Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 07/11/2021 00:00
- 07/11/2021 00:00
Sobre el particular mucho se dice y escribe y, poco se hace. No se concreta esa unificación tan deseada. Hace un par de años, junto a un grupo de amigos lo llegamos casi a materializar pero, como siempre, hay figuras intrigantes y malintencionadas que parecieran sufrir cuando algo bueno se vislumbra y hacen lo imposible para destruirlo. Hoy vuelvo a insistir en la unidad. Y, empiezo diciendo que a veces nos adentramos tanto en la rutina de nuestro mundo personal que nos olvidamos del mundo exterior que nos rodea y que nos dice que no estamos solos. Hablamos mal de la sociedad en la que vivimos, nos quejamos de los gobernantes, nos enojamos con nuestro prójimo; buscamos tomar ventajas o nos aprovechamos de los más vulnerables, de los más indefensos y desamparados, percibimos la ley según nuestra conveniencia, y aún así, nos ofendemos cuando las cosas no salen como deseamos.
Ese loco pensamiento de construir un país mejor parece complicar aún más las cosas que parece que nos enfrentamos a una empresa demasiado grande e implica un compromiso tan inmenso que con solo pensarlo resulta insignificante y antes de echarle ganas simplemente se renuncia sin siquiera intentarlo. Después de un tiempo el alto precio emocional que hay que pagar es incalculable por no haber dejado esa zona de confort.
A menudo oímos lo importante que es estar motivado para lograr lo que uno se propone. Más, en tiempos de crisis, parece que hace falta doble dosis de motivación para llegar a dicho lugar tan preciado.
La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta de la persona hacia metas o fines determinados; es el impulso que mueve a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación. La motivación es lo que le da energía y dirección a la conducta, es la causa del comportamiento.
La motivación es un proceso que pasa por varias fases. Inicialmente la persona anticipa que se va a sentir bien si consigue una meta. En un segundo tiempo, se activa y empieza a hacer cosas para conseguir dicha meta. Mientras vaya caminado hacia ella, irá evaluando si va por buen camino o no, es decir, hará una retroalimentación del rendimiento. Y por último, disfrutará del resultado.
Existen muchas diferencias individuales respecto a lo que motiva a cada persona y en la fuerza de sus motivos. Es decir, cada persona tiene sus propias motivaciones que pueden ser muy diferentes a las del resto. También, hay personas que cuentan con mucha energía para conseguir sus metas y otras que no tienen tanta. La persistencia es otra variable que no tienen todos los seres humanos por igual.
La motivación es dinámica, está en continuo movimiento de flujo, es un estado de crecimiento y declive perpetuo. Hay días en los que se puede sentir mucha energía para luchar por algo y otros en los que cuesta mucho alcanzar un ideal.
Teniendo en cuenta las características tan complejas que tienen los procesos de motivación hay algunas cosas que se pueden hacer para aumentarla:
1.- Formar un grupo de ciudadanos con metas comunes sobre el Panamá que queremos.
2.- Desarrollar un buen plan de acción al dividir la meta final en pequeñas sub metas. Estas serán señales que se van consiguiendo y que se acercan a la meta final. Hay que guardar esa energía física y psíquica para emplearla en lo que realmente se quiere conseguir.
3.- Hay que evitar malgastar en cosas que alejen o distraigan del objetivo. Evitar poner límites en los esfuerzos y decisiones. No hay que perder el punto de vista del objetivo.
4.- Las excusas o las quejas solo quitan energías y no solucionan nada. Hay que actuar, eso sí, con autocontrol. Hay que aprovechar los días en que uno se encuentre optimista y con más energía.
5.- Hay que rodearse de personas confiadas y convencidas, que luchan por lo que quieren conseguir teniendo en cuenta que todo se contagia, tanto el pesimismo como el optimismo.
6.- Y, por último hay que disfrutar del camino. Porque el ser humano disfruta de la ilusión cuando lucha por las cosas, no cuando las consigue.
Las limitantes o los imposibles. Pues sí, entre los imposibles: el negativismo, las lamentaciones, el “no me importa”, el “que lo haga otro”, el caciquismo, el ego enfermizo o el muy llamado ego inflado, el pesimismo y por supuesto el egoísmo y la falta de actividad son algunas de las limitantes. La perseverancia y la persistencia se quedaron rezagadas e impiden construir un país mejor, el que siempre hemos soñado. Sin embargo, las ideas son muchas y muy buenas. Y, después de darlas a conocer o de compartirlas se sale con ese optimismo para enrumbar el país hacia una nueva república. Nuestra causa en común no debe quedar en una mera manifestación pública, sino empezar a entablar un diálogo encaminado a la toma de conciencia y a la acción a favor de dicha causa.
Primero convocar a un grupo de ciudadanos hombres y mujeres comprometidos y dispuestos a sentarse, escucharse y resolver entre todos nuestras vulnerabilidades para convertirlas en fortalezas y defensas y presentarlas ante el gobierno que es el que ocupa el poder para hacer posible y concretar lo que nos hace falta. La ayuda debe ser entre todos. Dejar el despotismo a un lado. Remar hacia el triunfo. ¿Por qué llegarle al gobierno? Porque, nos guste o no tenemos un gobierno con quién habrá que trabajar presentándoles nuestras inquietudes. Y, una de esas inquietudes es el sistema presidencialista que no da resultados para la construcción por un país mejor. Y, lo único que lo puede cambiar es una Constituyente que realmente nos proteja y nos favorezca.
Así es. Con nuestras diferencias, y distintas ideologías y pensamientos. El solo hecho de sentarnos y escucharnos es más que suficiente. Las soluciones fluirán con facilidad. Pero, para ello, habrá que dejar afuera del recinto esas divisiones, a esos caudillos, a esos corruptos. No queremos seguir siendo los subordinados. No más humillaciones. No queremos que se postergue un día más nuestras decisiones como ciudadanos. Es innegable, que la actual situación de nuestro país es desalentadora cuando se vive entre acusaciones, injurias, calumnias, conspiraciones, venganzas y descalificaciones personales. Hay que ser capaces de identificar el rumbo, rectificar los errores y no desistir ante los obstáculos y encontrar la motivación necesaria para transformar el país que anhelamos.
La autora es Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta
Pensamiento Social (PESOC) está conformado por un grupo de profesionales de las Ciencias Sociales que, a través de sus aportes, buscan impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de estas disciplinas.
Su propósito es presentar a la población temas de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.