Este domingo 16 de febrero se efectuó en el boulevard Panamá Pacífico el XXV Festival de Cometas y Panderos, organizado por Aprochipa.
En los últimos días en la República de Panamá, la discusión se ha centrado en el proyecto de ley No. 163 que en un inicio debió ser exclusivamente para enfrentar el reto que supone revertir el déficit del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja de Seguro Social. La principal tarea para enfrentar este déficit es la de encontrar fuentes de financiamiento que por sí solas o en conjunto con otras medidas contribuyan a garantizar la existencia de los recursos necesarios para el pago de las pensiones a los jubilados panameños.
Desde el año 2010, la economía panameña ha registrado un crecimiento promedio del 7.3 %; sin tomar en cuenta el 2020, esta cifra se da en un escenario en el que América Latina creció a un 2.4 % en el mismo período, o sea, tres veces menos que lo que creció Panamá. Este interesante crecimiento estuvo acompañado por una muy baja inflación que en el año 2023 alcanzó apenas un 1.5 %.
Esta combinación de alto crecimiento económico, baja inflación y fundamentalmente el uso de una moneda fuerte como lo es el dólar de Estados Unidos de América, ha hecho que, literalmente, todo el mundo quiera estar en Panamá, tanto empresas como personas. Como consecuencia lógica de este ingreso de empresas y personas del extranjero, se ha generado una situación sui generis en la cual el envío de remesas fuera del país, ya sea por ganancias a las casas matrices o por dinero enviado a familiares en sus países de origen, supera al monto de las remesas que ingresan a Panamá. En este sentido, se puede observar que desde 2016 a 2023, según el INEC, han ingresado a Panamá, en promedio, remesas anuales por el orden de los 457,3 millones, en tanto que en promedio en el mismo período, las remesas que salen sumaron un total de 679,6 millones por año, excediendo en promedio a las que ingresan por una suma de 222,3 millones y en el año 2023 las remesas al extranjero que alcanzaron la suma de 532,7 millones excedieron por 73,9 millones a las remesas que ingresaron a nuestro país. En caso de gravarse las remesas al
extranjero en el 2023 con un modesto 10 %, se podrían generar cerca de 53,3 millones de balboas que podrían contribuir de buena manera al financiamiento del programa de IVM del Seguro Social. Como hemos señalado, esta es una situación única en América Latina, ya que solo en los países de Centroamérica las remesas que ingresan representan hasta el 25 % del PIB de algunos de estos países.
Es seguro que los defensores del libre comercio pudieran pretender calificar esta propuesta como un atentado a la captación de inversión extranjera y que hemos de perder competitividad, ocasionando que estas inversiones se desvíen hacia países como nuestro vecino Costa Rica. Al respecto, debemos señalar que no nos debemos preocupar que esto pase, ya que, a pesar de que la República de Panamá cuenta con un extraordinariamente generoso sistema de captación de inversiones a través de exoneraciones casi totales de impuestos y el no cobro de impuestos en remesas al extranjero, porque esto ya pasó, ya que según la Cepal, a partir de 2021, Costa Rica excedió a Panamá en el monto de inversión extranjera captada y en 2023, mientras que la captación de IED en Costa Rica aumentó 27.6 %, en Panamá disminuyó 22.4 %, a pesar de que en Costa Rica sí se cuenta con un nada generoso gravamen a las remesas al extranjero que llega hasta un 25 %.
Entonces, siendo que Costa Rica, a pesar de que sí grava las remesas al extranjero, ha superado a Panamá en captación de IED a pesar que esta no las grava, ¿cómo se podría explicar esta situación? Sin duda alguna, la respuesta la podemos encontrar en el índice de competitividad global elaborado por el Foro Económico Mundial. En este índice, en el indicador correspondiente a Incidencia de Corrupción, Costa Rica se ubica en la posición 41 de 141, mientras que Panamá ocupa un lejano 81, indicando que evidentemente el “¿qué hay pa mí?” ocupa un lugar importante en las transacciones gubernamentales, lo que ocasiona que aun teniendo Panamá una generosa estructura fiscal de exoneración de impuestos, incluyendo los de remesas al extranjero, Costa Rica, que sí las grava de forma importante, nos ha superado en la captación de IED.
Habiendo llegado el momento en el cual se les pide a los panameños algo de sacrificio, es justo que los allegados de ultramar a beneficiarse de lo que con tantos esfuerzos hemos construido, también aporten algo del sacrificio que se nos pide.