En una democracia, quienes llevan las riendas del país deben actuar como catalizadores de unidad y arquitectos de consensos. Su liderazgo debe basarse en diálogos constructivos para encontrar soluciones comunes. Al liderar con el ejemplo, se inspira al país a dejar de lado las diferencias y a trabajar juntos por un futuro más próspero. No se puede permitir un ambiente de polarización y confrontación, sino debates sanos que contribuyan a resultados idóneos y de desarrollo. Necesitamos líderes que tracen el camino con su ejemplo y sus acciones, demostrando que es posible edificar un futuro mejor para todos sus habitantes, sin distinción alguna. Estamos en tiempos decisivos y con la esperanza de que se solucione uno de los problemas más grandes que tiene este país. La crisis de la Caja de Seguro Social necesita ser neutralizada, y lograr su sostenibilidad debe ser compromiso de todos. Que no se diluyan las buenas propuestas y que la honestidad y sensatez imperen.

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