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- 04/04/2023 08:49
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Donaciano Alarcón Valdés, sacerdote panameño, de 49 años, quien cumplía una misión en Cusmapa, Nicaragua, fue expulsado en horas de la noche del lunes por orden de la dictadura de Daniel Ortega.
El Panorama Católico, medio de comunicación de la Arquidiócesis de Panamá, confirmó en sus redes en horas de la mañana, que la expulsión obedeció a que el sacerdote organizó una procesión de Semana Santa frente a la parroquia bajo su cargo. No obstante, en horas del medio día tras una llamada telefónica con Radio Hogar, el sacerdote, aclaró que la procesión no se realizó sino que "la expulsión se da en medio de la situación tensa que se vive en el país".
La acción de Nicaragua contra el sacerdote panameño fue calificada por arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, como “absurdo”. Y agregó: “a la gente el poder les hace ver otra realidad y creó que hay que esperar. Tarde o temprano todos estos dictadores caen”.
Ulloa exhortó a la comunidad en general a seguir orando por el país hermano.
Según Panorama al presbítero "lo dejaron descalzo en la frontera con Honduras", y que en estos momentos se encuentra en la ciudad de San Marcos de Colón.
Alarcón Valdes estaba a cargo de la parroquia María Auxiliadora, ubicada en el municipio de San José de Cusmapa, que forma parte de la Diócesis de Estelí, cuyo administrador apostólico es monseñor, Rolando Álvarez.
Los medios nicaragüenses sostienen que la expulsión del panameño se debió supuestamente por mencionar en la homilía del Domingo de Ramos a monseñor Álvarez.
El sacerdote panameño fue deportado a través del puesto fronterizo El Espino, y según los medios de ese país, la policía no le permitió ni sacar sus pertenencias de la casa cural. Además, fue despojado de su computadora personal y celular.