejemplos de ciudades que han cubierto las expectativas en estas áreas, además de Londres, son Nueva York, Ámsterdam y París. En Latinoamérica, Santiago de Chile y Buenos Aires, en los puestos 80 y 85, respectivamente, son las dos únicas ciudades del hemisferio que aparecen en el listado. Estos países tienen previsto invertir en la mejora de sus subsistemas actuales,   con proyectos centrados en reforzar las infraestructuras, el transporte, la gestión integral de sus edificios y la energía limpia. Las ciudades del futuro están más próximas de lo que creemos y es fundamental que profesionales y empresas estén preparados para aprovechar al máximo las nuevas oportunidades de negocio.