Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
Un día de civismo y patriotismo
- 06/05/2024 00:05
- 05/05/2024 23:34
El 5 de mayo de 2024, la mirada del mundo se centró en Panamá. Las agencias de noticias y los medios internacionales reportaban lo que acontecía en las calles del país: “Elecciones en Panamá, la figura más prominente de la contienda no está en la boleta”, titulaba el The New York Times, uno de los más influyentes de Estados Unidos. “Panamá va a las urnas en una de las elecciones más complicadas de su historia”, reportaba EFE.
Los panameños iban a las urnas en un contexto adverso: la baja de la calificación crediticia y un pronóstico de disminución del crecimiento económico. En medio de una sequía extrema que ha obligado a reducir los tránsitos del Canal y el alto déficit de las pensiones de la Caja de Seguro Social.
Pero lo hicieron con civismo, patriotismo, organización y transparencia, y con la cifra de participación más alta de la historia del país, enviando un mensaje claro. “Viva la democracia”, dijo Antonio Pérez (51 años), un elector de la Escuela Vocacional de Chapala, al ser consultado sobre el desarrollo del proceso electoral. “No dormí. No he dormido en 36 horas. Tenía una enorme responsabilidad con el voto. Mi país necesita un cambio, sobre todo, Colón”, dijo Enirad Domínguez, una jovencita de 24 años.
El Tribunal Electoral, la institución garante del proceso electoral, reportó un 77% de participación ciudadana. Así, el país del Canal, una de las economías de más rápido crecimiento en el hemisferio occidental, escogió en una sola vuelta a un nuevo líder. Uno que lo representará por los próximos cinco años y que fue quien recibió la mayor cantidad de votos.
La jornada electoral empezó a las 7 de la mañana. A las 6:30, las escuelas estaban repletas de electores esperando que se abrieran las puertas y las mesas de votación. Los jóvenes y los adultos hacían largas filas para recibir las papeletas de votación con los nombres e imágenes de los hombres y mujeres que querían representarlos en las funciones públicas. Un sol radiante los acompañó todo el día: 38° C.
Aunque, no faltaron las quejas por escasez de ventilación y luminosidad. Hubo quienes se quejaron por el insignificante tamaño de los números de mesas que complicaban la llegada a las urnas en la Escuela Vocacional de Chapala. “Esta un poco enredado. Hay mucho aglutinamiento de personas. Debían haber puesto el número de mesas a la vista”, comentó uno de los electores entrevistados por este diario. En otros sectores del país se reportaron papeletas de votación con una sola. Fuera de esto, el proceso electoral se desarrollaba con transparencia y sin incidentes.
Los observadores electorales internacionales lo confirmaban. Setenta personas de 19 nacionalidades daban cuenta del proceso. Susana Malcorra, jefa de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), resaltó la buena conducta y la transparencia del mismo.
Los adultos mayores, los jóvenes y las personas con discapacidad protagonizaron la elección: en sillas de ruedas, en andaderas, con bastones y apoyados por sus familiares se acercaron a sus centros de votación.
“Es una elección importante para mi país”, dijo con voz entrecortada y pausada, Jorge Mariscal, de 88 años, que acudió al entro de Convenciones Atlapa, donde en ciertos momentos no cabía ni un alfiler. Y donde los electores emitían el voto y luego socializaban con candidatos y se tomaban fotos para mostrarles su apoyo.
La presencia de niños y niñas era notable en los alrededores de los centros de votación. Ni siquiera las mascotas se quedaron en casa. Muchos perros acompañaron a sus amos en esta importante cita.
Los pequeños comerciantes no perdieron el tiempo. Aprovecharon el clima y la muchedumbre en el centro de convenciones para vender raspado, carne en palitos y otras cosas que entretenían el estómago mientras transcurrían las horas.
El ambiente de fiesta se esparcía por todo el país. Por las calles, los carros ondeaban las banderas de los diferentes partidos políticos. Los colores amarillos, azul, fushia, turquesa, rojo, blanco, azul, morado y naranja estaban por todos lados, en banderas, en sweteres, en toldas y en autos. Era un arcoiris político.
Las paradas de los buses estaban abarrotadas de usuarios que salieron a ejercer su derecho al sufragio. Otros querían llegar a sus hogares a seguir por la televisión, radio, redes sociales el desenvolvimiento del proceso electoral. En las calles cercanas a los centros de votación, los tranques eran interminables. Los partidos políticos habían asignado carros y busitos para acercar a los electores a las escuela.
Los ocho candidatos a convertirse en inquilinos del Palacio de Las Garzas de Panamá (José Raúl Mulino, Ricardo Lombana, Martín Torrijos, Rómulo Roux, José Gabriel Carrizo, Zulay Rodríguez, Melitón Arrocha y Maribel Gordón) eran los protagonistas de la fiesta. Acompañados de sus simpatizantes y en medio de consignas llegaban a las urnas. Las imágenes captadas por camarógrafos y fotógrafos recorrían las pantallas de los televisores y los medios digitales y redes sociales.
La tarde empezó a caer. Las horas fueron pasando. A las cuatro en punto concluyó el proceso de votación y empezó la quema de las papeletas no utilizadas.
Treinta minutos después el Sistema de Transmisión Extraoficial de Resultados (TER) empezó el conteo de los votos. A través de distintas vías – televisión, medios digitales y redes sociales – el panameño seguía, atento el proceso.
Dos horas después, los primeros resultados colocan a José Raúl Mulino del partido Realizando Metas (RM), con una ventaja de 10% sobre su más cercano contendor, Ricardo Lombaba del Movimiento Otro Camino (MOCA).
El expresidente Torrijos, abanderado del Partido Popular, quedaba relegado a una tercera posición. El empresario Rómulo Roux, que en la pasada elección ocupó el segundo puesto, tuvo que conformarse con una cuarta posición. Zulay Rodríguez que corrió por la libre postulación se posicionó en un quinto lugar, por encima del oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD), que abanderó a José Gabriel Carrizo. Maribel Gordón y Melitón Arrocha se disputaron los últimos puestos.
A las 7:50 de la noche, los primeros aspirantes a la presidencia empezaban a reconocer su derrota. Primero lo hizo Gordón. Luego Carrizo y así sucesivamente uno a uno. Media hora después había prácticamente una tendencia. En la sede de RM y Alianza, en el Hotel Sheraton, se sentían los aires de triunfo. El soberano, el pueblo, había decidido quién dirigirá sus destinos.