Cerro Quema, también interesada en explotación de cobre

Desde 1997 –cuando el gobierno de turno le otorgó la concesión de exploración de oro– la empresa Minera Cerro Quema, operada por Orla Mining Ltd ha efectuado exploraciones del yacimiento.

En ese sentido concluyó que la explotación de 500.000 onzas de oro y 399.000 onzas de plata pueden proporcionar una vida útil a la mina de cinco a seis años.

Pero además, la mina está interesada en explotar un yacimiento de cobre ubicado en la misma zona, lo que le permitiría un periodo de operación más prolongado que la vida útil de la mina de oro, para desarrollar el proyecto.

El 30 de octubre de 2017, Minera Cerro Quema, razón social en Panamá de la canadiense Orla Mining Ltd, impulsó una solicitud de exploración que se encuentra en evaluación por la Dirección de Recursos Minerales del Mici, tal como lo registra el listado de solicitudes metálicas de mayo 2023 que publica en su portal la entidad.

Para concretar esta concesión, antes la empresa debe realizar los estudios de factibilidad del posible yacimiento y presentar ante MiAmbiente otro EIA y solicitar una segunda concesión minera, pues la que tienen solo es para oro y plata, no para cobre.

La empresa ha hecho varios pronunciamientos en Vancouver, su sede, a los accionistas sobre la actividad en Panamá.

Por ejemplo, en julio de 2021 anunció con optimismo los resultados de un estudio de prefactibilidad que daban un retorno de aproximadamente 38% a un precio del oro de $1.600 la onza. En el mes de mayo la onza de oro se cotizó en promedio arriba de $1.900.

Unos meses más tarde, en diciembre del mismo año, comunicó a sus accionistas sobre el hallazgo de Caballito, como también se denomina al yacimiento. “Un gran depósito de cobre y oro que representa una oportunidad para que la compañía transforme potencialmente la escala y el alcance de cerro Quema más allá del proyecto de óxido separado descrito en el estudio de prefactibilidad de julio de 2021”, se lee en la nota.

Además de indicar la localización del Caballito, a un kilómetro de cerro Quema, explicó que descubrieron por primera vez esta mineralización de cobre y oro de alta ley en 2017 y a raíz de eso continuaron explorando la región sistemáticamente, habiendo perforado más de 40 pozos en Caballito.

La nota más reciente sobre el tema fue en febrero de este año, cuando la empresa brindó una actualización sobre sus actividades de exploración de 2022 –cuando se perforaron 9.044 metros– en su proyecto Cerro Quema y una descripción general de los planes de exploración para 2023.

Informó sobre la exploración en los depósitos Caballito y La Pava y las importantes intersecciones de perforación entre ellos. Estos nuevos resultados de perforación se basan en los resultados de “perforación positivos de 2022 informados anteriormente generados en los objetivos regionales de etapa temprana La Pelona y La Prieta, y destacan aún más la presencia de importante mineralización de cobre y oro en el proyecto Cerro Quema”, se lee en el comunicado.

La decisión de aprobar el estudio de impacto ambiental (EIA) a la empresa Minera Cerro Quema, por parte de la Dirección de Recursos Minerales del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici), enfrenta a sectores opuestos a la actividad minera.

Aunque esto representa un paso adelante, previo a la extracción, el Mici detalló en un comunicado que se mantiene, junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en un proceso de revisión, evaluación y actualización de las reformas al Código de Recursos Minerales, a fin de proveer al país de políticas públicas para la extracción de minerales, conforme a las mejores prácticas internacionales, motivo por el cual mantiene suspendidos los trámites relacionados con la extracción.

Ahora bien, iniciar la primera operación, la concesión para la extracción de oro y plata enfrenta una resistencia de grupos organizados, la población vecina y de ambientalistas.

“La gente no quiere un proyecto minero en la zona”, aseguró Milcíades Pinzón a La Estrella de Panamá, uno de los voceros del frente opositor santeño. Y se lo piensan hacer saber al gobierno con protestas en las calles cuando en el país se desarrolla una campaña electoral.

Entre las razones por las que rechazan la actividad minera sobresale el daño ambiental, pero también destacan la debilidad institucional de MiAmbiente y del Mici para supervisar la operación y sancionar.

“No nos conviene que una región que tiene tantos problemas ambientales, con serios problemas de abastecimiento de agua para la región, de la cual dependen el río La Villa y el río Oria, darnos el lujo de abrir un proyecto minero para crear más problemas”, enfatizó Pinzón.

Su compañero Juan Tejada añadió que a pesar de que la concesión de la empresa venció en 2017, “siguieron operando de hecho”.

Desde su perspectiva, el EIA se presentó hace siete años y no está actualizado. “Es lógico que los ríos hayan cambiado, ha habido derrumbes, las condiciones ambientales han variado en ese espacio de tiempo”, explicó Tejada.

La semana pasada el Mici aprobó el EIA que la empresa presentó en 2015. Ese mismo documento fue revisado y evaluado por la dirección de Evaluación Ambiental de MiAmbiente durante la administración del presidente Juan Carlos Varela (2014-2019), pero este “no autorizó a la entonces ministra de la cartera, Mirei Endara, a rubricar y publicar la resolución, sin ninguna razón técnica-legal válida”, según explicó a La Estrella de Panamá una fuente enterada del tema que solicitó omitir su nombre.

Desde el inicio del gobierno de Laurentino Cortizo (2019-2024) la empresa ha insistido en la aprobación del EIA, como un paso previo a la prórroga del contrato que venció en 2017.

Pero el Mici tenía las manos llenas. Se ocupaba de la renegociación del contrato ley que adelantaba con Minera Panamá, subsidiaria de First Quantum, para la extracción y comercialización de cobre en Donoso, documento que espera la aprobación en la Asamblea Nacional en el nuevo periodo legislativo.

La empresa que presentó el EIA a MiAmbiente fue Pershimco Resources Inc, en ese entonces la propietaria de las acciones de la empresa nacional Minera Cerro Quema en función del estudio de prefactibilidad del proyecto.

El 14 de septiembre de 2016, Pershimco vendió la mayoría de sus acciones a Orla Mining Ltd.

En este negocio, como en todo, esta última tuvo que hacer una diligencia debida sobre lo que estaba comprando. Es decir, una evaluación técnica de las condiciones del proyecto antes de adquirirlo para verificar la veracidad de los estudios de prefactibilidad. En ese trabajo verificaron que efectivamente había un yacimiento de oro que podía ser rentable de acuerdo con el informe de factibilidad elaborado por la vendedora, Pershimco.

A partir de esto, la empresa avanzó a un estudio de factibilidad en el que encontró otro yacimiento, esta vez de cobre, además de comprobar que el yacimiento de oro era rentable.