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- 16/04/2024 00:00
- 15/04/2024 20:40
Una de las funciones del teatro, al igual que el resto de las artes, es exponer una realidad que debe ser contada para que la sociedad tome nota de ella. La presentación de la obra ‘Diario de un loco’ por el actor Abdiel Tapia, que se llevará a cabo en el Teatro Anita Villalaz este próximo jueves 18 de abril a las 9:00 pm como parte de la celebración del Festival de Artes Escénicas (FAE), busca este mismo propósito.
La trama se centra en la historia de un funcionario, asistente de su jefe, que conoce a la hija de este y queda perdidamente enamorado de ella en una especie de idilio hechizante. Sumido en la más absoluta soledad, él presenta un cuadro de esquizofrenia en el que experimenta un mundo de ideas y pretensiones hasta perder la razón de acuerdo al cuento escrito por el célebre autor ruso de origen ucraniano Nicolai Gogol, que también muestra una crítica hacia la intolerancia del ser humano y la falta de empatía de la sociedad hacia los que sufren las enfermedades mentales.
En conversación con La Estrella de Panamá, Tapia explicó que la obra relata a un personaje cuya vida rutinaria y monótona se ve interrumpida con la obsesión que él tiene con la hija de su jefe, un hombre que tiene la percepción de que no está en el lugar que debería estar además de formar parte de un distinto tipo de clase social a la que él tiene, producto de un aislamiento social que lo mantiene desconectado de la realidad.
“Poco a poco, la obra va mostrando como él se va degradando mentalmente en estas ideas que él tiene sobre su existencia. Incluso, él llega a pensar que más adelante en la obra, él es el Rey de España porque en ese país el trono está vacante y sufre la desilusión de que la hija de su jefe se va a casar con otro. Entonces más que todo, la obra trata sobre el declive mental y emocional de una persona por lo que él piensa que debería ser y cómo él percibe la sociedad que está a su alrededor. En el momento en el que se escribió la historia, en el siglo XIX, no se tenían las definiciones científicas y médicas sobre los trastornos mentales pero, dentro de sus características, él entra en lo que se puede considerar hoy como un trastorno de esquizofrenia”, resumió.
Es así que el público verá cómo el personaje se autodestruye por su percepción del mundo tal como lo sufrió el autor Gogol, quien murió joven a los 42 años y ya exhibía un comportamiento de estas características. “Yo uso la obra para hablar de los trastornos psiquiátricos y cómo el hecho de que la sociedad no le preste atención a estas cosas contribuye a la profundización del problema porque simplemente lo ve como una tontería o lo que entre comillas se dice como una ‘locura’”, agregó Tapia.
El montaje de la obra permite ver a la audiencia cómo después el personaje entra en una espiral de sufrimiento en una historia que busca que los espectadores piensen, reflexionen y abran sus mentes hacia las personas que tienen alrededor además de prestarse atención a sí mismos sobre sus propios comportamientos y sus propias decisiones.
“Es probado que ni la sociedad ni el Estado le da la importancia que debería tener la salud mental. El cuerpo no se enferma solamente en su estructura física, se enferma también en el alma y en el espíritu, y al ser esas cosas intangibles, la gente piensa que son voluntarias y no necesitan atención. Las enfermedades de la mente, del alma y del espíritu son también enfermedades. Son también trastornos. No existe una política de salud ni de ningún tipo por parte del Estado que se encamine a tratar esos trastornos. De hecho, en Panamá es súper difícil conseguir una cita médica en las instituciones públicas cuando se trata de temas de psiquiatría y no hay espacios para esos tratamientos. Aquí hay una realidad que se asemeja a cómo vivíamos en el siglo XIX o en la Edad Media sobre estos temas. Por ello, sí hace falta que se hable sobre ello a través del arte y eso es lo que nosotros pretendemos pensando el teatro como una herramienta de incidencia social”, dijo.
Esta no es la primera vez en la que Tapia presenta esta obra. En el año 2010, la presentó en el FAE con un enfoque más dirigido hacia la política y la discriminación dada la flexibilidad del montaje que aporta el texto literario de Gogol.
“En esta ocasión decido enfocarme en el desarrollo espiritual del personaje y lo hago porque estamos viviendo en un contexto particular que tiene lugar luego de la pandemia. Los trastornos mentales y del alma, como yo los llamo, son más notorios porque el aislamiento que tuvimos que pasar producto de la pandemia y todas las pérdidas que implicó la misma llevaron a un rompimiento de muchas cosas en la sociedad. Dentro de ello está el rompimiento de la misma persona porque se perdieron muchas cosas en el tiempo del aislamiento. Por ejemplo, aquellas personas que no tenían a nadie así como otros que tenían el acto de salir a trabajar diariamente como una forma de tener contacto con la sociedad. Al estar aislados y encontrarse ellos mismos, muchas personas perdieron su ancla emocional además de su trabajo, entre otras cosas, y ahora se encuentran en un estado mental crítico. Esto llevó a una apertura para la conversación de estos temas”, señaló.
Esta es la razón por la que Tapia decide presentar ‘El diario de un loco’, en un énfasis y un montaje dirigidos a la salud mental, y con un propósito similar que también lo llevó a poner en escena la obra ‘Un corazón delator’ del estadounidense Edgar Allan Poe, en los años 2022 y 2023.
Con el fin de derribar los tabúes en torno al salud mental, al término de la obra se abrirá un espacio de conversación sobre el tema de una forma abierta y dinámica.