• 31/05/2016 02:00

Perfil de un rector

Los universitarios vamos a elegir a un nuevo rector, decanos y directores de centros regionales

Las elecciones de las nuevas autoridades universitarias, para el período 2019-2024, previstas para el mes de junio próximo, traen consigo lo que ya los universitarios hemos visto y oído: discursos demagógicos, de doble moral y carentes de planes serios y realizables, que le devuelvan a la Universidad de Panamá (UP) su rol histórico. El discurso con contenido de odios y revanchismos, la plataforma de persecución contra unos y otros, es la nota resaltada en las venideras elecciones para elegir al nuevo rector.

Los universitarios vamos a elegir a un nuevo rector, decanos y directores de centros regionales, pero la pregunta obligada es ¿existen entre los aspirantes planes y programas tendientes a hacer de nuestra universidad el modelo nacional y regional de educación superior que la haga competitiva en el marco de las exigencias del mercado laboral?, ¿están desprendidos éstos aspirantes del solo hecho de llegar para el currículum y ganarse un jugoso salario, para algunos, complemento de su ya condición de jubilados?

La UP, y por consiguiente los universitarios, nos merecemos mejor suerte; la universidad es la fuente del saber por medio de la cual se nutre el profesionalismo que le sirve al desarrollo de la Nación y coadyuva al mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos. En los actuales momentos por los que atraviesa la UP, es necesario establecer el adecuado PERFIL del rector que necesitamos; perfil que debe estructurarse en el compromiso real de hacer de la Universidad del pueblo la mejor forjadora de los hombres y mujeres profesionales requeridos para el constante desarrollo de la patria.

¿A qué perfil me refiero?: a la capacidad de orientar la ejecución del proyecto institucional y aplicar las decisiones de los órganos colegiados; al compromiso de promover un proceso continuo de mejoramiento de la calidad de la educación en la institución; al interés de mantener activas las relaciones con las autoridades de Gobierno, educativas y con los potenciales patrocinadores; al esfuerzo de reconstruir y fortalecer los canales de comunicación entre los diferentes estamentos de la comunidad universitaria; que sepa identificar las nuevas tendencias, aspiraciones e influencias para canalizarlas en favor del mejoramiento del proyecto educativo institucional; que promueva actividades de beneficio social que vinculen la institución con la comunidad local; que aplique sin contraposición las disposiciones que se expidan por parte del Estado y de la prestación del servicio público; que sea honesto, imparcial, justo, prudente en el actuar y en el hablar; y que denote idoneidad en su quehacer administrativo.

Pero sobre todo, queremos un rector que no se crea el plus ultra , el eterno, el todopoderoso, el único; que tenga presente que la mejor lealtad a la Democracia y a la institucionalidad es permitir el libre juego de las ideas y el derecho a discernir.

ECONOMISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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