¿Por quién voto?

Los electores, desde la juventud hasta la tercera edad deben ponderar qué ha pasado en estos cinco años, valorando también a los últimos tres gobiernos.

Preguntas para todos ellos.

¿Se cumplieron las promesas de campaña? ¿Se han resuelto mis mayores preocupaciones, como canasta básica, violencia ciudadana, corrupción, transporte, educación, dotación oportuna de agua potable, salario mínimo decente, etc? ¿Se concluyeron obras importantes como hospitales, escuelas y caminos rurales? ¿Tuve mis medicinas a tiempo, mis atenciones médicas y cirugías?

¿Los impuestos se han manejado con transparencia y han sido asignados con prioridad a problemas de la población? ¿El cobro de impuesto favorece a los que menos ganan? ¿He recibido transferencias en programas como Beca Universal; 120 a los 70; Red de Oportunidades; y otros subsidios, que, si los comparo con gastos superfluos gubernamentales, son mezquindad?

¿La deuda del país será pagable en un escenario donde el crecimiento económico comienza a descender? ¿Han disminuido realmente las desigualdades? ¿Fui consultado a que se dieran concesiones largo-placista a empresas eléctricas, a pesar de sus no eficientes servicios? ¿Me entregaron obras públicas tardías unos meses antes de las elecciones, que pudieron ser terminadas a tiempo mientras pasé muchas penurias? ¿Mi salud fue afectada por altos costos de comidas sanas?

¿Mis diputados, representantes de corregimientos, alcaldes, etc. respondieron a nuestra verdadera necesidades? ¿Fueron tránsfugas? ¿Debo dar el voto a aquellos que colocan como suplentes a otro familiar. No hay otros panameños con ese derecho? ¿Realmente tenemos una democracia representativa y participativa?

¿La justicia ha sido impartida de acuerdo a nuestra Constitución y leyes?

Habría más interrogantes. Leamos sus propuestas. ¿Son novedosas para mejorar? ¿Me convencen para su realización?

Es justo que, si considera que cada uno de estos partidos que han llegado al poder, inclusive el actual, ha resuelto sus aspiraciones ciudadanas, usted vote por ellos y sus candidatos. Cuando elijo, selecciono a quien me va a representar en funciones de mucha responsabilidad. Es importante mi decisión.

No se abstenga, pues deja en otras manos sus aspiraciones de ciudadano.

En un escenario donde nuestros partidos nos dejan un espacio limitado de escogencia, salgamos a votar con los mejores candidatos. Investiguemos con objetividad sus antecedentes de conducta ciudadana.

A fortalecer la democracia.

Hoy los jóvenes, gran población de votantes, tienen más herramientas comunicacionales objetivas para tomar su decisión y orientar a sus familiares. Procedan a hacerlo. A votar. En paz y tolerancia.

Respetemos el resultado legítimo.

En tiempos de Jesús había una clase dirigente que se había alejado del pueblo, lo había ‘abandonado’, que era incapaz de otra cosa que no fuera la de seguir su propia ideología y de resbalar hacia la corrupción’, papa Francisco.

MÉDICO