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- 02/03/2025 00:00
- 01/03/2025 13:06
A partir del martes 4 de marzo entrará a regir el nuevo arancel que impone Estados Unidos (EE.UU.) a las importaciones procedentes de Canadá y México, así como un 10 % adicional a las de China, confirmó el presidente norteño, Donald Trump, a través de Truth Social, donde hizo hincapié en que se debe a la entrada de drogas “en niveles muy altos e inaceptables”, muchas en forma de fentanilo, las que “se fabrican y suministran en China”.
Sin embargo, las rivalidades, alianzas y aspiraciones geopolíticas del mandatario estadounidense, con apenas 41 días en el poder, vienen acelerando cambios significativos en los flujos comerciales del mundo.
El último informe del Centro de Geopolítica de Boston Consulting Group (BCG), denominado “Great powers, geopolitics, and the future of trade”, concluye que las acciones de EE.UU. están reconfigurando la economía mundial, y lo seguirán haciendo en los próximos años. Sin un aumento generalizado de los aranceles, el comercio mundial de mercancías seguirá creciendo a una media anual del 2,9 % durante los próximos ocho años. Las rutas que recorren dichos bienes cambiarán notablemente a medida que Norteamérica reduzca su dependencia de China y China siga estrechando sus vínculos con los mercados del sur global, unos 133 países de África, Medio Oriente, América Latina y el Caribe, lo que está consolidando su poder en el mapa del comercio mundial.
El jueves 27 de febrero, Trump compartió: “Las drogas siguen llegando a nuestro país desde México y Canadá en niveles muy altos e inaceptables. Un gran porcentaje de estas drogas, muchas de ellas en forma de fentanilo, se fabrican y suministran en China. Más de 100.000 personas murieron el año pasado debido a la distribución de estos venenos peligrosos y altamente adictivos. Millones de personas han muerto en las últimas dos décadas. Las familias de las víctimas están devastadas y, en muchos casos, prácticamente destruidas. No podemos permitir que este flagelo siga dañando a EE.UU. y, por lo tanto, hasta que se detenga o se limite seriamente, los aranceles propuestos programados para entrar en vigor el 4 de marzo entrarán en vigor, de hecho, como estaba previsto. Asimismo, a China se le aplicará un arancel adicional del 10 % en esa fecha. La fecha del arancel recíproco del 2 de abril seguirá en pleno vigor y efecto. Gracias por su atención a este asunto. ¡Dios bendiga a América!”.
Previo a la confirmación aracelaria del presidente Trump del jueves sobre el inicio del régimen, la consultora analizó los posibles escenarios por país, región y los sectores que podrían estar más afectados por la imposición de aranceles por parte del presidente Trump.
La consultora modeló el impacto directo del escenario 60/25/20 (aranceles del 60 % sobre los bienes chinos, un 25 % sobre los bienes procedentes de Canadá y México, y un 20 % sobre las importaciones de todos los demás países). Estimaron que los aranceles añadirían $640.000 millones al costo de importación de bienes de los diez principales países importadores a EE. UU., sobre la base de los niveles de 2023, a menos que se encuentren fuentes o proveedores alternativos.
En cuanto a las categorías de productos importados por EE.UU., el mayor impacto se produciría en las piezas de automóvil y los vehículos de motor importados, lo que afectaría principalmente al comercio con México, la Unión Europea y Japón. Los productos electrónicos, la maquinaria eléctrica y los artículos de moda serían los más afectados por el aumento de los aranceles sobre los productos chinos. Los analistas de la consultora estiman que un tipo arancelario del 60 % añadiría unos $61.000 millones al costo de importación de productos electrónicos de consumo de China a EE.UU.
Además, el estudio también abarcó la relación comercial entre EE.UU., México y Canadá, que viene reforzada por años de deslocalización cercana y amistosa para reducir la dependencia de las importaciones chinas, y está contribuyendo al crecimiento económico de América del Norte, que se consolida como un bloque comercial resistente.
Pero en otro escenario ese mismo bloque de evitar los aranceles revela una pujanza admirable.
En el caso de los productos mexicanos, para lo cual prevé un incremento del comercio anual entre EE.UU. y México por el orden de los $315.000 millones en 2033, representa una tasa de crecimiento anual compuesta (CARG) del 4 %, mientras que el comercio entre EE.UU. y Canadá crecería en aproximadamente en $147.000 millones a medida que las empresas que abastecen a los mercados norteamericanos trasladen una mayor parte de sus cadenas de suministro a la región.
Por su parte, China se enfoca en los mercados del sur global. Mientras el comercio de China con EE.UU. y la Unión Europea se ralentiza, está creciendo con fuerza con gran parte del resto del mundo. Proyectan que el comercio bilateral anual con Occidente se contraerá en $221.000 millones a 2033, lo que representará un descenso medio anual del 1,2 %.
El descenso de $159.000 millones en el comercio anual entre EE.UU. y China podría agudizarse si EE.UU. aumenta significativamente los aranceles sobre los productos chinos. En el escenario más extremo, se estima que esto reduciría aún más el comercio anual entre EE.UU. y China en torno a una cuarta parte. El coste de los bienes chinos importados aumentaría en más de $200.000 millones si no se dispone de fuentes alternativas y si los volúmenes de importación se mantienen constantes.
Con base en el reporte de BCG, proyectan que el comercio de China con los países del sur global, por el contrario, aumentará en $1,25 trillones o un CAGR de 5,9 % para 2033. Este giro apoyará la agenda geopolítica de China de reducir su dependencia económica de Occidente y estrechar lazos con los principales mercados emergentes.
El crecimiento del comercio total de China se limitará al 2,7% anual durante la próxima década, muy por debajo de la estimación actual de crecimiento del PIB del 3,8 %. Esto también es más lento que el crecimiento anual del 4 % en el comercio que China disfrutó entre 2017 y 2022.
“El comercio global, que superará los $29 trillones en 2033, está atravesando una transformación sin precedentes. Tensiones geopolíticas y el ascenso de nuevas potencias económicas están redibujando el mapa comercial mundial, con rutas tradicionales cediendo paso a alianzas regionales y oportunidades en mercados emergentes. Para las empresas, el desafío es adaptarse, pero más aún anticiparse a estas dinámicas para prosperar en una economía en constante cambio”, afirmó Cristián Rodríguez-Chiffelle, partner & director de BCG.
Y agregó: “La fragmentación comercial, impulsada por fuerzas como el proteccionismo y la innovación tecnológica, requiere que las empresas construyan cadenas de suministro resilientes y estratégicas, fundamentales para navegar en este sistema multipolar”.