Tecnología contra las brechas educativas

Un grupo de niños y docentes de escuelas rurales ubicadas en el distrito de Barú, uno de los extremos más alejados al occidente del país, es un claro ejemplo de compromiso, innovación y perseverancia, desarrollando exitosas experiencias en la primera feria tecnológica “Innovación, creación y aprendizaje de las ciencias de la computación”, realizada en los terrenos de la Feria San Antonio, Puerto Armuelles, provincia de Chiriquí.

Esta iniciativa fue organizada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), con el apoyo del Ministerio de Educación (Meduca) y la empresa Petroterminal S.A., para crear nuevas oportunidades en las zonas rurales y escuelas multigrado de este distrito, y desarrollar habilidades tecnológicas en programación y codificación dentro de las aulas de clases.

Es el primer encuentro que han tenido los estudiantes con respecto a las ciencias de la computación para conocer, asimilar e intervenir en debates sobre la relación entre la tecnología, la informática y la sociedad.

En total participaron 14 escuelas multigrado y unigrado, entre ellas, escuela San Antonio, Brisas del Mar, Caña Blanca, Mellecitas, San Bartolo Límite, Puerto Balsa, Guanábano, Tres Brazos Baco, Márgenes de Corotú, Punta Burica, Quebrada de Tallo, Bella Vista y la escuela de Cuervito.

Aunque las escuelas rurales se caracterizan por tener un bajo número de alumnos, también pueden ofrecer una oportunidad interesante para desarrollar el potencial mental de los niños mediante el pensamiento de cooperación social.

Los docentes son capacitados en pensamiento computacional (PC), un componente interdisciplinario clave en la preparación de los estudiantes para que en el futuro constituyan una fuerza de trabajo globalmente competitiva.

Cuando los estudiantes desarrollan el pensamiento crítico y las habilidades de solución de problemas que les ofrece el PC, aumentan sus probabilidades de éxito en la educación secundaria y superior, al competir para optar por mejores puestos de trabajo.

La tecnología educativa proporciona a los escolares la posibilidad de descubrir sus potencialidades, facilita la adquisición de hábitos de estudio independiente y aporta recursos para resolver, con más calidad y en menor tiempo, las actividades independientes.

Además, contribuye a la socialización de los resultados del aprendizaje mediante el intercambio de opiniones y puntos de vista en el seno del colectivo estudiantil, la familia, la comunidad y otros grupos sociales.

Esto reafirma lo que señala la Unesco en el plan de acción de la Agenda de Educación 2030: “La tarea más importante de las escuelas es garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, además de promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida y para todos”.

Durante este evento académico el estudiantado presentó maquetas para ilustrar conceptos como lógica, secuenciación y algoritmos.

Los niños realizaron actividades basadas en conceptos matemáticos como la exploración de números binarios, el uso de mapas y grafos, y la criptografía, que es el arte y la ciencia de ocultar mensajes con códigos secretos o enigmáticos.

La experiencia de exponer al público actividades relacionadas con el plan de estudio de tecnología y de apropiarse del entendimiento de cómo trabajan las computadoras, les ayuda a los estudiantes a demostrar su capacidad en la resolución de problemas, creatividad, y de pensamiento en un contexto específico.

Emily Rodríguez, estudiante de la escuela de Baco, asegura que este tipo de oportunidades brindadas por la Senacyt les permite desarrollar un gran trabajo en equipo con sus compañeros sin importar las diferencias de edades en su aula de clases (una característica propia de escuelas multigrado), lo que ha hecho que su participación en la feria sea una experiencia asombrosa y está motivada a seguir aprendiendo de la ciencia y la tecnología.

Por otra parte, las escuelas participantes mantienen programas diversos con los robots educativos Rugged, Blue-bot, Mbot y VEX IQ, para enseñar ciencias de la computación de una manera más divertida en pleno siglo XXI.

Con ayuda de sus maestros, los niños explicaron y demostraron la función del robot programable 'Rugged', diseñado como un “todoterreno” para desafíos exigentes (arena, tierra y hierba).

Debido a sus características robustas, este robot puede ser utilizado por los estudiantes menores, proporcionándoles un acercamiento temprano al pensamiento computacional y sus habilidades conexas, como las destrezas matemáticas y funciones mentales concretas y abstractas.

Los estudiantes de edades iniciales no se quedaron atrás y presentaron sus grandes logros de programación con el robot Blue-bot, diseñado para niños a partir de 6 años que ya pueden aprender a programar mejor a través del uso de robots y tarjetas de recorrido, haciendo su primera programación dentro de una máquina computacional sin saber leer o escribir.

También implementaron conceptos del PC, como testear o el uso de algoritmos para llevar a cabo el desarrollo de las pruebas en papel puestas por sus maestros.

La Feria Tecnológica cumplió con éxito su propósito. El maestro Davis Sanjur, de la escuela de Baco, manifestó su agradecimiento por estas iniciativas que se desarrollan en áreas de difícil acceso, que priorizan la atención a las escuelas ubicadas en ese contexto, con el fin de fortalecer la asistencia a los escolares alejados de los centros urbanos, y así garantizar un nivel de calidad educativa que responda a las necesidades formativas de la educación primaria, independientemente del lugar donde residan los escolares.

La sistematización del uso de la tecnología educativa por los maestros es uno de los factores más influyentes en el logro de una enseñanza individualizada y colectiva, porque favorece el aprendizaje interactivo y promueve la actitud participativa y creadora del estudiantado.

Los escolares de la escuela multigrado cultivan su cultura y aprenden gradualmente los saberes acumulados por la sociedad.

Este tipo de esfuerzo los apropia de esos nuevos conocimientos que les aportan competencias comunicativas y recursos lingüísticos adecuados a las características de sus edades y niveles de aprendizajes adquiridos, alcanzando un elevado dominio de habilidades intelectuales y destrezas que los preparan para la vida.