Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 17/08/2011 02:00
- 17/08/2011 02:00
PANAMÁ.. Puede que las autoridades tengan razón. Las cifras ‘oficiales’ de muertes violentas en Panamá a manos de los delincuentes y su escala descendente en comparación con los seis primeros meses del año pasado, son irrefutables.
‘En dos años hemos logrado disminuir la tasa de homicidios a 11.6 por cada 100 mil habitantes, hasta el 31 de julio de 2011. Cuando llegamos a administrar el país, esa tasa era del 23.7 por cada 100 mil habitantes’, afirmó el ministro de Seguridad Pública José Raúl Mulino, tras sustentar el presupuesto de este ministerio ante la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional el pasado viernes.
No obstante, hay una realidad de a puño: en el país (ni el interior de la república se salva de esta realidad) hay una marcada percepción de que las cosas no andan bien en este tema.
La madrugada del lunes, dos jóvenes abogados -haciendo las cosas propias de la juventud- fueron abatidos con saña a la entrada de un centro de diversión en Vista Hermosa. Los perpretadores no solo descargaron la máxima capacidad de un arma de alto rendimiento (unos 150 tiros calibre 9 milímetros) sobre el vehículo en el que viajaban los dos desafortunados, sino que -como es lógico- alcanzaron con sus proyectiles a otras tres personas ajenas al incidente. Por ahora, nadie habla de los daños colaterales.
En una de las fiscalías ubicadas en pleno corazón de Calidonia había ayer un sentimiento de pesar frente a lo acontecido con los dos abogados recién graduados.
‘No pueden seguir atendiendo temas de pandillerismo las fiscalías de circuito’, comentó uno de los funcionarios del Ministerio Público. ‘Para ello deben estar las fiscalías contra el Delito Organizado’, comentaba una litigante en respuesta a los comentarios del auxiliar de la justicia, asumiendo que el móvil de los crímenes era un pase de factura a la madre de uno de ellos, que, de paso, funge como fiscal en el convulsionado distrito de San Miguelito.
Las autoridades aún no terminaban de realizar el control de daños en la escena del crímen del lunes último y en el corredor Sur (24 horas más tarde) apareció el cuerpo de un hombre seccionado en cuatro partes depositado en una maleta en un paraje solitario cerca de Punta Pacífica.
Hasta ahora se desconoce la identidad del infortunado y el móvil de este horrendo homicidio ejecutado al mejor estilo de los cárteles mexicanos.
La última encuesta de Dichter & Neira, en este segmento, muestra números poco alentadores respecto a la percepción ciudadana (ver cuadro).
El director del tabloide El Siglo, Jean Marcel Chery, tiene sus dudas respecto a las cifras que publicita el ministro de Seguridad Pública. Nos remite al Informe de Desarrollo Humano para América Central del Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y su método de conteo de las víctimas de homicidios y los números sobre Panamá.
En la última década, la tasa de homicidios creció más que la levadura. De 10 por cada cien mil habitantes en el 2000 a 21 en el 2010. ¿Existen razones para estar contentos?