Todo el mundo en contra mía… y yo contra el mundo

Desde que Vladimir Putin presidente de la Federación Rusa, ordenó la invasión militar a Ucrania, muchos países occidentales han mostrado su solidaridad y colaboración a Ucrania en este conflicto. Este respaldo ha consistido en la entrega de poderosas y moderna armas, entrega de muchos billones de dólares, el envío de alimentos y medicamentos, imposición de fuertes sanciones a Rusia, intentos de destruir su economía y los intentos de aislar políticamente a Rusia, entre otras medidas coercitivas.

La Unión Europea y Estados Unidos han sido las entidades políticas que más han reprimido a Rusia en esta guerra, incluyendo un boicot a la compra de gas y petróleo ruso. Otros países también han hecho lo mismo.

En el caso de la República Popular China, la misma ha asumido una posición de neutralidad. Esta neutralidad, aunque algunos la califican de ambivalente, le ha beneficiado pues al Europa boicotear la compra del petróleo ruso, la venta de éste se dirigió hacia China, sustituyendo la venta del mismo a Europa.

La guerra entre estas dos naciones fue condenada por 141 naciones en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. La Resolución condenó a Rusia por la invasión a Ucrania.

Los países que respaldan a Ucrania en esta guerra son: los países miembros de la  OTAN que incluye 30 países, entre los que se encuentran potencias como Estados Unidos, Canadá, Francia y Reino Unido, toda los miembros de la Unión Europea compuesta por 27 estados, Bulgaria, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia, Chile, Israel, Australia y Taiwán, Japón, Marrueco, Groenlandia, Islandia, Egipto, Congo-Brazzaville, Uganda y Etiopía y otros países del mundo.

Por otra parte Rusia ha recibido el respaldo de Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela, Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) compuesta por la República de Tayikistán, Siria, Irak y otros países periféricos.

La guerra entre Rusia y Ucrania ha tenido efectos devastadores en el mundo, especialmente en el reglón económico. Como consecuencia del alza en los precios en el barril de petróleo muchos países se han perjudicado enormemente. Al subir el costo de este combustible fósil, se ha acelerado un aumento del costo de las mercancías. Ésto ha desatado una inflación que para muchos países es insostenible. Estados Unidos referente económico mundial, ha alcanzado una tasa de inflación de más del 9.8%.

El Fondo Monetario Internacional (FMI, 2022) recortó nuevamente las previsiones de crecimiento global, advirtiendo que los riesgos a la baja de la alta inflación y la guerra de Ucrania se están materializando y podrían llevar a la economía mundial al borde de la recesión si no se controlan. (FMI, 2022). Una recesión mundial crearía un caos y aumentaría la hambruna en el mundo Rusia puede decir que tiene a todo el mundo en contra suya, pero está contra el mundo entero.