El barrio de Chualluma en Bolivia, es único en la ciudad de La Paz ya que todas sus paredes están pintadas de colores que resaltan los rostros de las cholas,...
- 10/10/2022 00:00
Nos preguntamos...
Todos nos hacemos esta pregunta mil veces al día: “¿cómo llegó Panamá a deteriorase tanto en sus valores, en su política, en su cultura, en su medio ambiente, en tantos temas relativos a la sociedad en que vivimos?”.
Aquellos que no somos tan jovencitos, hemos visto una metamorfosis, no solo en nuestro país, sino en el mundo entero. Pero, si siguiéramos lineamientos bien definidos y puntuales de buena voluntad, Panamá sería esa tacita de oro que un día fuimos, desde la época precolombina.
Nos preguntamos ¿por qué los jóvenes tienen una rebeldía ante los valores, ante todos los temas que pudieran dar realce a la humanidad? Y hasta casi da risa la respuesta… sencillamente porque todo el mundo mira para otro lado. La apatía es alarmante.
Tomemos ejemplo de otros países, increíblemente desarrollados, no en su economía, sino en general. Donde sus habitantes viven a la altura de una vida digna y ejemplar.
Donde los adultos mayores son el baluarte de una nación.
Donde la educación es el eje para levantar un país, pues, una población sin educación, es una población destinada a un futuro incierto y declinante.
Donde la cultura del medio ambiente es ejemplar, y se respira aire puro; donde no dejan entrar materiales corrosivos y donde el tema de la basura no representa un peligro inminente para la sociedad.
Entonces, nos preguntamos: ¿dónde fallamos?
Y la respuesta no hay que rebuscarla. Fallamos en nuestros gobernantes, quienes no han sabido sostener una política de Estado para proteger a nuestra nación.
Y ustedes dirán que somos una nación muy joven. Sí, lo somos. Pero naciones más jóvenes que nosotros nos dan ejemplo y se han desarrollado en todos los ámbitos, que el mundo mira hacia ellos.
¿Por qué los inversionistas no miran a Panamá? ¿Es que hay que preguntarlo?
Enumeremos la justicia tan astronómicamente declinante, la basura que da terror, lo cual trae consecuencias nefastas a la salud, y deriva en errores marginales hacia la salud de los panameños. ¿O es que no realizan que la acumulación de basura trae ratones y muchos otros animales que producen enfermedades, y se reproducen como moscas?
Nos quejamos de que hay brote de dengue, tuberculosis, cólera, y, recientemente, hasta lepra. ¡Por Dios santo...! ¿De quién es la culpa?... nos preguntamos. Sencillamente de funcionarios que no saben adaptarse a su posición.
E igualmente nos preguntamos, ¿cuál sería una buena opción? Porque cuando un ciudadano critica positiva y constructivamente, debe ofrecer soluciones, y no ser parte del problema.
Entonces, muy sencillo. Primero, destacar ciudadanos con trayectoria impecable, honestos, para que nos representen en el Gobierno.
Segundo, poner de nuestra parte para que el país mejore. Ejemplo sería ser instrumento en nuestros barrios para planes pilotos, por ejemplo, centros diurnos de ancianos, albergues para ancianos y niños que no tienen ingresos y que no pueden vivir por sí solos.
Proyectos como línea de emergencia para ancianos y embarazadas; censo de ancianos para un mejor control de su salud y bienestar. Comedor para ancianos y comidas en ruedas para que los abuelitos disfruten, por lo menos, una comida caliente y nutritiva al día, sin exponerse a un accidente en su casa, o no tener ingreso suficiente para mantenerse.
Excelente proyecto sería que cada ciudadano que pueda aportar algo, apadrine y apoye a un anciano, en una campaña “Apoye y Adopte un Abuelito”. Y no necesariamente solo económicamente, sino en visitas periódicas, llamadas por teléfono, dar amor, rezar por ellos y tantas otras cosas menores que hacen feliz a un anciano. En resumen, estar atento a que ese abuelito que “adoptan” no le falte nada.
Tenemos tantos proyectos que pudieran surgir de ideas ciudadanas, con buenos representantes.
¿Por qué no ofrecer a los dueños de lotes o casas abandonadas, algún aliciente y ser partícipe de hacer canchas deportivas, huertos domésticos, jardines, pequeños parques, centros de adultos o niños, incentivo para promotores de valores familiares, librerías, casa de ayuda a niños para cuidarlos después de la escuela? Y mucho, mucho más.
Otro ejemplo es ser promotor de reciclaje, con lo cual restaría la basura en un 70 %,y por ende, mejoraría la salud.
Pero, aquí entra un renglón esencial. ¿De dónde pueden salir fondos? Simple, muy simple. Bajar en un 60 % la planilla estatal y legislativo. Suprimir viáticos y beneficios innecesarios a funcionarios. ¿Por qué tienen que viajar en primera clase? ¿Porqué tienen que acumular millaje? Que se use ese millaje para personas necesitadas que tienen necesidades médicas en el extranjero, y no me refiero a ministros ni otros funcionarios. Esos tienen gran capacidad adquisitiva.
¿Por qué un diputado tiene que tener celular, gasolina, impuestos, grandes fiestas y comilonas, cuando hay ancianos y niños que no tienen celular para estudiar, ancianos que no tienen comida, indígenas que no disponen de proyectos de Estado para convertir su comarca en un área útil y educativa.
Disponer de funcionarios altamente capacitados internacionalmente para atraer inversionistas sin tropiezos.
Traer cultura a nuestro país. Estamos en el año de la piedra en este renglón.
Traer industrias de países serios, ávidos de abrir mercados. Tomemos ventaja de lo que lo que podemos ofrecer; seamos orgullosos de ser panameños. No avergonzarnos que nuestros vecinos, por su linda labor, se llevan todas las tajadas del pastel.
No traigamos lo feo y lo malo de otros lugares. Tomemos ejemplo de grandes países, que han sabido superarse de las cenizas. Nosotros lo podemos hacer.