Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
Excelentísimo Lic. José Raúl Mulino, presidente electo de la República de Panamá.
Felicitaciones por su triunfo, en el cual la mejor demostración fue la democracia en nuestro país.
Nuestro querido Panamá ha sido objeto de muchísimos sinsabores, y también de muchas alegrías a través de nuestra historia.
Ahora se marca un nuevo amanecer, y confiamos que será para fortalecer nuestra democracia y calidad de vida de los panameños.
En mi calidad de humilde ciudadana, quisiera exponer una idea, que, a mi juicio, puede ser muy relevante para ayudar en el crecimiento tan anhelado de nuestro país, y bienestar de los ciudadanos.
Se trata de crear una gran unión nacional de voluntarios.
Con esto, reitero la voluntad de su administración de trabajar, en la medida de su alcance y salud, por el bien común. Aquí tiene una oportunidad de oro, y paso a explicar mi punto.
Panamá tiene grandes retos que enfrentar de manera inmediata. Y entre los principales tenemos el bajar una escandalosa deuda pública, educación a nivel prioritario, crear empleos, agua potable para muchas áreas que no lo han tenido por décadas, asegurar la salud y prosperidad de todos los ciudadanos, proteger a la empresa privada, programas de protección a los ancianos, entre otras muchas otras.
Entonces, la gran pregunta del millón es ¿cómo se puede hacer esto sin un presupuesto, y tantos proyectos para cumplir, pues casi todos deben tratarse de manera inmediata? Difícil reto, pero no imposible con buena voluntad. Creando una gran unidad nacional de voluntarios.
Tal vez dirán que a esta señora le falta un tornillo. Pues no. Las cosas empiezan por actos sencillos, y van formando los vagones del tren uno a uno.
Tenemos a los adultos mayores, que, con su sabiduría y astucia, están ávidos de colaborar en la reconstrucción de un país que ha venido decayendo.
Todo sería voluntario, y tendría un ejército de personas trabajando por el bien común. Mucho se habla entre los nuevos políticos de unidad, solidaridad, bien común. Este es el momento de demostrarlo. Que no se quede en el tapete como proselitismo.
En la educación, las experiencias de los mayores son valiosas. Esa interacción entre niños y ancianos está escrito como lo más valioso que puede ofrecer un país.
En la cultura, ¿qué mejor apoyo para un país, donde la cultura tiene grandes fallas? En la seguridad, pueden aportar tantísimas ideas para salvaguardar vidas y bienes. En la economía, son economistas innatos, por sus años vividos.
En la asistencia social, expertos en el tema. En la naturaleza y medio ambiente, donde son ávidos precursores de conservación.
Y si a este grupo se les une los jóvenes que demostraron tanto entusiasmo en estas elecciones y salieron adelante con representantes muy valiosos, y por último con el apoyo de todo el equipo gubernamental y empresa privada ..., señores, seríamos un ejemplo a seguir, y un hub de referencia en el desarrollo de un país altamente perjudicado por piratas desde tiempos pre-colombinos.
Y, bueno, dirán “imposible”. No, muy posible. Se designa a una comisión de grupos que siempre han demostrado su amor a servir a los demás, los clubes cívicos. Y estos serían los que administrarían, a conciencia, esta comisión. Sin intervención de botellas ni puestos políticos. Pues todo sería voluntario.
Posiblemente con algunos viáticos, muy justo para movilizarse, pero sin sueldo ni grandes prebendas. Y se designa, por corregimientos, distritos, provincias y, al final, nacional. En todas partes hay clubes cívicos dispuestos a ayudar y proteger a los ciudadanos.
Verán qué labor se puede llevar a cabo en cinco años.
Sigamos ejemplos de gobiernos que empezaron con duda ciudadana, en El Salvador, Argentina, y en su tiempo la ciudad de Nueva York con un alcalde, que todos dieron una vuelta a su medio ambiente y transformaron la manera de pensar ciudadana para bien.
Miremos otras naciones muy prósperas. ¿Cuál es su secreto?
Seamos como todos aquellos que levantaron el Fénix de las cenizas y formaron una gran nación.
Entre los proyectos a seguir, ya lo he mencionado antes, está una gran ciudad del adulto mayor. Incluyendo un hospital geriátrico, centro diurno, residencias comunitarias (hogares), albergues temporales, transporte exclusivo para mayores de 65 años, en lugares accesibles, y por provincia. Almuerzos nutritivos calientes para ancianos que no lo puedan tener.
Sr. Presidente electo: Los ancianos no tienen un lugar digno donde sean recibidos si no cuentan con medios para sobrevivir.
No hay hogares, y los que hay, necesitan respaldo, como el Hogar Bolívar en sus instalaciones.
También tenemos el tema de la ciudad universitaria, propuesto anteriormente por el Sr. Martinelli.
Y por qué no, una ciudad del medio ambiente. Donde se ofrezca todas las enormes bondades naturales que tiene Panamá, en su flora, fauna y bellezas.
Una ciudad de la cultura. Tenemos tanto que ofrecer nacionalmente, pero no debemos dejar las bellezas de las artes como ballet clásico, manualidades, música clásica y semiclásica, no los ruidos que se ofrecen hoy en día como música. Enseñar a los niños lo que es la verdadera cultura. Enseñarles a respetar las leyes y a ser responsables. Sigamos el ejemplo de Japón y todos los países asiáticos, con sus preciosos gestos y responsabilidad civil. Y todavía queda tanto en el tintero, pero la página no da más.
Le puedo asegurar que si envían una encuesta, le lloverán ofertas.