• 17/11/2019 00:00

Hipocresía empresarial

Opinión editorial del 17 de noviembre de 2019

Los VarelaLeaks o “TortuGate” y su contenido, de ser ciento por ciento ciertos como parece que lo son, han confirmado lo que ya la sociedad panameña sabía: ¡que el Gobierno se usa para hacer negocios! Y esto es tan así, porque en la derrama de información de las filtraciones de marras, lo que se demuestra es una clase de lisonjeros que se venden como empresarios impolutos; unas firmas de abogados que hacen millones a costa de la conexión con los gobernantes y el tráfico de influencias que practican quienes se presentan como la reserva moral de la Patria. Lo más curioso de estas filtraciones es que la sociedad no experimentó nada nuevo sobre el expresidente Varela y su círculo cero. De hecho, siempre se comentó en las redes sociales sobre su perversidad en la forma de gobernar. Lo que no se sabía era sobre los que pedían favores, los que hacían negocios y los que traficaban con sus influencias. No se sabía sobre los negociados de las firmas de abogados que, a su vez, recomendaban magistrados o funcionarios en estamentos estatales para tener el control de la cosa pública. Esta hipocresía empresarial corrupta es la que nos tiene en esas listas negras y grises; es la que nos tiene en esa desigualdad perversa; es la que nos tiene en un rezago educacional intolerable... Y es que si los gobernantes verdaderamente se dedicaran a hacer su trabajo, en lugar de atender y complacer a los empresarios, el país estuviera bien enrumbado. Ojalá que esos buenos empresarios, honestos y emprendedores, hagan una purga en su círculo y ayuden a luchar para limpiar el país de esas lacras que han quedado expuestas por los VarelaLeaks. ¡Así de simple!

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