El Cangrejo: mapeando su historia y arquitectura

Reconstruir la historia de la ciudad de Panamá es una tarea laboriosa. Conlleva la recopilación de muy diversas fuentes que, a retazos, cuentan el relato de su transformación. Entre estos retazos encontramos, fotografías aéreas y paisajísticas, notas de prensa, memorias institucionales, registros judiciales, planos catastrales y otros registros oficiales. A este conjunto de fuentes, se le ha unido, más recientemente, otros documentos como los estudios de impacto ambiental, los portales inmobiliarios y las imágenes de satélite.

La utilización de estas fuentes debería permitirnos una reconstrucción más o menos precisa del paisaje y de sus transformaciones a través del tiempo. El historiador y arquitecto Eduardo Tejeira-Davis, señalaba en su obra, 'El Casco Antiguo de Panamá' (2001), que, en este ejercicio de reconstrucción histórica, era, “necesario encontrar un término medio entre un texto académico y una lectura más ligera, ricamente ilustrada. Este último aspecto es crucial, ya que es importante estimular nexos entre la documentación y el hecho palpable de la ciudad”.

Los mapas brindan ese puente entre el relato y lo tangible de la ciudad que mencionaba Tejeira- Davis.

Sobre El Cangrejo, el libro 'Ciudad Fragmentada' (1989), del arquitecto Álvaro Uribe, destaca que este barrio, “fue la única finca que cambió de manos poco antes de ser urbanizada, en el curso de una formidable maniobra especulativa. Un empresario local, -Mario Galindo-, compró la finca a la familia Hurtado por la suma de B/ 576,000 y la vendió a la Compañía Urbanización El Cangrejo, S.A por B/ 733,211.50, diecisiete días después. A continuación, el terreno fue fraccionado en algo más de 500 lotes que promediaban los mil metros cuadrados”.

La construcción de El Cangrejo es aprobada por la Dirección de Obras y Construcciones municipales del distrito de Panamá en 1955. Para esta fecha una fotografía aérea muestra que ya tenía su trazado actual, y que se encontraban construidos edificios icónicos como el Hotel El Panamá, el edificio IL Maduro, y el Colegio La Salle, además de algunas pocas viviendas unifamiliares sobre la Avenida Eusebio Morales, la calle Hercilia Lamela y las proximidades del parque Andrés Bello.

Los planos de zonificación de la ciudad de Panamá, publicados en 1965 por el Instituto de Vivienda y Urbanismo, y luego el de 1979, bajo la autoridad del Ministerio de Vivienda, permiten apreciar que fue durante este período de 14 años que realmente empieza la construcción del barrio, siguiendo el proceso de ocupación antes mencionado, y desarrollando nuevos sectores hacia el inicio de la actual Vía Veneto, lateral al El Hotel Panamá, la calle Alberto Navarro y la Avenida Enrique Genzier.

El mapa que hace de pieza central de este artículo reconstruye este proceso de edificación de El Cangrejo, a partir de estas tres fuentes antes mencionadas, una fotografía aérea de 1950s y los dos planos de zonificación. Para el período de 1980 en adelante, se colectaron referencias sobre la construcción de los edificios, obtenidas de registros oficiales, planos censales y catastrales, y para el período a partir del 2000, se utilizaron portales web inmobiliarios.

La elaboración de este mapa estuvo centrada en identificar la fecha de construcción para los edificios de 2 o más pisos, logrando cubrir el 43%, -unas 214 edificaciones-, de un total de 499 edificaciones existentes en El Cangrejo en la actualidad.

Del total de edificios para los cuales se pudo estimar la fecha de construcción, el 53% corresponden al período entre 1965 a 1979. Las décadas de 1980 y 1990, reflejaron un proceso de disminución en la construcción de edificaciones en el barrio, con 32 construcciones en los 1980s y solo 16 en los 1990s. En lo que va del siglo XXI se han construido unos 49 edificios de 2 o más pisos en el barrio.

Tres indicadores obtenidos a partir de este mapeo muestran que, durante los sesenta y siete años de su existencia, El Cangrejo 'ha crecido y se ha hecho más alto'. Estos indicadores serían, el número promedio, máximo y total de pisos construidos en cada período. Así tenemos que si bien, entre 1965 y 1979 es cuando se da el mayor número de construcciones de edificios con 2 o más pisos, la suma de todos los pisos construidos no es la más alta, -unos 652 pisos-. Para las décadas de 1980 y 1990, se construyeron 432 pisos, siendo las dos primeras décadas del siglo XXI, cuando hubo el mayor número de pisos construidos, - con unos 931-.

Lo que sucedió durante el período de análisis es que el número promedio y máximo de pisos construidos por edificios aumentó. Así tenemos que los edificios pasaron de tener entre 4 y 6 pisos en promedio en las décadas de 1960 y 1970, 7 en la de 1980s, 13 en la década de 1990s, llegando a los 19 pisos durante el siglo XXI.

La interpretación que se puede obtener a partir de estos datos es que, en primera instancia, El Cangrejo es en gran medida un barrio de vivienda unifamiliar y edificios de alturas bajas y medias, construido mayormente a partir de la segunda mitad de la década de 1960, y durante el transcurrir de las décadas de 1970 y 1980.

El testimonio de la singularidad de la arquitectura de este barrio se puede apreciar en la inclusión de algunos edificios emblemáticos por Tejeira -Davis en la 'Guía de Arquitectura y Paisaje de Panamá' (2007), entre los que encontramos, el edificio IL Maduro (1949), el Hotel El Panamá (1951), el edificio Esses (1963), el edificio Grimaldo (1972), el edificio Banco Nacional (1979) y el Condominio Asturias (1984).

El segundo hallazgo sería la agresiva transformación que ha representado la construcción de nuevas edificaciones desde la década de 1990s, y que se intensificó a partir de 2000. Así, mientras en las décadas de 1970 y 1980 el edificio de mayor altura no tenía más de 18 pisos (Plaza Regency), a partir de la década de 1990, se llega a los 29 pisos (PH Mirador El Cangrejo), estando en la actualidad en los 46 pisos (PH Luxor 400).

Los datos aquí presentados buscan servir como una llamada de atención en cuanto a la necesidad de orientar la planificación urbana hacia la preservación de aquellos rasgos que hacen de un barrio un lugar atractivo para la vida, el trabajo y el esparcimiento, y el deber que tiene de mitigar o desincentivar aquellos usos o desarrollos contrarios a estos rasgos. Si quieres explorar de forma interactiva el mapa que se incluye en el artículo, lo puedes visitar en: https://metromapas.net/