- 12/11/2013 01:00
Origen del nombre ‘América’
S e atribuye el nombre de América a ese gran explorador que fue el florentino Amerigo Vespucci, sin embargo, no es bien conocido el hecho de que nada tuvo que ver con asignarle ese nombre a nuestro Continente y murió sin conocer ese evento. Sin embargo, no le resta el hecho que fue uno de los grandes pioneros de la Edad del Mar, la época de los grandes descubrimientos y el primero en divulgar conocimientos sobre ese Nuevo Mundo.
Amerigo Vespucci nació en una noble e influyente familia en Florencia en 1454 en el albor y la cuna del Renacimiento italiano. Por generaciones su familia era muy cercana a los Medici, la familia gobernante de Florencia. Siendo aún joven, Amerigo entró al servicio de los Medici para asistir en administrar sus vastos intereses mercantiles. Igual que su patrón, Lorenzo Medici, conocido como Lorenzo el Magnífico, gran mecenas del arte y la ciencia de la época, Amerigo desarrolló un gran hábito de lectura, colecciona libros y mapas con especial interés en Cosmografía y Astronomía.
En 1492 fue enviado por los Medici a Sevilla para atender a sus negocios en esa ciudad y se convirtió en abastecedor de barcos por cuenta propia y gradualmente, al aprender más sobre aventuras marítimas de exploración, sus actividades cambiaron del comercio hacia las exploraciones.
Para 1499 los intereses comerciales y geográficos de Amerigo lo llevaron hacia realizar exploraciones. Para esa época era obvio que el futuro del interés comercial de España en el Lejano Oriente dependía de una ruta en dirección oeste, ya que los portugueses dominaban la ruta alrededor de África. Colón había encontrado tierra navegando hacia el oeste, lo que creaba la posibilidad de encontrar una ruta marítima hacia el oriente siguiendo su ruta.
Con la esperanza de lograr la ambición de Colón de encontrar una ruta hasta las Indias, Amerigo Vespucci realizó dos viajes al Nuevo Continente, una vez bajo la bandera de los Reyes Católicos de España, Isabel y Fernando, y una segunda vez, bajo la bandera portuguesa del rey Manuel I. A su regreso del segundo viaje, regresó a España donde fue honrado por la reina Juana, heredera de los Reyes Católicos, muere en Sevilla en 1512 sin ver culminado su propósito de encontrar el elusivo paso marítimo. Le toca a otro extranjero bajo la bandera española, el portugués Fernando de Magallanes, descubrir el peligroso pasaje, que lleva su nombre el Estrecho de Magallanes.
Amerigo Vespucci, gran mérito y legado ha sido la minuciosa descripción de sus viajes y lo que encontró: habitantes, clima, geografías, fauna, flora y costumbres. Sus escritos, más que las noticias del ‘descubrimiento’ de un Nuevo Mundo por Colón, las Indias, causaron mayor sensación y recibieron lo que hoy llamaríamos amplia publicidad, generando gran interés en ese Nuevo Mundo, ‘la cuarta parte de la Tierra’. Igual que el ‘descubrimiento’ de Colón fue una casualidad, su bautizo no fue auspiciado por un gran soberano o alguna prestigiosa sociedad, como veremos, surge de una casualidad y en un recóndito lugar nunca visitado, ni del conocimiento de Vespucci, quien a pesar, muchas veces ha sido acusado injustamente de ser el autor.
El bautizo de nuestro Continente con el nombre de América se lo debemos a un oscuro prelado de nombre Martin Waldseemüller (1470-1518), canon de un pequeño pueblo de las Montañas Vosges del Ducado de Lorraine en Francia. El duque auspiciaba un pequeño grupo de letrados, entre ellos Martin Waldseemüller, quien cuando cayó en sus manos una carta haciendo referencia de los escritos de Vespucci, sobre el ‘Cuarta parte de la Tierra’, redactó y publicó un libro de 100 páginas bajo el título ‘Introducción a Cosmografía’, que incluye una referencia a los viajes de Amerigo Vespucci y en que le atribuye, incorrectamente, su descubrimiento. Martin Waldseemüller, quien tenía la manía de crear vocablos, y en la época se acostumbraba darles nombres a los continentes conocidos, le asigna el nombre de ‘América’, en honor a Vespucci.
El libro de Martin Waldseemüller tuvo amplia circulación y el nombre tomó aceptación y popularidad. Más adelante, cuando Martin Waldseemüller descubre que Vespucci no debe ser acreditado por ser el verdadero descubridor, ya es tarde, pues una vez publicada la palabra es difícil retirarla, (que sirva de lección para los políticos). Más adelante ese gran cartógrafo que fue Gerardus Mercatur, utilizaría por primera vez los nombres Norte América y Sur América. El resto es historia.
BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO.