• 13/06/2024 23:00

Padres, hijos y responsabilidades

[...] la idea de festejar el Día del Padre es de Ignacio “Nacho “Valdés (1946), para honrar la procreación de hijos con amor, cuidados, valores y respeto, para que sean hombres y mujeres de bien, reconociendo los deberes y virtudes de su progenitor

Al acercarse el día del padre es inevitable evocar recuerdos de esa figura paterna, pero también habría que pensar por qué los hijos deciden alejarse de sus padres, los abandonan y por qué no rompen la relación con su padre.

De mi padre, Rubén Arango Henríquez, dijo mi primo Alfredo Arango Restrepo, excatedrático y psicólogo, que era un “hombre de carácter fuerte con actitudes machistas”, muy activo, siempre a nuestro lado, que nos despertaba los domingos con canciones de Daniel Santos, y nos involucraba en toda clase de trabajos en casa, mientras que nunca faltaron los paseos al río o a la playa.

Ser padre no es fácil, algunos jóvenes, hoy en día, no lo consideran una prioridad, prefieren tener mascotas, mientras otros estiman que es maravilloso, salvo cuando el hijo no es deseado, porque se convierte en una pesadilla. Entonces, la salida es que la mujer aborte, lo cual tendrá consecuencias en la salud de la mujer y de carácter legal, y si nace, el hijo no deseado, al no sentirse querido, sufrirá tramas psicológicos e inclusive maltrato por alguno de sus padres.

¿Y existe el padre perfecto? No hay padres, ni hijos perfectos; aunque se habla del padre ejemplar, que reúne como cualidades ser amable, amoroso, coherente, paciente, respetuoso, con capacidad para dar consejos y con empatía.

¿ Y cómo son los padres con los hijos? Tenemos los padres, irrespetuosos y abusadores, los primeros tienen actitudes tóxicas, abusan emocionalmente, y se les reconoce con frases como por ejemplo: “el dinero no crece en los árboles”, “nunca lo lograrás”, “me costaste mucho dinero”, ¿por qué actúas tan raro?”, ¿por qué no eres como tu hermano?”, “no eres bueno en esto”, “déjame hacerlo” (psicológico, Ligresti). Los segundos lo hacen física y sexualmente, son frecuentemente denunciados a las autoridades, y en ambos casos sus comportamientos hace que sus hijos se alejen de ellos.

Hay un grupo de padres conocidos como autoritarios, permisivos, democráticos, dominantes, negligentes o indiferentes, el padre helicóptero o sobreprotector, tigre o controladores, y quitanieves que tratan de evitar dificultades a los hijos, pero que solo consiguen un rechazo de los hijos cuando son adultos.

No faltan situaciones, en que los hijos experimenten física o emocionalmente el síndrome del padre ausente, ya sea porque nunca lo conocieron. o porque viven solo con la madre que se encarga de su crianza, luego de un divorcio o separación, en la que los hijos ven como el padre aconseja, y trata de ocupar el lugar del padre biológico de su nueva pareja, olvidándose de ellos, por lo que eventualmente conduce a que los hijos adultos lo ignoren.

También, tenemos el fenómeno del padre presente ausente, paternidad pasiva, en la que la mujer es la responsable del cuidado de los hijos; así por ejemplo, en actividades escolares, en la que los compañeros del joven, se preguntan si acaso este tiene papá, situación que poco a poco ha ido evolucionando hacia un padre comprometido en la crianza de sus hijos. Los padres presentes ausentes se reconocen con frases como “mi mamá ha sido mi papá y mamá”, “lo veo en casa pero jamás hablamos ni compartimos, es como si no estuviera”, (Parra,2023).

Por último, la idea de festejar el Día del Padre es de Ignacio “Nacho “Valdés (1946), para honrar la procreación de hijos con amor, cuidados, valores y respeto, para que sean hombres y mujeres de bien, reconociendo los deberes y virtudes de su progenitor, hecho que hoy día es difícil de lograr en muchos hogares, y quizás esa rebeldía de los hijos se deba a una ausencia de amor, comprensión, respeto, tolerancia; y qué decir de los hijos no reconocidos. Sin embargo, pese a esas anomalías, los hijos e hijas se acuerdan de su padre, sin ningún interés; se reúnen en casa, le llevan regalos, como muestra de cariño, lo celebran con una barbacoa, entre otros, haciendo un esfuerzo para que el festejo resulte ameno y no quede empañado por un tipo de padre tóxico, controlador, autoritario, o abusivo, entre otros, que malhumorado se retira de la reunión.

El autor es catedrática de derecho penal
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