• 19/08/2015 02:00

UP: privilegio y debate

 Es cierto que habíamos sido tocados por el legado que estamos dejando

Cuando la Asamblea Nacional citó al rector de la Universidad de Panamá —UP—, doctor Gustavo García de Paredes, para ‘aclarar una serie de preguntas', había la percepción de que se estaba en el peor de los escenarios, de acuerdo al interrogatorio al que sería sometido, y tal cual lo preveían los sectores comprometidos con la acción destituyente, utilizando para ello una estructura compuesta por lo siguiente: la pesca judicial, los aparatos mediáticos y la Asamblea Nacional. Ocurrió todo lo contrario, la exposición a lo largo de seis horas fue una lección de la visión de un modelo de universidad construida, que nunca debía ser abandonada y que su reto mayor es el ataque a la pobreza. Fue este principio el que logró las más sensibles de las solidaridades de los diputados, quienes terminaron defendiéndola de los ataques más atroces e injustos. Por eso es que merece ser defendida y por eso es que siempre lo haremos.

Tengo que felicitar al señor rector por su brillante y valiente intervención y exposición frente a los brutales planes de sectores poderosos que buscaban diseñar un modelo de educación superior elitista, mercantilizado y orientado al eficientísmo de la tasa de retorno. Esas palabras expresadas esa noche nos dieron la oportunidad a la Universidad de pasar a la historia como la prueba de que la nación puede y debe conocer la otra verdad no mediática implantada hasta ese momento.

Entre las preguntas de la citación se formularon dos temas de los que siento una real preocupación y que también fueron extensamente aclaradas por el rector. ¿Explique las razones de los institutos de investigación y el carácter de las investigaciones? Aprovecho para darle las gracias al señor presidente de esta augusta Asamblea Nacional por acompañar tan decididamente este encuentro, debatiendo sobre los mejores caminos para superar las graves situaciones de injusticia y de intolerancia que vive el país. Nuestro reconocimiento por la iniciativa de la citación que nos hace la Asamblea Nacional a la Universidad de Panamá, través del Ministerio de Educación.

Para los universitarios es difícil mantener la esperanza en generar conocimientos, cuando los investigadores siguen sin recibir fondos de los proyectos del Plan Nacional de Investigación por parte del Estado. Pareciese que durante los últimos 10 años el Gobierno boicotea su propia política científica, creando un desconcierto absoluto. Pretender que la investigación de las diferentes ciencias sobreviva a esta parálisis, es ilusorio. Ya que el país solo destinó 0.20 % del PIB a la investigación y al desarrollo, en el periodo comprendido entre 2005 y 2013, según cifras del Banco Mundial.

En esa misma dirección no se podrían entender las interrogantes que nos han externado, sin antes expresarles algunas de las condiciones sociales de nuestro país, para tener una idea de contexto y del significado heroico que estamos realizando en la batalla por las ideas. Panamá destina el 5.3 % del PBI a la educación, mientras el promedio regional es del 6.5 % y países como Cuba destinan el 12 %. Evidenciando que Panamá es el país que menos invierte en investigaciones en la región. El Estado solo contribuye con una participación de menos del 0.4 % de la productividad investigativa del presupuesto nacional, y de esa mínima proporción le otorga solo el 0.2 % del presupuesto universitario para la investigación a la UP.

Lo anterior es una paradoja, aunque no justificativa. Ciertamente que el peso mayor de los recursos que financian las investigaciones, es una gestión de la capacidad de los propios investigadores.

Finalmente, y, a pesar de los embates tan despiadados que recibíamos de corrientes destituyentes, en esa noche, con la Asamblea Nacional nos sentimos privilegiados de haber recibido tantas muestras de solidaridad como no lo habíamos vivido en los últimos años. Es cierto que habíamos sido tocados por el legado que estamos dejando. Y aunque no estoy seguro de que merezcamos todos los reconocimientos que se nos han hecho durante la comparecencia del señor rector, sí les puedo decir que el alto sentido de compromiso mostrado por los universitarios, que lo que nos queda deberá ser dedicado a construir una sociedad más tolerante, sostenible e igualitaria, que fue la inspiración para merecernos la confianza de quienes han depositado ese respaldo en nosotros. Para mí, ahora esto es una trinchera en la que nos han convocado y hay que ir hasta el final, hasta que se haga justicia, a hacer lo que haya que hacer.

*DIRECTOR DEL INSTITUTO DEL CANAL DE PANAMÁ.

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