Monseñor Ulloa exhorta a Panamá a la recuperación de su memoria histórica

Este jueves, monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, durante la homilía del Te Deum del 3 de noviembre, hizo hincapié en varios temas, como: dejar de ver la corrupción como algo "normal" o de lo cotidiano, que se abran los espacios para la recuperación de la memoria histórica y la materia de cívica, el diálogo como el camino de cambio y que la crisis migratoria sea un trabajo en conjunto entre los países hermanos.

El líder de la iglesia católica, luego de saludar a las autoridades, a la abanderada, Atheyna Bylon, las comunidades cristianas, del Comité Interreligioso y organizaciones sociales convocadas en la Basílica Santa María La Antigua; hizo un breve recuento desde 1513 hasta nuestros días.

Monseñor exhortó a las familias hacer patria a través de la historia, de cómo el país ha superado muchos momentos complejos y difíciles. "Hagamos con nuestros niños y jóvenes un espacio de encuentro para conversar de nuestra memoria histórica, de las proezas que hemos obtenido como nación. Cuéntele cómo logramos nuestra independencia de España en 1821, una potencia colonial; que nos separamos de Colombia, sin derramar una gota de sangre, al sentirnos segregados y marginados".

También mencionó la agresión del ejército estadounidense a la juventud y a la patria, en 1964, "rompimos relaciones con Estados Unidos; ese mismo ejército nos invadió en 1989, devastando material y espiritualmente al pueblo panameño, pero fuimos capaces de reconstruir está tierra, chiquitita y cristiana. Recordémosle que, en diciembre de 1999, logramos un hecho impensable: recuperamos nuestro Canal de Panamá, y lo hemos administrado con eficiencia y lo hemos ampliado", destacó.

"Atesoremos esta historia, formada por tantos otros hechos que nos dan lustre. Recordemos con orgullo los nombres de nuestros héroes y heroínas, pues son las joyas de un ayer maravilloso. Hagamos patria motivando en la familia el sano orgullo por su identidad; enseñando a perdonar y a pedir perdón, despertando en nuestros hijos la generosidad y el compañerismo. Hagamos patria combatiendo juntos el mal de la corrupción, un mal que ha alcanzado hasta las esferas más altas del poder, pero también al común de la ciudadanía".

Ulloa también abordó el tema de la corrupción en Panamá, ya que la patria tiene heridas profundas. "Dejemos de verla como algo 'normal' o como parte de lo cotidiano. Empecemos a verla como lo que es: un veneno. La sabiduría popular al describir a una persona inescrupulosa y corrupta suele usar una frase atrevida y dura: 'Éste es capaz de vender a su propia madre'", dijo.

Recordó que  antes existía en el colegio el curso de cívica, y que haría mucho bien volverla a incluir en el pénsum educativo, porque se enseñaba a hablar de la “Madre patria”, pero sobre todo a amar a la “Madre patria”, un sentimiento que da sentido de pertenencia, más allá del mes de noviembre. Ahora, este amor profundo a la Madre Patria es un vacío que existe en nuestra niñez y la juventud, e incluso en algunos adultos".

Y agregó: "Nuestra patria requiere de una reconstrucción ética y moral, sin esto lo material será imposible. Por eso el más urgente y primer paso que debemos hacer es reconstruir la conciencia moral en las personas que vivimos en esta tierra. Por tanto, nos apremia reconstruir en nosotros y entre nosotros, la unidad, la honestidad, la laboriosidad, la justicia, la predilección por los pobres. Que quien tienen el poder de decisión en los diversos campos, político, económico, religioso, entendamos que el poder es servicio al prójimo. Es la pasión de trabajar por el bien común que abarca el conjunto de aquellas condiciones de la vida social, con las cuales los hombres y mujeres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección".

La iglesia como facilitador del diálogo cree que "la conciencia de que 'Panamá´' tiene vocación de entendimiento, no de enfrentamiento”.

Sostuvo que en medio de la incertidumbre y la complejidad, asumieron el papel de facilitador de la Mesa Única de Diálogo por Panamá. Indicó que "es un proceso dividido en dos etapas, siendo la primera un primer acercamiento coyuntural y urgente, que surgió del malestar en las calles de una gran cantidad de sectores de la sociedad panameña. Una vez cumplidos los objetivos de esta primera etapa, la finalizamos formalmente el jueves 15 de septiembre de 2022. Y, ahora somos facilitadores en el proceso de transición a la segunda etapa de esta Mesa. Estamos comprometidos a que lo más pronto posible se designe al mediador, que se requiere para así llegar con pasos firmes a la segunda fase, para hacer posibles decisiones consensuadas, por todos los sectores, que contribuyan a mejorar la calidad de vida de todos quienes habitamos este país".

En el tema de la crisis migratoria, monseñor Ulloa, reconoció el esfuerzo que realiza el Gobierno Nacional y su convicción de que la situación actual no puede ser atendida unilateralmente.

"En conjunto como países hermanos busquemos una salida humanitaria que pueda ser una respuesta oportuna e integral ante el clamor de tantos hermanos y hermanas que se han visto obligados a salir de su país de origen", comentó monseñor.

Llamó a las organizaciones e instituciones como a las diversas comunidades de fe, y sus fieles, para que unidos atiendas las limitaciones de los migrantes. "No podemos ser indiferentes al viacrucis que viven en esa trayectoria en busca de una mejor calidad de vida. Somos un país, que ha sido históricamente fraterno y solidario. Un pueblo que el Papa Francisco ha llamado un pueblo noble. Hoy necesitamos la fuerza del amor y de la solidaridad para atender la crisis migratoria, presente en nuestro país", sostuvo.