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Proceso de consultas presupuestarias se inicia el 15 de julio
- 19/07/2024 00:00
- 11/07/2024 19:18
El ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, confirmó que a partir de la próxima semana comienzan el proceso de consultas presupuestarias en las diversas instituciones del país, para la elaboración del Presupuesto General de la Nación del año 2025.
“A partir del 15 de este mes (julio) empiezan las vistas presupuestarias a lo interno para el presupuesto 2025. Esto de ahí va al Consejo de Gabinete y, posteriormente, de acuerdo con lo que manda la ley va a la Asamblea Nacional”, adelantó Chapman este jueves, 11 de julio, en la apertura de la IX Cumbre Financiera Internacional, organizada por la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), en la ciudad capital.
El titular de la cartera del MEF se refirió al respecto, luego de que la semana pasada comunicó la necesidad de maximizar el rendimiento de los recursos limitados disponibles, de evitar gastos innecesarios y el mal uso de los recursos públicos y de revisar la segunda mitad del presupuesto de la nación para el año en curso, debido a la situación de las finanzas del país.
“No es prudente ni sostenible para el crecimiento económico a largo plazo que el Estado gaste irresponsablemente”, afirmó Chapman en un comunicado que cuelga en la página web del MEF, considerando “fundamental que el plan fiscal a largo plazo sea creíble y confiable, para así garantizar una gestión financiera responsable y transparente que beneficie a todos los panameños”.
Con el proceso de consultas presupuestarias ante el MEF se busca analizar y evaluar las solicitudes de cada una de ellas, cumpliendo con lo establecido en el artículo 266 de la Constitución Política de la República de Panamá.
Al ser cuestionado sobre el monto del presupuesto, de si sería mayor o menor que el que se aprobó para el periodo 2024 (por $30,690.4 millones), explicó que el tamaño de éste tiene una relación directa con el tamaño de la economía.
Por ejemplo, explicó que “si el producto interno bruto (PIB) para el próximo año es mayor, que lo va a ser, tanto en términos reales como nominales, es de esperar que el presupuesto sea cónsono con esa diferencia”.
Sin embargo, “lo primero que tenemos que trabajar o afinar es la proyección del crecimiento económico y en función de ello el tamaño cónsono que típicamente tiene el presupuesto general de la nación”, señaló el titular de la cartera del MEF; y aunque no precisó si se requerirá modificar la Ley de Responsabilidad Social, Fiscal (LRSF), es decir, aumentar o bajar los topes, dijo que hay que revisarla en función del plan quinquenal fiscal.
En el gobierno pasado, la LRSF sufrió modificaciones para continuar con el proceso paulatino de consolidación fiscal que inició tras la pandemia y reducir el déficit del Sector Público No Financiero (SPNF) con relación al PIB.
Para esto se tuvo que aumentar los topes del déficit, a través de la Ley 185 de 25 de noviembre de 2020, que aumenta los topes de déficit fiscal hasta un 10,5%, publicada en la Gaceta Oficial, con la intensión de ir bajándolo poco a poco.
La ley aumentó el tope del déficit para 2020 entre 9% y 10,5%, para 2021 entre 7% y 7,5%, para 2022 en 4%; asimismo, para 2023 en 3%, para 2024 en 2%, y para 2025 en 1,5%.
El objetivo es lograr que para 2023, 2024 y 2025 el déficit vuelva a los niveles establecidos con anterioridad a la crisis provocada por la pandemia del covid-19, según se estipuló en la norma.
Déficit con relación al PIB
Al cierre de diciembre de 2023, el balance total preliminar del SPNF arrojó un déficit acumulado de $2,462.5 millones, lo que equivale un 2,95% del PIB. De esta manera, se ubicó dentro de lo establecido en la LRSF, de 3,0%, según el Balance fiscal preliminar del MEF.
A abril 2024, el saldo de la deuda pública del SPNF se ubicó en $50,541.6 millones, un incremento de $5,159.3 millones con respecto al periodo anterior. El déficit fiscal general del SPNF disminuyó del 10,2% del PIB en 2020 al 4,0% del PIB en 2022. Se redujo aún más al 3,0% del PIB en 2023, en cumplimiento de la LRSF.
Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que la reducción de la relación déficit/PIB fue el resultado de mayores ingresos, incluidos los pagos de la minera y la venta de tierras a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), y una menor inversión pública. Los pagos de intereses aumentaron considerablemente.
“En 2024, el gobierno tiene como objetivo reducir aún más el déficit fiscal a 2,0% del PIB. Sin embargo, el presupuesto de 2024 autoriza un aumento del gasto de 3 puntos porcentuales del PIB en comparación con el resultado de 2023, y la mayor parte del aumento se destinará a una mayor inversión, pagos de intereses y un aumento obligatorio del gasto en educación”, destaca el FMI.
Además, “el presupuesto supone que la relación entre los ingresos del gobierno central y el PIB aumentará, aunque los pagos de minera y la venta de tierras a la ACP no se repetirán en 2024. Para cumplir con la meta, el gobierno apunta a una subejecución de la inversión pública”, indica el FMI.
