La raíz de la trampa

No es en esta elección que ha pasado únicamente, sino en muchas otras, donde la honradez del sufragio solo queda en los papeles, porque los políticos tramposos se confabulan para preñar las actas en los circuitos plurinominales. Y es un problema que se repite y se repite y no se resuelve, porque quieren que exista esta posibilidad para hacerse de un cargo público. En los circuitos uninominales no hay problema, porque cada cabeza es un voto, pero no ocurre en los circuitos plurinominales, donde un voto vale hasta tantas veces la cantidad de diputados salgan en ese circuito. Es decir, si son siete diputados, un solo voto en plancha vale siete veces. Y esa es la raíz de la trampa, por más que los defensores de esta tesis de que le permite la representación a los partidos pequeños. En primer lugar, no debe haber circuitos tan pequeños como los que tenemos, sino provinciales o por lo menos distritales. Segundo, no debe haber cociente, medio cociente o residuos; debe haber diputados electos por la mayoría de los ciudadanos, es decir, que cada cabeza es un voto. El presidente electo ha anunciado una Constituyente originaria y ya designó a un asesor en esta materia. Esperemos que haya un cambio radical en la elección de nuestra Asamblea, porque de continuar como vamos, los problemas de actas preñadas se repetirán una y otra vez. Acabemos con la raíz de la trampa de una vez por todas. ¡Así de simple!