• 16/07/2024 23:00

¿Qué buscamos en la vida?

Nada puede interferir en nuestra felicidad si nos lo proponemos. Porque podemos tener reveses de salud, fortuna, familiares o tantas otras cosas más, pero no deben influir en nuestra vida diaria. Lo único que debe tenerse en cuenta es tener a Dios como centro de nuestra existencia

Muy apropiado afirmar que la humanidad busca la Felicidad.

Pero, ¿cómo definimos la felicidad individual?

Tal vez, para unos significa la salud, para otros tener hijos, o a lo mejor tener mucho ingreso económico. Otros tantos lo definiría como tener talentos especiales, o la belleza física, una mente brillante o vocación religiosa.

En fin, puede haber tantísimas opciones sobre la definición individual que esta sola palabra encierra, felicidad.

Si analizamos la lengua española, en el diccionario, felicidad significa: estado de grata satisfacción espiritual y física.

Así que, seamos sinceros con nosotros mismos. ¿Qué porcentaje de felicidad tenemos en nuestra vida?, y más importante, ¿qué porcentaje de felicidad reflejamos a los demás? Nos preocupamos por hacer felices a todo aquel que nos rodea, o con quien tengamos contacto a diario?

¿No sería esa la clave para nuestra propia felicidad? ¿Hacer felices a los demás?

Por supuesto que sí. Nada puede interferir en nuestra felicidad si nos lo proponemos. Porque podemos tener reveses de salud, fortuna, familiares o tantas otras cosas más, pero no deben influir en nuestra vida diaria. Lo único que debe tenerse en cuenta es tener a Dios como centro de nuestra existencia. Sencillo. Eso trae felicidad y nos da la fuerza para sobrellevar cualquier prueba que podamos estar pasando.

Tal vez muchos dirán que es una ilusión, fanatismo, sueño, inalcanzable o muchas otras opiniones más. Tal vez, puesto que cada persona tiene un derecho a tener su propio criterio.

Pero si analizamos fuertemente el yo intrínseco, encontramos que siempre hay cabida para la felicidad, solamente que no la hemos sabido buscar o recibir y celebrar adecuadamente.

Tampoco hay que ser iluso y decir que hay fuertes momentos en nuestras vidas que nos impactan, pero allí es donde entra nuestra razón. Es muy frecuente caer, o fracasar, pero la clave está en la sabiduría de levantarse y seguir adelante.

¿Que es difícil? Nadie ha dicho jamás que la vida es fácil. Pero está en nosotros marcar esa diferencia. Ser o no ser ... una de las frases más famosas de William Shakespeare. ¿No es una invitación a estudiar profundamente esa obra y esa frase, y aplicarla a nosotros mismos?

Por lo tanto, ¿cuán fácil es ser felices? Tan sencillo como hacer las cosas que nos hagan felices. En la sencillez está la felicidad. En la humildad, en la solidaridad, en amar a nuestro prójimo y aceptarlo como cada uno es y no tratar de cambiarlo. En abrazar a aquella persona que lo necesita, en dar una mano al necesitado, en estar en paz con Dios. En amar y disfrutar aquellos amaneceres y preciosidades que Dios nos regala todos los días. Pero es que hay personas, tan llenas de ingratitud, rencor, odio, venganza, inconformidad, impaciencia, resentimiento.

Dejemos todo eso a un lado. Cambiemos la táctica, y encontraremos la verdadera felicidad, que está a la vuelta de la esquina, solamente no la hemos podido apreciar.

Probemos esta táctica en nuestra vida personal, en nuestro negocio, como autoridades, como gobernantes. Y qué maravilla de mundo tendremos.

La autora es jubilada
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