Los Rosas en el oriente chiricano

La hegemonía política de la familia Rosas en el Oriente Chiricano se remonta a la década de los cincuenta, 1950-1951, cuando Jorge Rubén Rosas, es nombrado en el cargo de viceministro de Gobierno y Justicia, con apenas 27 años de edad, durante la efímera administración del entonces presidente de la República, Arnulfo Arias Madrid.

Diez años después, 1960, éste hombre con raíces en el distrito de Tolé, pasa 20 años de su vida en el Parlamento, siendo elegido en cinco períodos como diputado a la Asamblea Nacional por Chiriquí y luego como legislador de la República y como presidente de la Asamblea Nacional, en el periodo constitucional de 1962-1963; aparte de haber ocupado posiciones en la administración pública como ministro, viceministro, director de entidades, entre otros cargos de importancia.

Los hermanos de Jorge Rubén (Olmedo, Doris y Jesús), también han tenido una influencia política, económica, cultural y educativa en el país, a través del desempeño de importantes cargos como contralor de la República, ministra de Educación, presidente de partidos políticos y otros.

En tanto, Jorge Alberto Rosas, hijo de Jorge Rubén, ha ocupado en dos periodos (1999- 2004 y 2009-2014), escaños en la Asamblea Nacional por el Circuito 4-6 (Tolé, Remedios, San Félix y San Lorenzo); mientras que su hermano, Temístocles Rosas, ha sido viceministro de Comercio e Industrias y director del INADEH.

Como datos relevantes debemos destacar que la familia Rosas ha estado en el escenario político nacional por más de 64 años y que en ese periodo de tiempo han participado en 9 contiendas electorales en el Oriente Chiricano, de las cuales solo perdieron dos, en 1994 y 2004.

El próximo 21 de diciembre, los electores del Circuito 4-6, tendrán nuevamente la oportunidad de escoger a la persona que lo representará en la Asamblea Nacional, luego de que el Tribunal Electoral llamara a nuevas elecciones, en noviembre pasado, tras fallar contra Ana Giselle Rosas de Vallarino, impugnada por las denuncias de utilización de recursos públicos durante la pasada campaña electoral. Los parientes, Ana Giselle Rosas (CD) y Jorge Alberto Rosas (Panameñista), tendrían las mayores opciones para levantarse con el triunfo en este circuito electoral, conformado por 23 125 electores distribuidos en 63 mesas, según cifras del TE.

Pero la otra cara de la moneda, es que los 29 748 habitantes que residen en el oriente chiricano seguirán cada cinco años escogiendo a sus políticos para los diferentes puestos de elección popular como diputados, alcaldes y representantes; sin embargo, es muy poco lo que se hace o se ha hecho para resolver los niveles alarmantes de pobreza, desempleo, analfabetismo y la falta oportunidades que padece la población.

Estos distritos han sido golpeados históricamente por la apatía de nuestros gobernantes, ojalá en esta ocasión el sueño de miles de chiricanos de incorporar el oriente chiricano al desarrollo nacional se haga realidad y nada más efectivo para lograr esta vieja aspiración que eligiendo dirigentes honestos, capaces y comprometidos con el desarrollo social de una comunidad que se merece mejor suerte...

PERIODISTA - DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD DE PANAMÁ.