• 11/08/2024 00:00

Socialismo del siglo XXI, ¿cuál?

Esa falsa izquierda hoy se presenta en todos nuestros países [...] tienen en común el mismo pensamiento, apoderarse del poder y generar un discurso antimperislista contra los “gringos”, pero arrodillándose a China, Rusia e Irán para darle todos sus recursos

En 1998, la que los chavistas llaman “la derecha venezolana” reconoció el triunfo de Chávez y le dio el poder, ahora no reconocen su derrota y tratan de vender la tesis de que Maduro es un líder; que todo es una intervención de los lacayos del imperio; que es la derecha terrorista y conspiradora que tratan de apropiarse de los recursos del pueblo venezolano, ese mismo pueblo donde 8.5 millones debieron huir porque no vieron esperanzas.

Se han quedado en el discurso desgastado de que esto es ideológico, la derecha contra la izquierda.

Qué puede dar hoy el gobierno “bolivariano”, miseria, atraso, hambre y destrucción; su excusa no puede quedarse en un falso discurso, desgastado de terrorismo y conspiración, hacer eso es demostrar, como ya lo han demostrado, que el proyecto socialista es un fracaso.

Lo que sucede en Venezuela, nos debe llevar a la reflexión como me llevó a mí, que existe una falsa izquierda latinoamericana que solo aspira llegar al poder para convertirse en algo peor que la extrema derecha.

Se presentan con las reglas de nuestras democracias, débiles, pero nuestras; aceptan someterse a esas reglas para asirse del poder y cambiar dichas reglas, pero no para mejorar, sino para diseñar un sistema a su medida, bajo el discurso de revolución socialista, etc.

Esa falsa izquierda hoy se presenta en todos nuestros países como la panacea de todas las enfermedades sociales, pero tienen en común el mismo pensamiento, apoderarse del poder y generar un discurso antimperislista contra los “gringos”, pero arrodillándose a China, Rusia e Irán para darle todos sus recursos.

Apoyan el discurso cacófono de inclusión, de apoyo al aborto, a la educación sexual, pero diseñada a su medida y peor aún, se alían con grupos criminales, los fomentan, apoyan o les crean. No hay diferencia alguna con gobiernos corruptos o narco terroristas.

Esa falsa izquierda, con su falso discurso bolivariano y socialista, pretende hacernos creer que hacen lo correcto, cuando sus actuaciones demuestran lo contrario, violadores de derechos humanos, ruptura del Estado de derecho y violación de todos los demás derechos universales.

Debemos tener claro que esa falsa izquierda, que suele cubrirse con piel de oveja, carece de respeto por la dignidad humana y que todo aquel que les apoye, debe ser visto con la misma óptica que solo les interesa su bienestar individual a costa de someter un pueblo a la miseria y al hambre, cosas que ellos jamás pasarían, pues son pancistas.

Convencido estoy que, esa falsa izquierda que defiende los gobiernos autoritarios no debe gobernar en ninguno de nuestros países. A mí no me convencen con sus discursos y hemos de luchar para construir un verdadero bienestar de progreso y desarrollo para nuestros pueblos, sin crear dependientes del Estado.

La liberación se logra, solo con la formación, la educación o instrucción y preparación de un pueblo y no en convertirlos en parásitos. La verdadera liberación es respetar los derechos y no coartar las libertades.

Como bolivariano de verdad, me convenzo cada día de las palabras del padre de la patria, el libertador, al expresar en 1819 que: el sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce la mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.

El gobierno autoritario de Venezuela, no cumple con ese ni con ningún pensamiento bolivariano.

El autor es diplomático panameño
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