Por una Constitución ciudadana

La promulgación el pasado jueves 29 de agosto, del Decreto Ejecutivo 488 por el cual se crea la Secretaría Presidencial para la Reorganización del Estado y Asuntos Constitucionales, revive el valor del principio constitucional que establece que “el Poder Público solo emana del pueblo”.

Dicho enunciado, tantas veces olvidado por tanto tiempo y por tantos, nos coloca ante el compromiso ciudadano de tener siempre presente que el poder constituyente originario era del pueblo panameño. Con ello, la decisión del Presidente de la República cobra valor normativo para que: “en ejercicio del poder constituyente originario, la Asamblea Nacional Constituyente tendrá por objeto... redactar y darle al pueblo panameño una nueva Constitución que se adecúe a la realidad histórica, social, cultural y económica del país”.

El camino hacia una Constitución ciudadana deberá emprenderse de inmediato, -sin prisa pero sin pausa- para la realización de una amplia y participativa consulta tanto a la sociedad civil, al sector privado, así como a las diferentes entidades del sector público sobre el proceso Constituyente que tiene previsto impulsar los cambios que requiere el Estado panameño para una restructuración y modernización.

Corresponderá, de acuerdo al Decreto 488, a la Secretaría Presidencial para la Reorganización del Estado y Asuntos Constitucionales (Sepresac), proponer, formular y coordinar las políticas, acciones y medidas necesarias para el desarrollo e implementación de un proceso constituyente.

Abrir las puertas a una decidida participación ciudadana es una de las tareas centrales a desarrollar, para la cual será necesario, entre otras tareas y objetivos:

1. Programar, coordinar e implementar todas las acciones que se requieran para la reestructuración y modernización del Estado y a los Asuntos constitucionales.

2. Proponer el mecanismo, lineamientos y etapas del proceso constituyente.

3.- Difundir y promover campañas formativas para la amplia difusión y consulta del proceso constituyente y, con ello, propiciar una participación activa y protagónica de todos los panameños en el proceso progresivo encaminado hacia la convocatoria a un proceso constituyente.

4. Concertar y dialogar con los distintos sectores de la sociedad panameña a los fines de recoger y discutir propuestas del sector privado, las entidades del sector público y la sociedad civil acerca de las acciones que se estimen necesarias para una reforma integral del Estado y procurar su reestructuración y modernización.

Tenemos entonces, todos los ciudadanos comprometidos con aportar nuestros conocimientos y voluntades para el necesario progreso social y la defensa inalienable de la dignidad de la persona humana, una tarea inaplazable de hacer “los esfuerzos de reconducir las representaciones inconscientes acerca del Estado al marco de la posibilidad consciente” y de tener el objetivo de alcanzar una Constitución ciudadana.

La necesaria creación de una conciencia constitucional la podremos alcanzar en la medida en que la decidida participación y el empoderamiento ciudadano, evite el creciente malestar social y la creciente neurosis política que se ha acumulado a lo largo de más de medio siglo de una constitución impuesta y de un pseudoconstitucionalismo consentido.

Debemos tener una Constitución ciudadana y estar en ella, sentirla como algo propio y de todos.