El personal del FMI estimó que “para cumplir con la meta de déficit fiscal, la inversión pública tendría que reducirse al 2% del PIB, contra 4¾% del PIB en 2023 y 6½ % del PIB en el presupuesto de 2024. Una compresión tan grande puede resultar inviable. Tampoco sería deseable en un año en el que el cierre de la mina provocará un aumento del desempleo. Además, la reducción de la inversión pública no proporcionaría una solución que permita preservar la sostenibilidad fiscal”, apuntó.
Por consiguiente, consideran que sería preferible una reducción más moderada de la inversión pública al 4% del PIB, aunque ello conduzca a un mayor déficit en 2024 con carácter transitorio. El personal técnico evalúa que un déficit fiscal de 4% del PIB en 2024 sería adecuado desde una perspectiva cíclica, lo que permitiría un ajuste más gradual a la pérdida permanente de ingresos fiscales de la minera”.
“La meta de la LRSF de llegar a reducir el déficit fiscal a 1,5% del PIB sigue siendo apropiada. Si el déficit se mantiene en torno al 4% del PIB en los próximos años, no se produciría una mayor disminución del ratio de endeudamiento, lo que dejaría a las finanzas públicas vulnerables a nuevos shocks. Más aún, sería probable que aumentaran los costos de financiamiento, lo que pondría la dinámica de la deuda en un peligro aún mayor”, dijo.
Pero, para garantizar que la deuda pública siga una firme tendencia a la baja, el plan de finanzas públicas para los años 2025-2029 debe contener un plan de consolidación fiscal plurianual creíble para reducir el déficit a la meta de la LRSF del 1,5% del PIB para 2027, sugirió el FMI.
“Este plan debe fundamentarse en proyecciones plurianuales de ingresos explícitas y límites de gasto congruentes con el objetivo de déficit, e incluir las medidas identificadas para garantizar el cumplimiento de las proyecciones de ingresos y los límites de gasto”, apuntó.
Reactivación económica, el reto
Chapman también destacó el reto que tiene la nueva administración de gobierno del presidente, José Raúl Mulino, para reactivar la economía del país y recuperar el liderazgo de crecimiento en la región que mantuvo por más de tres décadas.
En ese sentido, el ministro del MEF subrayó que más del 80% del PIB lo mueve el sector privado y, de eso, hay sectores importantes como: comercio al por mayor y menor, construcción, sector bancario y logístico (que incluye el conglomerado del Canal) y el propio Canal, transporte aéreo... los cuales son parte muy importante de la economía del país.
“Esto es importante repetirlo, el sector privado es el que mueve nuestra economía y son los gobiernos, a través de señales de mercado, promoviendo la confianza que hacen que (sectores e industrias) como la banca tengan la mayor disposición para estimular el crecimiento económico por medio de esas relaciones bancarias de crédito, tanto de consumo, hogares, como de inversión de las empresas o de las personas”, sostuvo Chapman en su ponencia en la cumbre.
Chapman consideró que también hay otros sectores económicos con un enorme potencial, que representan menos todavía, como, por ejemplo: turismo, sector agropecuario, agroindustrial, pero con gran potencial. “Es una economía (la de Panamá) bastante diversificada donde no hay un sector particular del cual dependemos y nos permite ese grado de nivel de desarrollo”, aseveró Chapman, expresando su optimismo con respecto a las oportunidades que tiene Panamá para recuperar el ritmo de crecimiento económico que traía hace algunos años.
En 2022, el PIB real de Panamá se situó en 10,8% y en 2021, en 15,3%, cuando la mina aún estaba vigente. Pero en 2023, el ritmo de crecimiento económico del país fue menor a los años anteriores, y creció 7,5%, aunque superior a las previsiones del MEF y de los organismos internacionales. Para este año 2024, tanto el MEF, como el Banco Mundial y el FMI proyectan que la economía de Panamá crecerá 2,5%.
De acuerdo con los reportes del MEF, la economía panameña mantiene una alta diversificación de las actividades económicas, sobresaliendo por sus aportes (en referencia a 2023): comercio al por mayor y menor (20,0% del total de la actividad económica), construcción en su componente de mercado y para uso final propio (15,7%, el de mercado representó un 14,7%), transporte, almacenamiento y correo (11,4%), otra producción de no mercado – gobierno general (9,1%), actividades inmobiliarias de mercado y para uso final propio (8,9%), actividades financieras y de seguro (6,1%), industrias manufactureras (4,6%) y explotación de minas y canteras (3,9%) (esto antes de la salida de la mina).
En sus reportes, el MEF precisó que las actividades que ganaron más peso dentro del total de la economía, respecto del mismo periodo previo, fueron: construcción (1.5 puntos porcentuales) por el desarrollo de infraestructura pública y el importante avance de la construcción privada que alcanzó en varios de sus indicadores los niveles de 2019; actividades profesionales, científicas y técnicas (0.5 punto porcentual) por el buen desempeño de las actividades de publicidad, jurídicas, contables, entre otras; y comercio al por mayor y por menor (0.3 punto 19 porcentual), por el impulso de las reexportaciones de la Zona Libre de Colón, aunado al desempeño satisfactorio de la ventas mayoristas y minoristas dentro del país.