Finaliza octubre y vienen días cruciales para el país. El presidente José Raúl Mulino tendrá que superar - tal como lo ha prometido desde el comienzo- su primera prueba de fuego: salvar la Caja de Seguro Social. Por ello es importante que los valores como conciliación, transparencia, respeto y honestidad permanezcan siempre sobre la mesa. El panameño tiene la esperanza de que, mediante la acción política, se pueda no solamente recuperar un sistema para salvaguardar sus pensiones, su vida y su salud, sino generar condiciones de bienestar, justicia e inclusión para la mayoría. Es una enorme expectativa. El camino del Ejecutivo no es nada fácil: debe convertir en acciones concretas y logros los anhelos de un pueblo ya defraudado por líderes ausentes, corruptos y mentirosos. Ante ello, es necesario brindar respaldo al gobierno en su batalla para recuperar un sistema que garantice el desarrollo y la vida del ciudadano. Pero ningún apoyo puede ser sesgado. Tampoco puede fundarse en actos de conveniencia para respaldar u ocultar actos indebidos o errores. La auditoría social y el periodismo serio serán de enorme ayuda. Deben imperar la conciliación y la paz social. En este momento histórico, no podemos equivocarnos.

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