• 03/03/2022 00:00

Vigorizar la ONU

“La República de Panamá, [...], tiene que presentar la herramienta que garantice, en la práctica, lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos”

La integridad y la fuerza para la unión en perfeccionar y completar la evolución de la ONU, son las siglas, que con frecuencia algunos miembros con marañas, mienten y engañan para producir conflictos. Estas actitudes tienen que modificarse a fin de que se conserve la razón fundamental de la esencia de la ONU, cuya alianza o coalición de naciones demócratas, su propósito es el discurrimiento de la dignidad humana. Esta unión nace después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) para enfrentar a las naciones o Gobiernos totalitarios. Los cimientos están en la Carta del Atlántico, que preconizaban el respeto a la integridad territorial, la independencia y la determinación de los pueblos que proclaman los derechos entre ellos, la libertad de pensamiento y de conciencia, establecido en las normas internacionales.

La ONU, los 193 miembros, tiene que desenredarse con el principio de regentarse por los propios medios del invasor, que actúa para que otras naciones cubran los gastos e inversiones de obras civiles destruidas por las decisiones bélica. Históricamente, las guerras, mediante las invasiones, siempre desarrollan el desvalimiento por diversas causas; conquistas, expansión económica, cultural y otras, que impulsa el agresor e invasor de manera cruel hasta con crímenes y otras, astrosamente contra las poblaciones, violando los derechos humanos e internacionales.

El desagrado de las naciones democráticas tiene que cambiar de manera contundente con la fórmula de concordancia civil, en el convencimiento y acogida por los miembros de la ONU. En donde se adopten medidas de aseguramiento, en autoregentarse, no así de coerción. En vista de que hay que impedir las catástrofes humana. La prudente fórmula es de uso exclusivo para erogaciones civiles y consiste en una cifra simbólica de indemnización al país invadido-agredido, de la manera siguiente: la consignación monetaria en dólares americanos para un Estado o país afectado por el monto de 100 billones y para dos naciones 200 trillones de dólares para reparar y cubrir múltiples gastos e inversiones civiles. Por otro lado, si el aprovechador invasor rechaza la fórmula, las naciones, de inmediato suspenden las relaciones diplomáticas, comerciales, culturales, deportivas, etc., hasta tanto la cuantía sea consignada en el Banco Mundial de la ONU. ¿Por qué?

Porque al final de todo evento bélico, los otros países no participantes del conflicto con sus escuálidos recursos, tienen que ayudar humanitariamente. Las naciones unidas tiene que intervenir para que todos los actos bélicos sean erradicados. Ya que la vida de las personas termina con la muerte y otras con discapacidades. Mientras que la vida de un grupo pequeño de negociantes se auna para los réditos de los diversos negocios bélicos. Panamá, en su momento tuvo su sátrapa, los serviles y descendientes la riqueza, y la población el dolor y sufrimiento por los actos inhumanos.

La República de Panamá, en perfecta observancia de los hechos y como miembro de la ONU, tiene que presentar la herramienta que garantice, en la práctica, lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

CPA, Licdo. en Administración Pública.
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