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Aeropuerto de Tocumen: perspectivas y valorización de un nodo global
- 26/10/2024 00:00
- 25/10/2024 19:00
El Aeropuerto de Tocumen es la segunda infraestructura de mayor importancia del entramado logístico panameño, después del Canal de Panamá y su complejo portuario-ferroviario. Esta infraestructura hace tangible el valor estratégico de la ubicación geográfica de Panamá y del usufructo que de esta posición se puede obtener. De acuerdo con datos del Aeropuerto de Tocumen, esta terminal movilizó en 2023 unos 17.825.465 pasajeros y 208.573 toneladas métricas de carga.
Los estados financieros publicados por el Aeropuerto Internacional de Tocumen, S.A. (Aitsa) - empresa estatal que administra esta terminal desde 2003-, indican que el aeropuerto tiene un valor en libros de B/.1.859.556.624 (2023), incluyendo infraestructura, equipos y mobiliario.
Este reporte financiero resalta que “Tocumen mantiene rutas directas a aproximadamente 90 destinos, a través de 16 aerolíneas comerciales. Los mercados que generan mayores movimientos y conexiones en Tocumen son los de Sudamérica, que representan el 44 %, seguido de Norteamérica con el 28 %, del Caribe 12 %, Centroamérica 10 %, y los mercados europeos representan aproximadamente 5 %”.
El reporte de estados financieros indica además que “el crecimiento en cantidad de pasajeros y de su actividad comercial permitió que en 2023 los ingresos de Tocumen ascendieran a B/.265 millones. Estos ingresos serían aproximadamente 16 % superiores a los de 2022 que fueron de B/.229 millones. Del total de ingresos en 2023, B/.170 millones fueron ingresos aeronáuticos y 92 millones ingresos no aeronáuticos, es decir, derivados de actividades tales como concesiones de tiendas, restaurantes, alquileres, servicios y otros”.
A partir de 2004, la administración del Aeropuerto de Tocumen ha venido ejecutando un programa de expansión, que tiene dos ejes principales: 1) la ciudad aeropuerto, la cual está enfocada en dar respuesta a las demandas de los pasajeros y las aerolíneas comerciales; 2) carga y zona multimodal, con el fin de modernizar la terminal de carga y crear la primera ‘Zona Logística Estatal del Aeropuerto’.
En julio de 2022 se inauguró el principal componente del eje 1, la nueva Terminal 2, cuya construcción se inició en marzo de 2013. La T2 tuvo un costo de B/.917 millones de dólares, y permitió ampliar la capacidad existente de manejo de pasajeros en 10 millones al año. A esta inversión hay que añadirle la mejoras en las conexiones con la ciudad de Panamá a partir de la construcción de un nuevo viaducto de 5.5 kilómetros (2016) y la construcción de la estación del Metro Tocumen (2023).
Por el lado de la visión del nodo multimodal, se ha estado invirtiendo en la construcción de la zona logística, que inicialmente contará con 20 bodegas y funcionaría bajo el régimen de zona franca. Estas bodegas forman parte del Proyecto Tocumen Cargo City, que abarca un total de 124 hectáreas propiedad de Aitsa, atrayendo inversiones por más de 300 millones.
El proceso de ampliación continuará hasta 2040, cuando se espera que la terminal maneje unos 40 millones de pasajeros anuales. Para lograr esta capacidad, se tiene incluido en el plan de inversión del aeropuerto la construcción de dos nuevas pistas al sur de la pista existente, además de la ampliación de la Terminal 2 con nuevos módulos para pasajeros y la construcción de una nueva torre de control.
Al valor intrínseco del aeropuerto hay que añadirle el valor generado alrededor de este, debido a las inversiones en logística, residenciales y comerciales. Según la consultora inmobiliaria CBRE Panamá, para el segundo semestre de 2023, la zona de Panamá Este -en donde se encuentra el aeropuerto-, es la zona con mayor disponibilidad de espacios logísticos de la ciudad de Panamá, con 602,620 metros cuadrados, así como el mayor metraje en construcción con 20 mil metros cuadrados, los cuales se alquilan entre B/.5 y B/.10 el metro cuadrado al mes.
Un informe preparado por el Consorcio PM Terminal Sur -adjunto a los estados financieros de Tocumen en 2016-, es optimista al señalar que “el tráfico del aeropuerto ha crecido de manera sostenida en los últimos 10 años, tanto en volumen total como en destinos ofrecidos”. Esta previsión se ve reafirmada luego de que la Official Aviation Guide ubicó al aeropuerto de Tocumen entre los cinco de mejor conectividad internacional en América Latina y el Caribe, y entre los 50 megahubs aeroportuarios más importantes del mundo en 2024.
El Aeropuerto de Tocumen destaca, según el informe del Consorcio PM Terminal Sur, por su ubicación estratégica y clima favorable, lo que le permite operar con menos interrupciones y ofrecer ventajas operativas respecto a aeropuertos en mayor altitud, como Bogotá y Ciudad de México, al permitir despegues con mayor carga y mejor visibilidad en condiciones climáticas adversas.
Los dos principales retos para el desarrollo de esta ampliación consisten en armonizar la relación del Aeropuerto de Tocumen con su entorno natural y urbano. En lo que respecta al entorno natural, se debe resolver el desafío de las inundaciones recurrentes que afectan al sector del río Tocumen, en un contexto donde las precipitaciones se hacen más intensas en un menor tiempo debido al cambio climático.
El aumento del nivel del mar es otra amenaza que se prevé afectará las áreas a utilizar para la construcción de las dos nuevas pistas, lo que obligará a incorporar soluciones a este tema como parte del desarrollo de estas dos nuevas pistas.
El Aeropuerto de Tocumen enfrenta el reto de integrarse con su entorno urbano, rodeado por urbanizaciones y asentamientos informales hacia el norte, este y oeste, además de la propuesta de un desarrollo real estate hacia el sur. La ampliación del aeropuerto ha impulsado la construcción de espacios logísticos alrededor de las vías que lo conectan con la ciudad, de forma dispersa y desarticulada. La propuesta conexión con el futuro tren Panamá- Costa Rica, pone de relieve la importancia de la conectividad del aeropuerto con el resto del país.
Estas presiones deberían promover la realización de un Plan Parcial de Ordenamiento Territorial, que permita generar los espacios urbanos que se requieren para que el aeropuerto logre concretar la visión de generar una subregión dentro de la ciudad de Panamá, “cuya infraestructura, uso de suelo y economía estén centradas en el aeropuerto”, y en que los pobladores que residen en la zona se benefician de la actividad económica que se genera.
El Aeropuerto de Tocumen, pieza clave de la plataforma de servicios, tiene un enorme valor estratégico para el país. En este sentido, el reporte del Consorcio PM Terminal Sur (2016) recalca las ventajas que representa su administración desde lo público al indicar que, “como empresa estatal, Tocumen, S.A. no enfrenta la obligación de inversiones forzadas ni la presión de depreciación contable que limita a operadores privados, lo que le otorga mayor flexibilidad en su plan de inversión”. Si en todas las métricas, el Aeropuerto de Tocumen en manos estatales parece ser un buen negocio, la pregunta que queda por hacer es ¿qué beneficios traería concesionarlo?