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- 16/08/2018 02:00
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Emelda Guerra era un niña cuando un maestro la invitó a participar en un concurso de oratoria enfocado en que la educación era una llave que abre muchas puertas. ‘El hombre es del tamaño de sus ideas, llega hasta donde sus pensamientos lo alcancen'.
Años después, en plena adolescencia, otra educadora la convocó para formar parte de la obra de teatro ‘Canción de cuna', cuya trama era la de una bebé abandonada criada por un grupo de monjas de un convento por solidaridad. Con estas ideas encontró en la educación la fórmula para mejorar su calidad de vida y en la solidaridad y la paz, un mensaje para compartir con el mundo.
Guerra ha recorrido el mundo promoviendo este legado. En 2016, fue nombrada embajadora de la paz. Hoy es promotora de las escuelas por la paz, un proyecto mundial que no solo lleva a las escuelas sino también a las instituciones. En entrevista con este medio compartió su visión sobre la violencia en el país, el rol de los medios de comunicación en la búsqueda de la paz y la importancia de una familia para formar individuos con valores.
¿CÓMO RECIBIÓ EL NOMBRAMIENTO DE EMBAJADORA DE LA PAZ?
Lo recibí en Ica, en Perú, en 2016, de parte de la Organización de las Américas para la Excelencia Educativa (Odaee). La organización impulsa el Paz Project, que reúne a aquellos docentes, directores, dueños y propietarios de instituciones educativas que promueven el desarrollo de la paz. También recluta a personalidades que en su país realizan diferentes actividades que conllevan a la práctica de una cultura de paz. Ellos investigaron sobre el trabajo que hago en mi tiempo libre de promover la paz social a través de conferencias, de proyectos educativos, de ayuda solidaria a las iglesias y a las personas abandonadas y me nombraron para embajadora de la paz.
¿HUBO ALGUNA EXPERIENCIA EN SU NIÑEZ O EN SU ADOLESCENCIA QUE MARCÓ ESE MODO DE VIDA?
‘El niño es una esponja que se está abriendo al conocimiento. Si no hay quién se dedique a su cuidado, llegan a las escuelas a reclamar espacio y atención que se les debe dar, porque son seres humanos en formación'.
Cuando era una niña mi maestro de tercer grado me permitió participar en un concurso de oratoria enfocado en todas las puertas que puede abrir las llaves de la educación, que el hombre es del tamaño de sus ideas y llega hasta donde sus pensamientos lo alcancen. Esa filosofía del concurso marcó mi vida porque soy una persona muy humilde en cuanto a recursos económicos.
Luego, en la escuela secundaria, tuve una profesora de español que me invitó a participar en la obra ‘Canción de cuna', cuya trama era la de una niña abandonada en las puertas de un convento de monjas quienes de manera solidaria querían cuidarla, pero no podían tener niños; pero se corrieron el riesgo y cuidaron a la niña y cuando grande fue una persona brillante aún sin conocer a sus padres. Esa obra la tengo en mi corazón y es la que me ha llevado a recorrer el mundo entero para predicar la paz.
¿QUÉ OPINIÓN TIENE SOBRE LA SITUACIÓN DE LA VIOLENCIA EN PANAMÁ?
Para mí es supremamente preocupante que en un país tan pacífico, querido y privilegiado, la violencia se esté dando en todos los niveles sociales. Y, sobre todo, me preocupa en mi campo, que es la educación. Siento y pienso que los padres están descuidando la primera educación que se debe dar a los niños, que es en valores, que es en el hogar. Los padres se van a trabajar y los dejan desde muy pequeños. El niño es una esponja que se está abriendo al conocimiento, al aprendizaje. Si no hay quién se dedique a su cuidado, llegan a las escuelas a reclamar espacio y atención que se les debe dar porque son seres humanos en formación.
¿QUÉ OCURRE CON ESTOS NIÑOS?
Los maestros que tienen tantos niños, entre 45 y hasta 50, van a querer hacer maravillas, pero si no tenemos por lo menos equipos tecnológicos adecuados para distraer, para integrar, para llamar la atención en el aprendizaje, y si no practicamos un tipo de lenguaje, conducta y actividades que conlleven a la paz, las escuelas se transforman en fábricas de violencia. Y es que cuando hace mucho calor, cuando no hay el recurso necesario, cuando todos esos niños exigen al maestro una enseñanza de calidad y el contenido programático tiene falencias, vemos que hay mucha indisciplina en las escuelas y esto trae consigo rasgos de violencia... Es alarmante el índice de conflictos escolares y esto está asociado a la deserción. Luego entonces, estos son los niños que forman las pandillas y los grupos que en cualquier esquina te atacan.
