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Bocas del Toro: el nacimiento de una comarca y su transformación en polo agrocomercial del Atlántico a fines del siglo XIX
- 07/10/2023 00:00
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El territorio de Bocas del Toro se extiende sobre la esquina noroeste del istmo y las islas situadas en la Laguna de Chiriquí que los indígenas llamaban Caribaro. A inicios del siglo XIX, hacia 1813, constituía parte del territorio de Veraguas, pero fue separado para inducir a la gente a establecerse en estas regiones despobladas. Como incentivo, los que vivían dentro de sus límites, hasta 1850, estaban exentos de pagar impuestos y aquel año fue declarado como puerto libre. Cuando Panamá se separó del reino de España en 1821 y se incorporó a Colombia, Bocas del Toro fue nombrado junto con Darién como comarca (Panamá Herald, 30 de julio de 1853).
Luego de haberse completado el Ferrocarril Transístmico entre Panamá y Colón en 1855, el Gobierno de EE.UU. realizó exploraciones en esta región para una vía de tránsito interoceánica entre Bocas del Toro, Chiriquí y Golfo Dulce en Costa Rica o la explotación de las minas de carbón. Destinaron $300.000 para los costos de exploración y nombraron una comisión dirigida por el capitán Frederick Eagle, el ingeniero hidrólogo Morton y el geólogo Evans con el objetivo de examinar el terreno y las minas. En esta expedición cruzaron dos veces el istmo, de un océano al otro, donde descubrieron una extensa ciénaga y una ruta en las cordilleras a propósito para una línea férrea. Sin embargo, Morton murió en la batalla de Petersburg sin dejar ni un mapa ni un diario ni un libro de anotaciones (La Estrella de Panamá, 15 de agosto de 1860).
Esta gestión dio sus frutos cuando el 20 de febrero de 1854, la Legislatura Provincial de Chiriquí dio una concesión del derecho exclusivo a Ambrose W. Thompson para una carretera provincial desde David hasta la Laguna de Chiriquí por 60 años. También otorgó los derechos a la Compañía Anónima de Fomento para construir una vía férrea a través de Bocas del Toro y Costa Rica, del océano Atlántico al Pacífico (Star and Herald, 23 de agosto de 1860).
Entre los productos de exportación de Bocas del Toro había: zarzaparrilla, caucho, coco, cedro-caoba labrado y tortugas blancas. En sus bosques era posible encontrar una gran cantidad de maderas para la construcción y ebanistería. Sobre su gente, en un informe de la Gaceta de Panamá del 9 de agosto de 1873, el secretario del Estado en Bocas del Toro describe: “Los moradores de la comarca son adictos a la paz y al orden y amantes del trabajo, al que se dedican con constancia. Los llamados criollos son los que nacidos en el territorio hablan sin embargo el inglés, de bastante buena índole y carácter pasivo, pero entre ellos hay algunos descontentos que pretenden pertenecer a la reina Victoria como ingleses. La isla principal, hoy cabecera, apenas tenía en 1848 un número de chozas, pero en la actualidad se encuentra a la altura del realce que tienen otros pueblos, contando con buenos edificios encubiertos con tejamil casi todos, calles ordenadas y un número considerable de casas en construcción, lo cual ofrece un aspecto elegante en todo el poblado. Los colombianos por naturaleza también son vecinos de aquellos lugares, por lo general amigos de las instituciones del Estado. Los valientes y terribles son las dos clases de indígenas que se conocen en tierra firme; de oriente a occidente, en la costa; que en número total se calcula en 6.500 habitantes. Esparcidos por las montañas, bajan a las aldeas y caseríos, tienen sus rancherías en las inmediaciones de los ríos y se ocupan de la cría de ganado vacuno y de cerdo, así como la extracción de la raíz de zarza. Están sumidos en la ignorancia por no proporcionarles los medios de civilización. Sin embargo, algunos se dedican al trabajo y como peones, ya viajando de mozos” (La Estrella de Panamá, 16 de agosto de 1873).
En 1896 Macheca & Bros realiza la apertura de una nueva ruta con Nueva Orleans de viajes quincenales a Panamá a través de la línea de vapores de la empresa New Orleans, Belize & Central América and Co. Entre su flota se encontraban los vapores Breakwater, Stillwater, Clearwater, City of Dallas, Wanderer y Foxhal. Llamada “la línea de los agricultores” era utilizada por empresas locales mediante acuerdos con embarcadores y dueños de fincas de banano para la compra continuada de sus frutos a precios especiales por un año. Uno de los pioneros de la industria fue el alemán Luis H. Hein, quien aparte de ser uno de los más ricos del lugar, era uno sus principales terratenientes (Star and Herald, 7 de enero de 1896).
La Compañía de Vapores de Honduras y Centroamérica abre un itinerario entre Centroamérica y Nueva York en 1877 con escalas en Bocas del Toro y Kingston, Jamaica. En 1885 llegó desde Nueva York el vapor inglés “Elsa” trayendo mercancías para algunos comerciantes. A su regreso llevaba una gran cantidad de coco, zarza y alrededor de 5.000 cabezas de banano, esta última, una empresa nueva que estaba dando resultados favorables desde 1884. (Star and Herald, 20 de abril de 1887). La comunicación regular con la ciudad de Colón y el resto del país mejoró cuando en 1893 se estableció una línea de vapores, haciendo su primer viaje el “Aaslesund” de la Bocas del Toro Fruit Line Steamers, cada 21 días (La Estrella de Panamá, 5 de enero de 1893).
Esto es parte del preámbulo y las condiciones para la entrada de Bocas del Toro en el siglo XX, que presenta una singular fisonomía e identidad urbana, ambiental y arquitectónica particularmente durante el primer cuarto de siglo; aprovechando sus recursos naturales y manteniendo su diversidad cultural-geográfica así como su relación fronteriza y comercial con otros pueblos.