• 16/07/2024 23:00

Oportunidades en el deporte

Un país con tantos expertos y asesores deportivos, según demuestran los presupuestos institucionales, debería celebrar un mayor número de éxitos en pistas, estadios, piscinas y gimnasios donde tienen lugar actividades internacionales en que se enfrentan nuestras delegaciones o competidores

Un grupo de jóvenes deportistas recibió de manos del presidente de la república, José Raúl Mulino, la bandera nacional para que les represente ante los próximos juegos olímpicos. Estas competencias tendrán como escenario la ciudad de París, Francia y otras urbes, a finales de este mes de julio hasta el 11 de agosto, durante el cálido verano europeo y que recogerá participantes de todo el planeta que buscan obtener medallas en alguna de las 45 disciplinas.

La delegación oficial panameña estará formada por unos siete atletas que competirán en seis deportes (atletismo, boxeo, ciclismo, judo, gimnasia y deportes acuáticos). Esta será la décimo novena oportunidad en que el país participe en unos juegos olímpicos. La delegación incluye a 25 personas, entre ellos: entrenadores, expertos en biomedicina, psicólogos, asistentes y fisioterapeutas.

Al enviar una delegación local a estos juegos olímpicos, la pregunta que surge es ¿cuántos de ellos regresarán con medallas y quiénes verdaderamente descollarán en las arduas competencias en que millares de entrenados individuos se involucran con grandes esperanzas? Muchos de ellos, cuentan con el apoyo de corporaciones y entidades que han hecho un gran esfuerzo para darles el perfil necesario para los enfrentamientos.

En el caso panameño, la historia es diferente. Acá, muchos de quienes se inclinan hacia alguna de las múltiples áreas de competencia en el deporte, alcanzan lugares cimeros gracias al esfuerzo personal, familiar o de personas cercanas en el barrio. Cuando surgen estrellas como en el fútbol de media cancha, es una sorpresa que se hace conocer en algún tipo de actividad, sin mayores precedentes.

Un país con tantos expertos y asesores deportivos, según demuestran los presupuestos institucionales, debería celebrar un mayor número de éxitos en pistas, estadios, piscinas y gimnasios donde tienen lugar actividades internacionales en que se enfrentan nuestras delegaciones o competidores. ¿Cuántas corporaciones deportivas tienen un plan de desenvolvimiento para alcanzar mejores niveles de rendimiento de quienes se inician?

Durante los últimos meses se ha producido un intenso proceso para alcanzar las metas mínimas que se requieren a escala internacional en cada una de las variantes deportivas. Grupos provinciales, y aquellos individuos que han marcado buenos indicadores, han intervenido para superar los números que les permitan acudir a la próxima olimpiada. Pareciera que el asunto es tratar de lograr un puñado de integrantes para la delegación.

Pero el tema es más complejo que solo sacar unos representantes del país. El deporte implica contar con un plan que brinde no solo fuerza y destrezas a un sector específico de la sociedad, sino un modelo de trabajo y además establecer una política que concilie actividades, salud, infraestructuras y el escenario óptimo para alcanzar metas nacionales. Es aquí donde los gobiernos locales juegan un papel básico en estructurar armónicamente los componentes para la gestión deportiva.

Los resultados son el producto de un esfuerzo que se basa en indicadores científicos y una esmerada secuencia de pruebas que se calibran. En cada etapa se buscan mejores desempeños. Velocidad, fuerza, elevación son las constantes que imponen índices que considerar y se busca sistematizar esto para alcanzar los perfiles tanto personales como de equipos en pos de un lugar cimero en las competencias.

Las políticas deportivas no se improvisan. No se puede esperar números ganadores en los tableros, si antes no hay un trabajo que parte de analizar lo que se tiene y proponerse metas que van a ser logradas con un sistemático conjunto de pruebas para medirse y apreciar las fallas y éxitos que consoliden los avances. Sobre esto se llega a alcanzar las cifras propuestas que han de brindar positivos rendimientos.

Si se obtienen buenas consecuencias, en lugar de quedarse en los laureles, hay que trazarse nuevos objetivos y proponerse alcanzarlos. En eso se basan las oportunidades del deporte y sus perspectivas: buscar la excelencia. Esa es nuestra circunstancia en estas olimpiadas.

El autor es periodista
Lo Nuevo
comments powered by Disqus