Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
Hablemos claro, buena parte de los problemas del país los resuelve la voluntad, no la voluntad política, si no simplemente esa, la voluntad. Y en muchos casos, no en todos, pero sí en muchas ocasiones y en muy puntuales y sensibles temas, la voluntad de una sola persona, el presidente! Considero que ejercer dicho cargo en gran e importante medida se trata, y mucho, de eso. ¡No es cuestión de meros alardes y mucho menos de bravuconear!, si no de ejercer con autoridad y absoluta responsabilidad las serias atribuciones del cargo cuando se precisa tomar acción y sobre todo cuando toca encarar situaciones críticas, pues no todas se pueden delegar en “mesas” y en comisiones de trabajo...
En las últimas semanas en el país prevalece la preocupante percepción de que nuestro mandatario evidencia adolecer de la capacidad de mostrarnos que tiene la voluntad para tomar decisiones y para enfrentar los problemas que agobian a nuestra población, mismos que son de indispensable y urgente atención para devolverle a Panamá la calma y el sosiego necesario. Sin embargo, considero que no tiene opción, si no se quiere perder más el control del país, ¡toca actuar y para ello tener voluntad es fundamental! A propósito de esto, existen varios temas que considero imperativo resolver, para los que solo se requiere que nuestro presidente actúe y tenga, eso, la voluntad de hacer. Al respecto, y con la mejor intención, me tomo aquí la respetuosa libertad de proponerle seguido a nuestro Presidente lo que considero son acciones necesarias y fundamentales que creo requieren solamente de su voluntad. De tomarse acción al respecto, las mismas podrían ayudarnos sin duda a encontrar el camino de la impostergable rectificación y corrección que el país hoy necesita y reclama. Para ello solo se requiere de tener un alto grado de honestidad y de conciencia respecto a la situación y al inmenso malestar nacional, y por supuesto, en consecuencia, la más sincera voluntad de tomar decisiones y sobre todo de actuar… Llegó la hora de la verdad señor presidente… Si yo estuviera en su pellejo no dudaría en hacerlo y demostraría así quien en realidad soy y por qué quería ser presidente, dándole al país con ello una genuina señal de capacidad y además la esperanza que hoy nos falta para encontrar el camino de progreso, paz y tranquilidad que todos anhelamos.
1. La primera acción requerida para mostrar voluntad se refiere al tema de los medicamentos. Esta es una acción crítica e impostergable y su decisión en torno a ello sería de efecto dramático en cambiar el malestar general de los panameños con respecto al bochornoso costo de las medicinas en nuestro país. Y en tal sentido solo se necesita voluntad y actuar, pues creo que ya no tiene ni que romperse la cabeza ni que inventar la rueda para formular su acción… ¡Su colega en Costa Rica le hizo ya recientemente la tarea presidente! Sí, la misma está básicamente hecha, casi que con muy pocos ajustes la puede usted prácticamente calcar, ¡pues casualmente se trata de hacer casi que tal cual lo decidido y hecho al respecto hace solo unas pocas semanas por el nuevo presidente de Costa Rica lo que toca hacer acá! No le de mas vuelta presidente, métale solo eso, ¡voluntad!
2. Reducción del gasto público. ¡De estas acciones que siguen casi que para todas lo único que se requiere es voluntad y decisión presidencial!:
a. Reducción inmediata de la planilla permanente del Estado, a exactamente el tamaño (ya inflado por la administración anterior) que tenía la misma al inicio del año 2020.
b. Eliminación de todas las planillas de contratos o trabajadores eventuales (trabajadores no permanentes).
c. Cancelación de todos los contratos de alquiler de vehículos (en casi ninguna empresa del mundo le alquilan carros a sus empleados).
d. Eliminación de todos los gastos de viáticos no justificados puntualmente por alguna necesidad o excepción (eliminar los que son de pago recurrente, que en realidad son es un aumento de salario disfrazado).
e. Suspender todos los viajes de funcionarios que no sean ministros o jefes de entidades y que no sean indispensables.
f. Suspender la contratación y pago de consultorías en todas las entidades del Estado y ministerios.
g. Reducción drástica de los gastos de publicidad, limitando estos solo a aquellos que sean relativos a anuncios o notificaciones necesarias, eliminando todo lo que es propaganda, en particular la relativa a las iniciativas y actividades del gobierno.
h. Negociar con la Asamblea Nacional la eliminación de planillas políticas y de contratos que son en su mayoría o botellas o pagos para clientelismo político subsidiados por nuestros impuestos. Para tener una idea clara de la actual desproporción del presupuesto de la Asamblea y del abuso que el costo dicha institución hoy representa para los panameños, destaco aquí que, con solo cuatro diputados más, ¡¡su presupuesto de hoy es prácticamente 10 veces superior a lo que era en 1992… $15 millones contra $144 millones… esa cifra es inconcebible! Nada, Sr. presidente, nada, ni la gasolina, que es lo que más ha crecido, aumentó o se multiplicó en ese mismo tiempo 10 veces! Simplemente se trata de un abuso y una clara muestra de irresponsabilidad e indolencia con un país en crisis y con tantas necesidades el negarse a rectificar y a ajustar esa exagerada y abusiva distorsión, misma que se sustenta principalmente en la más burda práctica de actos de corrupción (nombramientos de familiares y botellas) y en sufragar la politiquería y el improductivo clientelismo rampante que tanto daño nos hace. Nota: Con ese recorte se podría absorber, por ejemplo, aunque fuese en parte, el impuesto del combustible luego que se termine el período de vida del reciente subsidio aprobado, para así y de tal forma poder compensar y mantener algún grado de apoyo y reducción en el costo de los combustibles a los panameños.
