La Llorona del 6 de enero de 2025

El columnista Galán, de El Tiempo de Colombia, quiere comparar peras con manzanas. Una cosa es que Petro apoye a Panamá ante la declaración atrevida de Trump de recuperar el canal y otra es quién controla la navegación aérea en el Caribe. El primero es un tema de soberanía y el segundo es un tema de navegación aérea.

Parece que Galán, cuyo difunto padre fue un líder liberal, tiene una espinita clavada con eso de que Panamá se separó de Colombia en 1903. Por cierto, fue la cuarta separación desde que en 1821 nos unimos al proyecto de Bolívar. Le falta historia a este muchacho y dejar el resentimiento.

No apoyar a Panamá frente a la irreverente afirmación de Trump y querer negociar soberanía por control de tráfico aéreo, le da combustible a la doctrina Monroe, que parece es lo que trae bajo el brazo el próximo presidente de la potencia, como si estuviéramos en el siglo antepasado.

Sigue corriendo que la repartición de los millones del subsidio electoral entre los chiquillos de Vamos puede terminar en una denuncia. El meollo del tema es que no hay fundamento legal para que ese voto sea plancha como el de los partidos. Tiembla ese billete Juan Diego!.

Con la salida de “Lalo 34” y la llegada del mayoral Narciso al Tribunal Electoral le tienen la mirada puesta a uno que tiene la tarea de “observar” el sufragio. ¿Si todavía no hay elecciones, qué es lo que observa? Parece que en esta etapa son cuatro mil mensuales para observar las redes. ¡Yo quiero ese puesto!

Siguiendo con el tema electoral, el mayoral Narciso debe darse una vuelta por la oficina de calidad y debe pedir los informes de lo que han hecho estos años. La sorpresa será cuando vea que no hay ningún reporte de nada. ¡Llegando y verificando!

Hoy la comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo retoma la discusión de las reformas del Cajetón. Los honorables de la cueva tienen la facultad de darle el primer debate y ponerse los patines porque el chenchén solo alcanza, completo, hasta febrero. La cosa se va a poner color de hormiga.

Se supone que hoy van a denunciar a la alcaldesa de Arraiján por el nombramiento de un funcionario en tareas de abogado sin tener la licencia que emiten los Cortesanos. Después que explotó la bomba, la burgomaestre arraijaneña intentó tapar el entuerto y lo mandó a botar. Pero el “abogado” cobró cuatro meses de chenchén bajo esa figura.

Gente de la Altiva aseguran que la dama de la fiscalía electoral que se llevaba el carro oficial para sus asuntos personales lo tiene vuelto leña en los estacionamientos de la entidad. Y dicen que el jefe, para variar, se hace el de la vista gorda con esa pérdida.

El propio Dino se comprometió a investigar los malos tratos por parte de las enfermeras de la Ciudad de la Salud hacia una doctora hospitalizada por una cirugía. Y por Chepolandia, el fin de semana eso estaba candela con casos de supuesta mala praxis en la maternidad.