Pacto de Estado por la Salud

El pasado martes 16 de abril, la comisión de alto nivel para mejorar el sistema público de salud, creada mediante Decreto Ejecutivo No. 1 del 8 de enero de 2016, invitó a todos los candidatos y las candidatas a la presidencia de la República de Panamá para el periodo 2024-2029, a fin de que suscribieran el Pacto de Estado por la Salud, con el propósito de darle continuidad al proceso de transformación del sistema público de salud, fundamentado en los lineamientos estratégicos para la mejora y fortalecimiento del sistema nacional público de salud integral en el marco de una política de Estado.

Aunque – lamentablemente - solo asistieron tres candidatos a vicepresidentes, el evento - realizado en la Universidad Interamericana de Panamá - fue presidido por el ministro de Salud, en calidad de presidente de la CAN, y contó con la participación de todos los miembros de la comisión de alto nivel, autoridades universitarias, miembros de la sociedad civil preocupados por el sistema de salud, estudiantes universitarios, y miembros de nuestros medios de comunicación.

Dicho lo anterior, entremos en materia haciendo votos porque los ausentes tengan claro que la salud es un tema de Estado, soliciten a la CAN el documento oficial, suscriban el pacto y, si llegan a ser autoridades nacionales, no olviden los compromisos adquiridos para avanzar en la transformación que necesitamos para nuestro sistema de salud.

En este contexto de la transformación necesaria, comparto los mensajes principales del compromiso expresado en el pacto firmado, subrayando de entrada que la salud es un derecho humano fundamental, alineado con la Constitución de Panamá. Pilar crítico para el bienestar y el desarrollo sostenible de la sociedad, fundamental para la productividad y el desarrollo integral del país.

El corazón del compromiso radica en avanzar en la transformación del sistema público de salud como política de Estado, bajo el principio de “salud en todas las políticas”, incluyendo el abordaje sistemático de todos los determinantes sociales de la salud.

Elemento fundamental será cumplir el decreto ejecutivo 290 de 9 de julio de 2019, que inicia la coordinación efectiva Minsa-CSS, avanzando hacia la integración, que acabe con la nefasta segmentación y fragmentación de nuestro sistema y; permita el desarrollo de las intervenciones que hagan falta para garantizar el carácter y esencia del sistema público de salud con el fin de que este sea público en su gestión, público en su provisión y público en su financiamiento, a fin de reducir los desequilibrios e inequidades de desarrollo humano existentes en todas las regiones del país.

Sobre este asunto de la coordinación efectiva, subraya el pacto la necesidad de comprometerse con crear mediante legislación un sistema de compensación de costo Minsa-CSS, que contemple una cámara de compensación de costos, para la atención en salud integral y sostenible; de manera transparente, equitativa, que no permita recargar las finanzas de alguna de las dos instituciones.

Los firmantes también se comprometieron con el fortalecimiento y consolidación del rol rector del ministerio de Salud. Que trabaje en forma coordinada, ojalá unificada con la Caja de Seguro Social. Que respete y promueva los principios y valores de equidad, eficacia, eficiencia, calidad, transparencia y rendición de cuentas.

Así mismo, queda clara y explícita la necesidad de redoblar los esfuerzos para el desarrollo y fortalecimiento de un nuevo modelo de atención integral, centrado en las personas y las comunidades y descrito en el decreto ejecutivo 420 de 14 de diciembre de 2018. El modelo se basa en la atención primaria de salud, la renovación de la promoción de la salud, la prevención de enfermedades, y el abordaje multisectorial de los determinantes sociales de la salud.

En ese sentido, las nuevas autoridades del sector están llamadas a fortalecer la capacidad de resolución de los establecimientos públicos de salud, y su funcionamiento en una red integrada como corresponde a su nivel de complejidad, y con la calidad y calidez que esperamos y nos merecemos.

No menos importante será crear las fuerzas de tareas necesarias para atender los “impostergables” identificados en el libro blanco; seleccionar a los recursos humanos con las competencias necesarias para sus funciones; preservar todos los derechos adquiridos, laborales y gremiales, de los profesionales, técnicos y administrativos del sector salud, incluyendo acciones que garanticen el recurso humano requerido de acuerdo con los perfiles demográficos y epidemiológicos de cada región y; promover el bienestar individual y colectivo de los trabajadores del sector sanitario, profesionales, técnicos y administrativos.

Subrayo para terminar, que ese esfuerzo futuro, debe estar fundamentado en los lineamientos estratégicos para la mejora y fortalecimiento del sistema nacional público de salud integral en el marco de una política de Estado (Libro Blanco), y será de gran beneficio contar con el acompañamiento de la comisión de alto nivel para mejorar el sistema público de salud. Estamos obligados a mantener el efectivo apoyo político y darle la necesaria prioridad al abordaje de las principales causas de enfermedad sufrimiento y muerte en nuestro territorio, y garantizar la salud para todos en todo nuestro territorio.