• 15/08/2024 00:00

Panamá, una nación deudora; Darién, una provincia acreedora

Cuando nos detuvimos a reflexionar la expresión “Darién no es una ruta”, la memoria nos trajo expresión similar acuñada, durante la conquista española: “cuando vayas al Darién encomiéndate a María, que en sus manos está la entrada y en la de Dios la salida”

Agradecemos al documental televisado “Darién no es una ruta” por estimularnos a un debate público, esperado, sobre ese llamado caprichosamente-demoniaco “tapón” o “no es ruta”; bautizo inmerecido, si lo comparamos con otras áreas geográficas semejantes. Pero si somos realistas, objetivos, debemos preguntarnos el porqué del origen de semejante condenatorio calificativo. Para tal emprendimiento, en búsqueda de salida, abordaremos el tema con invitadas interrogantes, en tres componentes: 1. Breve realidad geo socioeconómica actual. 2. Reseña histórica. 3. Alternativas propuestas para superar los frenos de su desarrollo.

Breve realidad geo socioeconómica actual:

Superficie (de la provincia de Darién), 16,803 km2. Población: 55,000 habitantes.

Entre sus actividades económicas relevantes está la agricultura, pesca, artesanía, ganadería y turismo ecológico. Inexistencia de emprendimiento semiindustrial, para satisfacción interna y exportación; con valor agregado, generador de empleo particular.

Educación: existen 78 centros de educación básica, siete de educación media y dos de educación superior.

Reseña histórica

Darién se nombra en las primeras crónicas de la conquista española, en tierra firme continental, allá por 1492; con la presencia de las hordas conquistadoras de Diego de Nicuesa y Francisco de Enciso; quien funda el primer asentamiento español en tierra firme; el cual bautizó con el nombre de Santa María de Darién, en el margen izquierdo del río Atrato-hoy colombiano; en respuesta - seguimiento al nombre de una pequeña tribu, con riachuelo denominada darienes.

Posteriormente, en 1511, Vasco Núñez de Balboa, funda Acla; y se hace descubridor, con ayuda indígena comandada por Panquiaco, del Mar del Sur (Pacífico) un 25 de septiembre, 1513. Instantes que da inicio al viacrucis de esa región, hoy llamada Darién; que, por su riqueza natural, atrae el saqueo y despojo conquistador, desde entonces para el enriquecimiento externo; utilizando, a bajo costo, los recursos humanos casi esclavos – mayormente indígena y negroide - in situ . Extracción sistematizada que inicia la conquista española en el 1600, con la explotación de las minas de la Serranía de Cana, especialmente la Mina del Espíritu Santo. Riqueza aurífera que atrae una jauría humana con encuentros sangrientos hasta 1769; cuando el dominio español decide abandonar Darién y empoderar el área oeste transístmica, con la fundación inicial de la ciudad de Panamá, en 1519; y posteriormente otras ciudades. Siguen a estos hechos el paso de Darién por un proceso enmarcado por figuras geopolíticas que se fijaron, con decisiones externas a ella; las cuales iban desde comarca, región, alcaldía, intendencia; hasta ser fijada como provincia, por el gobierno presidido por el Dr. Belisario Porras , mediante la Ley 22, del 27 de diciembre, 1922. Cambio jurídico que no evitó el saqueo explotador para beneficio externo, de su riqueza natural: maderas, caucho , tagua y raicilla. Tanto fue de valor dicha explotación, que su ayuda, por los impuestos que daban sus extracciones, sirvió de base para el primer presupuesto nacional en 1903, año de nuestra separación de Colombia.

Alternativas propuestas para superar los frenos de su desarrollo.

Cuando nos detuvimos a reflexionar la expresión “Darién no es una ruta”, la memoria nos trajo expresión similar acuñada, durante la conquista española, que sentenciaba “cuando vayas al Darién encomiéndate a María, que en sus manos está la entrada y en la de Dios la salida”; la cual también resume el caprichoso, “El Tapón de Darién”. Expresiones condenatorias para soslayar su valor de posición estratégica y destacar su riqueza natural, que sigue saqueada y despojada para enriquecer externos y sostener la pobreza interna.

¿Entonces cómo debemos accionar para impulsar su desarrollo, y por ende a la patria? Inducir, aprovechando un asomo de comprensión, aceptación, del actual gobierno, la creación de un comité Ad-doc para el desarrollo de Darién, que inicie con consultas sobre propuestas señaladas en el Plan de Desarrollo Integral para Darién, 1976 y lo realizado en otras fronteras semejantes en América Latina. Solo entonces lograremos integrar a Darién al desarrollo de Panamá y así dejará de demoniacamente llamarse “ No es una ruta” o “tapón”; y más bien llamarse “modelo para el desarrollo integral”.

Un modelo donde debe importar la consulta participativa, organizativa de sus habitantes, quienes deben ser los garantes protectores y beneficiados por las bondades de esa realidad, con posición estratégica para, mediante adecuado transporte, comunicación, contribuir al pleno desarrollo integral de América.

Consensuar un plan de desarrollo integral a largo plazo y una estructura administrativa de gobierno provincial; adjunta a una coherente organización comunitaria, para una conciencia popular participativa en las formulaciones y ejecuciones.

Solo un verdadero cambio en el pensar y actuar, puede producir en nuevo Darién.

El autor es educador
Lo Nuevo
comments powered by Disqus