3. Acordar y firmar cuanto antes, con el sector privado y sectores productivos (no se requieren ni 15 días para ponerlo en blanco y negro, pues no se trata ni de ciencias ocultas ni de matemática cuántica) un agresivo Plan de Reactivación Económica y estímulo a la generación de empleo.
4. Facilitar créditos contingentes para apoyar al sector agropecuario y pesquero afectado por los cierres, compensando así, en base a los precios vigentes, a los productores por todo el costo de la producción perdida en estas semanas de paro y de cierres de carreteras.
5. ¡Muy importante!, es imperioso señor presidente, demostrar con hechos concretos su voluntad de cambio y de rectificación con acciones que demuestren su disposición a la transparencia y no a todo lo contrario. Debe usted mismo presidente impulsar ya la iniciativa de la derogación del lamentable y bochornoso decreto en que usted y su Gabinete se auto otorgaron una pretendida inmunidad y blindaje contra investigaciones, poniendo un velo de secreto por 10 años a las Actas de Gabinete. La muy cuestionable medida y veda del acceso público a las Actas del Gabinete por 10 años debe derogarse… El que no la debe no la teme Sr. presidente, ese secreto e iniciativa de su gobierno es una real burla a la debida transparencia, aparte de algo innecesario (pues sin duda alguna al cambiar el próximo gobierno igualmente lo derogará y de forma retroactiva irremediablemente). Se haría usted un favor con ello si es que le interesa y quiere recuperar algo de la credibilidad perdida.
6. Presidente, su equipo de gobierno es como sabemos de libre nombramiento y remoción, es solo su voluntad la que decide e impera para que ellos estén ahí, ¡y es obvio que la calificación del mismo es deficiente y que le han fallado al país! De más está decir y se cae de su peso, si es que no están suficientemente conscientes de su pobre desempeño y del rechazo general de la población, que deben ser removidos. Con solo un poquito de dignidad ya deberían facilitarle el proceso y ponerle todos su renuncia… Pero es de nuevo solo su voluntad la que decide al respecto. Le sugiero para ello que deje el orgullo y la camaradería improductiva a un lado, que las cosas no están para menos, y haga un esfuerzo por tratar de levantar un poco el rumbo del país buscando el apoyo de un equipo más competente de personas. Los actuales han demostrado fehacientemente que no son aptos para las responsabilidades que ocupan ni para continuar en sus puestos.
7. Voy a terminar por recomendar aquí lo que debió ser el primer norte de su gobierno y que usted mismo por obvio desinterés se negó a encarar desde el inicio, pateándole la bola del tema a la Asamblea, con lo cual se destruyó toda posibilidad de lograr algo al respecto. Se trata de un tema y proceso que requiere del liderazgo del primer servidor del país, y está en su voluntad el retomarlo, liderarlo y llevarlo adelante señor Presidente. Me refiero aquí al indispensable Cambio Constitucional. Junto con esa mesa unificada de negociación se deben integrar todos los sectores de la sociedad panameña para sumar fuerzas en pro del país para lograr un cambio constitucional concertado y no al azar, eso y no otra cosa es lo que se requiere. Así como los panameños nos hemos sabido poner de acuerdo en cosas trascendentes y de incuestionable resultado positivo (como es el caso del Título Constitucional del Canal) creo que es absolutamente posible impulsar esta iniciativa para lograr y acordar las modificaciones que los tres Poderes del Estado fundamentalmente requieren para adecuar a Panamá a los nuevos tiempos y rectificar con ello las claras fallas que nuestro actual sistema constitucional evidencia y permite. Logremos así un auténtico Pacto de Estado, que siente las bases de una nueva República, lo cual creo fervientemente, lo reitero, es totalmente posible, con el liderazgo y voluntad presidencial. En esta crítica coyuntura esa es la iniciativa precisa para impulsar las bases de un nuevo Estado, uno ante todo más justo, más moderno y también más democrático. Soy fiel partidario de esa vía y no de ningún otro peligroso albur. Los pasos más importantes que hemos dado los panameños en historia reciente, repito, los hemos logrado en base a acuerdos amplios, inclusivos y transparentes, esa es la vía que nos permitirá, sin incertidumbres ni pasos accidentados, pero con absoluta firmeza, impulsar el cambio impostergable que nuestra Nación hoy urgentemente necesita.
Y aquí por ahora lo dejo. Sin duda se requieren y se podrían adelantar y contemplar más acciones con su voluntad Presidente, pero creo haberle esbozado en estas respetuosas sugerencias suficiente materia para demostrarnos su calidad de líder con algo de voluntad clara y firme en esta hora difícil de su mandato y de nuestra historia. ¡Creo que en estas ideas y sugerencias que respetuosamente le propongo está planteada básicamente la esencia del golpe de timón que esperan los panameños de usted y que el país urgentemente necesita! Seguramente, en muchos de los temas planteados no estamos hablando de novedades, lo sé, ni pretendiendo con ello descubrir el agua tibia, es solo lo que es obvio y se sabe bien que falta hacer; y lo que todos en Panamá, creo, esperan y entienden que le toca a usted hacer como Presidente. Estoy siendo por supuesto obligadamente consecuente también, como obviamente me toca, con buena parte de lo que fue mi propuesta al país en el 2019. ¡En fin!, acá solo hace falta una cosa, señor presidente, su voluntad! Esa y más nada es hoy la clave de todo y lo que exigen las presentes circunstancias para darle paz y tranquilidad a Panamá.