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- 15/06/2012 02:00
- 15/06/2012 02:00
PANAMÁ. La de ayer fue una noche de locos. El presidente, Ricardo Martinelli, llegó de su viaje a Suiza para acabar sin frenos con su lista de pendientes. Llamó a todos sus ministros y sin avisar a los medios, comenzaron a deliberar: a la polémica Sala Quinta de Instituciones de Garantía irán Liria Herrera, el exvicepresidente Arturo Vallarino y Anabelle Padilla.
En una noche, Martinelli terminó de condensar su mayoría en la Corte Suprema de Justicia (CSJ). De los 12 magistrados, siete han sido nombrados por él. Sólo lo supera Guillermo Endara Galimany, que en 1990 designó a los nueve integrantes del Palacio Gil Ponce.
Los magistrados fueron aprobados por la mayoría de los ministros, excepto por la de Educación, Lucy Molinar. Al ser consultado, Jorge Ricardo Fábrega, el titular de Gobierno, dio evasivas: ‘mañana hablamos...’ —dijo— como adelantando en clave morse la hecatombe que produjo la repentina decisión de la mesa del poder.
A Vallarino, muy cercano a la expresidenta Mireya Moscoso, lo sacó del derecho litigante, y a Anabelle Padilla, del Tribunal de Contrataciones Públicas, donde funge como magistrada vocal. No hay pistas sobre su experiencia en temas constitucionales.
Lilia Herrera, en tanto, es directora de Recursos Humanos de la Autoridad Marítima de Panamá, docente de Derecho Civil en la Universidad de Panamá y fue candidata a diputada en Arraiján por Cambio Democrático.
EL REPENTINO ASOMBRO
Las designaciones tomaron por sorpresa a todos los detractores de la Sala Quinta.
‘Es un retroceso democrático la forma como han escogido a estos magistrados’, consideró la directora de la Alianza Ciudadana Pro Justicia, Magaly Castillo.
No muy lejos de ese planteamiento reaccionó el abogado constitucionalista Miguel Antonio Bernal. Para él, ‘ es una vergüenza que (Herrera, Padilla y Vallarino) acepten los cargos para servir a los dictámenes del Ejecutivo’. Es un fraude, puntualizó.
‘Fue un capricho de Martinelli’, formuló Carlos Lee, de la sociedad civil organizada. Reiteró lo que todos han dicho hasta cansar, pero que les es imposible callar: ‘el presidente Martinelli, con la designación, ha desoído a la población con la reclamación de justicia’.
El nombramiento de los magistrados de la Sala Quinta se concretó coincidentalmente después de que los magistrados presidente y vicepresidente, Alejandro Moncada Luna y Harry Díaz, respectivamente, iniciaran una campaña.
‘NO HABRÁ INDEPENDENCIA’
Aunque el expresidente del Colegio de Abogados Rubén Elías Rodríguez asegura que no se debe demeritar la labor de los elegidos, reconoce que la designación no ayudará a resolver los problemas de justicia.
‘Eso deja un mal sabor a los juristas. No habrá independencia, porque tienen que pagar favor con favor’, manifestó.
Rodríguez delató incluso la estrategia del gobierno para apaciguar los reproches: ‘pusieron gente seria para que no los puedan criticar’.
‘Esta es la crónica de una muerte anunciada. Los magistrados harán lo que el presidente diga’, reaccionó tajante Mitchell Doens, secretario del PRD.
En el Partido Popular, la preocupación va más allá de quiénes son los nombrados. ‘Ellos llegan a usurpar la labor de la Corte Suprema de Justicia’, advierte Milton Henríquez.
El nombramiento de la Sala Quinta de Instituciones de Garantías tuvo lugar tras la controvertida decisión judicial de revivir esa dependencia de la Corte. Fue a través de un fallo que, según los expertos, pasó sobre el orden constitucional.
EL PODER CONDENSADO EN UN SOLO HOMBRE
Las reacciones por la decisión de Martinelli de darle vida a la Sala Quinta no pararon en las redes. Hubo de todos, menos del presidente Ricardo Martinelli, de algunos de sus ministros o diputados afines.
‘Siento un gran parecido de esta administración con la de 1987 (cuando surgió la Cruzada Civilista, en el principio del fin de la dictadura militar)’, advirtió en Twitter el diputado del Molirena Jorge Alberto Rosas.
El exmagistrado del Tribunal Electoral Guillermo Márquez Amado describió el qué pasará: Para Martinelli, dice, es una ‘herramienta de poder para pleno control de la Nación’.
Y ese control, para muchos, conduce a un solo objetivo, la reelección presidencial.
‘Los magistrados de Sala Quinta le dan la mayoría por nombrar al próximo magistrado del Tribunal Electoral y la posibilidad de aprobar reelección’, avisó el diputado panameñista José Luis Varela.
El Partido Panameñista se declaró anoche en sesión permanente para discutir el panorama actual. Al cierre de esta edición no había culminado el encuentro.
(Con información de Ivaneth González Garrido e Ismael Gordón Guerrel)