Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
Dos años después de haber publicado la primera edición rápidamente agotada, aparece la segunda edición de mi libro titulado Reflexiones sobre Panamá y su destino de 1990 a 2024, que anuncio naturalmente este día de Navidad. La primera hasta 2022, lujosamente editada, de 646 páginas y diez capítulos para un público escogido, tenía un formato grande. Esta segunda, de calidad semejante, aunque en formato un poco menor, más manejable, de 678 páginas y siete capítulos, se dirige a un público mucho más vasto. Estará disponible a precios accesibles gracias a generosos patrocinadores, en diversas librerías e igualmente en formato digital (omarjaen.com.pa.) Es una hermosa edición bajo el esmerado cuidado de Rolando Domingo.
Esta edición, a diferencia de la primera, contiene solamente ensayos cortos de ciencias sociales (y algunos literarios), 105 en total, 25 más que aquella. Están en capítulos que se refieren a: geografía e historia (21 ensayos), el Canal de Panamá (15), la población panameña (21), geopolítica y política internacional (20), el ordenamiento territorial (11) y la ciudad de Panamá (12). Muchos ensayos, en verdad, pudieran clasificarse en varios temas porque ocupan un espacio de traslape entre ellos, pero cada uno ha sido clasificado en el lugar que me pareció correspondía a su orientación principal. Añado ensayos sobre Francia y los franceses (5), que trata del país de mis estudios superiores más avanzados en donde descubrí realmente una civilización humanista, occidental, a la que siempre pertenecimos, y aprendí métodos y técnicas de estudio de vanguardia de ciencias sociales.
He eliminado en esta segunda edición los tres últimos capítulos de la primera titulados: Entrevistas para medios, Prólogos de libros y Presentaciones de libros y otros asuntos. Estimé que había repeticiones y abultaban de manera innecesaria esta edición mucho más sencilla, con propósitos educativos más afirmados. La intención docente tan necesaria en estos momentos era primordial en este nuevo enfoque. Además, revisé en profundidad las actualizaciones de los ensayos más antiguos y añadí muchas informaciones e interpretaciones de lo que ha sucedido en los dos últimos años, innumerables hechos y fenómenos de actualidad que ayudarán a comprender mejor nuestra realidad y deberían ayudarnos a superar sus aspectos más negativos todavía presentes.
Desde la aparición de la primera edición han sucedido tantos acontecimientos internos e internacionales que tendrán un impacto importante en el futuro próximo del mundo, de la región y naturalmente de nuestro país. Principalmente, la continuación de una cruenta guerra en Europa con sus efectos en todo el planeta, otra más reciente en el Medio Oriente, el péndulo ideológico-político en varios Estados de Latinoamérica en donde destaca la lucha por lograr la verdadera democracia liberal como en Venezuela, cuya dictadura no aceptó su aplastante derrota electoral, y nuestra permanencia en el inicuo Parlacen. Se añaden las elecciones generales de mayo de 2024 en Panamá, que fueron un momento crucial para nuestro futuro. Ejercicio electoral que marcó un punto de quiebre que esperamos sea realmente positivo, un antes y un después de nuestra historia reciente del siglo XXI, que nos encamine nuevamente por la senda del progreso, la justicia y la democracia liberal funcional.
No he olvidado los problemas más acuciantes, muchos de los cuales he mencionado en artículos que han aparecido en La Estrella de Panamá en la columna de opinión que he publicado desde hace más de un año cada martes. Sobresalen, por ejemplo, los más sentidos problemas ambientales (contaminaciones sanitarias, auditivas, visuales e insuficiencia de parques urbanos), que afectan duramente a la inmensa mayoría de la población establecida en las áreas urbanas, especialmente en el Gran Panamá Metropolitano que acoge ya la mitad de los habitantes del país, región a la que dedico numerosos ensayos. Tampoco rehúyo los problemas de la minería, que exigen una pronta solución en provecho de Panamá, los del Canal y la necesidad de nuevos embalses, los del des-ordenamiento territorial, los de la geopolítica y las relaciones internacionales de un país que al fin regresa al mundo, los de la cultura que pide más apoyos públicos y privados, y un largo etcétera. Tampoco obvio los asuntos más estructurales, los de la mala educación estatal que recibimos desde décadas, de muy baja calidad, elemento esencial del avance de la corrupción pública que se ha entronizado en el corazón de las instituciones del país y se está radicando en el fondo de la cultura nacional.
Problemas que merecen, por supuesto, un cambio de mentalidades realizado por una verdadera educación de calidad que todavía no llega y, naturalmente, una alteración profunda y positiva de las normas fundamentales de convivencia social mediante una reforma constitucional urgente, para lograr un país más ordenado, dominado por los logros mayores de la civilización occidental de donde surgimos y aún estamos: el triunfo de la real laicidad, la plena libertad, el respeto de los derechos humanos integrales hasta de las minorías más vulnerables y la integridad que debe prevalecer en todos, especialmente en los responsables por el gobierno y la administración en todas sus instituciones y niveles, públicos y privados.
Ojalá los ciudadanos hayamos tomado conciencia de la necesidad de elegir a los mejores representantes políticos y sigamos luchando sin tregua, por todos nuestros medios pacíficos, para cambiar de manera radical el rumbo que llevaba el país, para hacerlo aún mucho más próspero y más equilibrado, más inclusivo y más tolerante, más justo y más civilizado. Es el objetivo central de esta nueva edición, más presente desde principios de 2025, en verdad un nuevo libro.