Educación sexual en la palestra...

La situación generada por el elevado índice de adolescentes embarazadas, más las ETS obliga a que se abandonen tabúes sobre la educación sexual en hogares y escuelas. Pero hay que comenzar por recordar que la falta de educación sexual no es solo un problema de las muchachas pobres ni solo de las muchachas, pues ellas no se embarazan solas y a esas edades las hormonas agitadas lo están en todos lados, asimismo la curiosidad por las drogas, no es asunto de clases sociales. Por ello, esto de la educación sexual en las escuelas debe ser general. Es correcto desligar al Estado de la Iglesia, pero no de los valores; porque los valores son un gran apoyo a la hora de tomar decisiones. Igualmente, debe señalarse que existen varias clases de familias, no solo papá, mamá, hijos e hijas... y las adolescentes que pasan por esa situación no son para excluir ni señalar como bichos raros. Hay un montón de prejuicios y estereotipos que nos atan, pero, pese a ello o por ello, este tema requiere que se pase a la acción, no es asunto de solo estadísticas y teorías.