Integrantes de la caravana migrante en el estado de Chiapas, en el sur de México, denunciaron este jueves 21 de noviembre que las autoridades les bloquearon...
- 08/08/2020 00:00
- 08/08/2020 00:00
Una rápida mirada al estado de las urbes en el interior del país deja entrever con bastante claridad el hecho de que las mismas empiezan a enfrentar similares dificultades a las que se enfrenta la ciudad de Panamá. Expansión y dispersión desregulada, caos de la movilidad y el tráfico entre los viejos cascos urbanos y las nuevas urbanizaciones que se han construido recientemente, pérdida de valor de los centros urbanos y segregación espacial de usos y clases sociales.
La ciudad de David, en Chiriquí, es un ejemplo claro de esta situación. Principal urbe en la región occidental del país incluye no solamente al distrito del mismo nombre, sino también a los sectores urbanos de los distritos de Dolega, Boquerón y Bugaba, la cual tenía una población a 2010 de 169,411 habitantes. David es el principal nodo urbano para la provincia de Chiriquí, con una población estimada a 2020 en 464,538 habitantes.
David se ha expandido con la construcción de nuevas urbanizaciones en todas direcciones, aumentando su huella urbana entre 2011 y 2019 en 967 hectáreas, tres veces el tamaño de su centro histórico (333 hectáreas), pasando de 5,880 hectáreas en 2008 a 6,874 hectáreas en 2019. Los sectores donde esta expansión ha sido mayor se encuentran en los corregimientos de San Pablo Viejo (238 hectáreas), Las Lomas (125 hectáreas) en el distrito de David y La Concepción (94 hectáreas) en el distrito de Bugaba.
La expansión de la ciudad de David ha conllevado una segregación espacial por niveles socioeconómicos, que es posible apreciar a partir de los datos del valor de la vivienda. Encontramos así las edificaciones dentro del rango de vivienda social de hasta $80,000 en los corregimientos de Las Lomas, David sur y San Carlos; las viviendas de interés preferencial (hasta $150,000) hacia el distrito de Dolega y San Pablo Viejo en David, donde también se ubican las viviendas de más alto valor (de $250,000 o más).
Los trazos de una segregación
David era ya, según los datos del Censo de 2010, una ciudad segregada social y económicamente.
Con el sector al norte de la carretera Interamericana como el sector con ingresos más altos, al igual que San Pablo Viejo, mientras que el centro urbano, los corregimientos de David sur, David este y Pedregal, como sectores de ingresos bajos. En especial hacia el corregimiento de Pedregal es donde se ha concentrado la ocupación por asentamientos informales, que ya bordean los manglares que se encuentran en esta zona.
Por otro lado, el efecto combinado del envejecimiento de la población residente en el centro urbano, el proceso de construcción de nuevas viviendas en la periferia y la aparición de los centros comerciales ocasiona que en el centro urbano quede solo el comercio vecinal, y vayan desapareciendo las tiendas por departamentos y las oficinas. El centro urbano no se densifica ni se dinamiza porque va perdiendo preminencia comercial y no atrae nuevos habitantes en número suficiente, lo que ocasiona su deterioro.
El Plan de Ordenamiento Territorial del distrito de David, aprobado en 2016, plantea dos soluciones a estos retos de dispersión urbana, segregación social y de actividades económicas. Para el centro urbano se propone la asignación de uso residencial de alta densidad (750 hab/ha) junto a usos comerciales, los cuales también se concentran alrededor de los principales ejes urbanos. A todo el resto de la periferia urbana, especialmente en áreas de suelos agrícolas y rurales, el POT permite la construcción de urbanizaciones de baja densidad.
El plan ofrece poco incentivo a los inversores para invertir, transformar y densificar el centro urbano, al facilitar la disponibilidad de suelo urbanizable en la periferia. Esta transformación del centro urbano requiere un esfuerzo mayúsculo, el cual debe basarse en la definición de políticas de vivienda asequible e integración social, planes de inversión en infraestructura y generación de espacio público, en forma de aceras, ciclovías, parques, plazas y mercados, entre otros. Otro aspecto fundamental es la atracción de comercio que reactive la actividad en este centro de la ciudad.
La recuperación del centro urbano de David constituye un reto fundamental para atender adecuadamente su función como centro de intermediación entre las zonas agrícolas, turísticas y rurales de la región occidental y los grandes centros urbanos de Panamá y Costa Rica, con los que tiene conexión.
La extrema dispersión en la que ha caído el proceso de urbanización que se ha dado durante los últimos 10 años en la ciudad de David, atenta contra la aspiración de una ciudad moderna y vibrante, al dificultar la atención de las necesidades de la población y la cohesión de la comunidad.
La ciudad de David presenta una oportunidad única para una transformación que la diferencie de las políticas que han ocasionado que áreas urbanas metropolitanas, como La Chorrera y Arraiján, se hayan convertido en 'ciudades dormitorios', sin vida ni carácter propio.
Las inversiones y estrategias de dinamización en sectores como el agropecuario y el turismo abren una ventana de oportunidad para dar impulso a la construcción de esta transformación urbana.