¿CÓMO MEZCLAR LA CULTURA DE LA PAZ CON LA EDUCACIÓN PARA TRANSFORMAR VIDAS DE NIÑOS Y JÓVENES?
Expuse el proyecto del diseño curricular para la enseñanza de la cultura de la paz en todos los niveles, desde la universidad, media y básica general. Es un proyecto mundial que consiste en que en el diseño curricular, que es en la filosofía educativa del país, se programen ejes de desarrollo para la cultura de la paz. La paz como proyecto de vida no se va a lograr de la noche a la mañana, sino que paulatinamente va alcanzándose.
¿CÓMO HA SIDO LA ACOGIDA DE ESTE PROYECTO EN PANAMÁ?
El proyecto se llama ‘Escuelas e instituciones para la cultura de la paz', integra iniciativas educativas en los currículos escolares.
¿CÓMO SE DA ESTE PROYECTO EN LA PRÁCTICA EN EL AULA?
El director, que es el gerente educativo, es la llave que cierra y abre las puertas de la paz y de la violencia. Empezamos primero capacitando a los directores, profesores y coordinadores. Luego ellos entre sí eligen el eje que desean desarrollar dentro de las aulas. Hay una serie de actividades programáticas e incentivadoras.
Los niños son semillas para el cultivo de la paz porque nosotros los adultos estamos formados y tenemos nuestras creencias internalizadas en el subconsciente. Pero los niños tienen el subconsciente como el pétalo de una rosa que abre poco a poco. Y si tú escribes en cada pétalo una palabra de paz, una de amor, que muchas veces necesitan, y por lo que buscan llamar la atención con la indisciplina, pero que en realidad lo que están es pidiendo auxilio, tendríamos niños distintos. En la escuela está el semillero, pero así como los niños deben capacitarse, los padres también deben hacerlo a través de las Escuelas para Padres, un programa del Ministerio de Educación.
ESTAMOS HABLANDO DE PAZ, PERO NUESTRA REALIDAD PARECE DISTINTA. VIVIMOS EN UN PAÍS CONVULSIONADO, EN EL QUE ENCONTRAMOS REACCIONES DE VIOLENCIA, ¿QUÉ ME DICE DE ESTO?
RESUMEN DE CARRERA
Es supervisora de alfabetización de jóvenes y adultos
Nombre: Emelda Guerra
Ocupación: Docente.
Resumen de su carrera: Es doctora en Diseños Curriculares. Tiene un máster en Gestión de Calidad y Planificación Educativa de Calidad, técnico en Administración Turística, maestría en Lingüística-correctora de textos oficiales. Cuenta, además, con una maestría en Literatura Hispana, post grado en Docencia Superior, técnico superior de Administración de Empresas Turísticas, entre otros. Ha recibido varias condecoraciones, entre ellas, doctorado honoris causa Veracruz 2010, doctorado honoris causa Cartagena de Indias 2011, Premio Gestora de Calidad Educativa en Barranquilla, etc.
Creo que es el estado en el que vive sumida la sociedad. Hay un desespero, un deseo incansable del poder adquisitivo, de poder querer tener y vivir una vida que no podemos llevar porque no hemos aprendido la cultura de planificar nuestros recursos para cubrir nuestros gastos sin estrés. La gente se siente que no le alcanza lo que gana y tienen que andar corriendo de un trabajo a otro y andan desesperados El estrés en Panamá es terrible en todos los niveles, tanto en los niños como en los padres y en la sociedad en general.
¿CUÁL ES EL ROL DE LOS MEDIOS EN ESTE TEMA?
La escuela hace una parte; el hogar, otra; la sociedad, otra, pero un brazo de poder importante en el desarrollo de la cultura de la paz en un país lo componen los medios de comunicación. Les enseñamos a ver televisión y qué ven, una serie de cómicas que en el fondo lo que están haciendo es inculcando la violencia desde que el niño está en la cuna. Hay que planificar la programación que se hace para los niños. Por otro lado, el Ministerio de Educación tiene la noble tarea de poner en práctica proyectos que nos lleven a disminuir el elevado índice de violencia escolar, de tal manera que las escuelas sean una extensión del hogar, un espacio propicio para el desarrollo de otra cultura. Si no hacemos un alto, un día no muy lejano vamos a vernos en el espejo de Venezuela, con sus autoridades y sus tipos de gobierno.